Siete pasos para una alimentación sana en Guatemala

La olla de Guatemala es una guía dietética con dos objetivos dispares, ayudar a prevenir enfermedades crónicas y evitar las carencias nutritivas
Por Gema Yoldi 26 de mayo de 2007

ImgLa olla de Guatemala, guía alimentaria del país, se publicó en el año 1998 gracias al esfuerzo realizado por la Comisión Nacional de Guías Alimentarias (CONGA), con el apoyo técnico del Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (INCAP), instituto que lidera la publicación de interpretaciones gráficas de los tipos de alimentos y de su frecuencia de consumo como herramientas de educación alimentaria para la población general de Centroamérica.

Para adaptarse a las necesidades específicas de cada país, expertos profesionales y técnicos recurrieron a herramientas innovadoras y muy creativas, representando los grupos de alimentos en diversos formatos y dependiendo del país, desde la olla de la alimentación de Guatemala al plato del buen comer de México o el círculo de alimentos de Costa Rica. El objetivo de todas ellas es guiar a la población de distintas nacionalidades para decidir intuitivamente qué tipos de alimentos debe llevar a la mesa familiar para completar las recomendaciones nutricionales.

Una guía adaptada al país

La mayoría de la población guatemalteca sufre trastornos nutricionales debido a la falta de una alimentación adecuada, tanto en calidad como en cantidad. Estos problemas se relacionan con una alimentación monótona, escasa, y baja en el consumo de alimentos ricos en vitamina A y hierro. Esto implica que exista una alta prevalencia de desnutrición, anemia, enfermedades infecto-contagiosas y, en menor grado, problemas de la vista.

La olla de la alimentación guatemalteca se adapta a las necesidades especiales del país, como la falta de una alimentación adecuada, tanto en cantidad como en calidad

Por otro lado, existe otro grupo de población que, por exceso de alimentación, son obesos y, como consecuencia, padecen de enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y enfermedades del corazón.

La olla de la alimentación de Guatemala va dirigida a toda esta población de riesgo, así como a la familia, entendida como población sana mayor de dos años de edad. La olla se acompaña de mensajes orientados tanto a la reducción del riesgo de desarrollar enfermedades crónicas (obesidad o diabetes, por ejemplo) como a la prevención de deficiencias nutricionales.

Mensajes que acompañan a las guías dietéticas

Un aspecto destacable de esta guía es la recomendación de combinar leguminosas con cereales como el arroz, ya que esto permite obtener proteínas de buena calidad, más económicas y asequibles para la población guatemalteca que la proteína animal. Asimismo, se hace hincapié en la necesidad de tomar complementos o alimentos fortificados, en especial con hierro y vitamina A, ya que las carencias de estos nutrientes son frecuentes entre los grupos de población más vulnerables.

Estas son algunas de las recomendaciones o mensajes más comunes que incluye la olla:

  • La alimentación debe ser lo más variada posible.
  • Conviene aumentar el consumo de vegetales, frutas y cereales.
  • Es preciso incrementar la ingesta de alimentos ricos en hierro y vitamina A.
  • Se aconseja combinar leguminosas y cereales en una misma comida para obtener proteínas tan completas como las de origen animal.
  • Es muy importante la higiene en la preparación de los alimentos.

Los siete pasos para una alimentación sana

En la olla de Guatemala se representan seis grupos de alimentos básicos, así como la frecuencia de consumo aconsejada, tanto diaria como semanal, de cada uno de ellos.

Img ollaguatetexto

Todos los días1. Granos (legumbres), cereales y papas (patatas) 2. Hierbas y verduras 3. Frutas

Por lo menos, 1 vez/semana4. Carnes

Por lo menos, 2 veces/semana5. Leche y derivados

Con moderación6. Azúcar y grasas

A continuación se muestran los siete pasos que quedan reflejados junto a la olla de la alimentación de Guatemala:

1. Incluya en todos los tiempos de comida granos, cereales o papas, porque alimentan, son económicos y sabrosos. 2. Coma todos los días hierbas o verduras para beneficiar su organismo. 3. Todos los días coma fruta, cualquiera que sea, porque son sanas, digestivas y alimenticias. 4. Si come todos los días tortillas (de harina de cereal) y frijoles, por cada tortilla coma una cucharada de fríjol para que ésta sea más sustanciosa. 5. Coma dos veces por semana, por lo menos, un huevo, un pedazo de queso o un vaso de leche para complementar su alimentación. 6. Al menos una vez por semana coma un pedazo de hígado o de carne para fortalecer su organismo. 7. Para mantenerse sano, coma variado como se indica en la olla familiar.

 

Diferencias con la guía mediterránea

Así como en España las recomendaciones de consumo de proteínas (carnes, pescados, huevos y sus derivados) son de 3 a 4 veces por semana, en la olla de Guatemala se puede observar que la frecuencia de consumo aconsejada para esos alimentos es de «al menos 1 vez por semana». Lo cierto es que nada tienen que ver las condiciones en las se encuentra la población guatemalteca con las de nuestro país en cuanto a recursos socio-económicos o culturales. De este modo, para subsanar posibles carencias de proteínas en Guatemala, existe la recomendación de combinar alimentos vegetales (frijoles con arroz) como alternativa idónea.

Del mismo modo, llaman la atención las recomendaciones de consumo de lácteos, dado que en la olla se indica «por lo menos 2 veces por semana», cuando en otros países como el nuestro las recomendaciones son de entre 2 y 4 raciones diarias. ¿Cómo garantizan, entonces, el aporte de calcio, esencial para el correcto desarrollo y mantenimiento de la masa ósea? En Guatemala disponen de alimentos y de una tradición culinaria que permite cubrir en parte las recomendaciones de dicho mineral.

Además, existen alimentos de diseño como la Incaparina o la Bienestarina, harinas enriquecidos en calcio, hierro, vitamina A y vitaminas del grupo B, que se dispensan de manera gratuita entre la población más necesitada. La primera se compone básicamente de harina de maíz y de soja, carbonato de calcio, hierro, vitamina A y vitaminas del grupo B. Por su parte, la Bienestarina es una harina compuesta por una mezcla vegetal, vitaminas y minerales que se da como complemento nutritivo a niños de más de 6 meses de edad. El objetivo de estos alimentos de diseño es ayudar a la disminución de los diferentes niveles de anemia por carencia de hierro, y de otros nutrientes como la falta de vitamina A. Cabe señalar que tanto una como la otra son equivalentes a la leche en su valor nutritivo, pero de más bajo costo.

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