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Responder a los halagos puede ser difícil, especialmente si sientes que aceptarlos te hará lucir vanidoso. En realidad, aceptar cortésmente un halago te hará lucir más modesto que si lo desvías o rechazas. Sin embargo, también es importante saber cómo responder a un halago de doble intención. Sigue leyendo para aprender a responder a los halagos.

Método 1
Método 1 de 2:

Responder a un halago

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  1. Puedes sentirte obligado a decir todo tipo de cosas cuando alguien te halaga, pero a veces la mejor forma de reconocer un halago es simplemente dándole las gracias a la persona que te hizo el halago.[1]
    • Una forma perfectamente aceptable de responder es diciendo algo así como: "¡Gracias! Me hace sentir muy bien saber que te sientes así" o "Gracias, agradezco el halago".
    • Recuerda sonreír y hacer contacto visual con la persona que te halagó mientras le agradeces.
  2. A veces las personas sienten la necesidad de desviar o rechazar los halagos, restándoles importancia a sus esfuerzos o habilidades. En esas situaciones, es posible que te sientas obligado a decir: "Gracias, pero en realidad no fue nada". Aunque puede parecer que eres modesto cuando desvías o rechazas un halago, también puede hacer que parezcas inseguro o como si estuvieras esperando más halagos.[2]
    • En lugar de desviar o rechazar los halagos, permítete sentirte orgulloso de lo que has logrado y simplemente di: "Gracias".
    • Presta atención a cómo te sientes cuando alguien te halaga. Rechazar los halagos puede indicar que tienes baja autoestima debido a que podrían contradecir las perspectivas negativas que tienes sobre ti mismo.[3]
  3. Si recibes un halago por algo que involucró las contribuciones de otros, asegúrate de reconocer a esas personas también. No tomes todo el crédito por el logro.[4]
    • Si dices algo así como: "Todos trabajamos muy duro en este proyecto; gracias por reconocerlo", se dispersará el elogio hacia las otras personas que contribuyeron en la realización.
  4. A veces, puedes sentir la necesidad de restarles importancia a tus capacidades, redirigiendo un halago que acabas de recibir hacia la persona que te halagó, pero debes resistir a este impulso.[5]
    • Si dices algo así como: "Gracias, pero no soy tan talentoso como tú", dará la impresión de que eres inseguro y quizás incluso tratas de superar a la persona que te hizo el halago. Este tipo de respuesta también puede dar la impresión de que estás adulando a la persona.
    • En lugar de redirigir el halago que recibas, devuélvele a la persona un halago que no sea competitivo. Por ejemplo, podrías decirle algo como: "¡Gracias! Te lo agradezco. ¡Creo que tú también diste una presentación excelente hoy!".
  5. No pidas una explicación o repetición del halago. Al pedirle a alguien que repita lo que acaba de decirte o que te explique el halago con más detalle, corres el riesgo de parecer vanidoso y narcisista. Acepta el halago por lo que es y no pidas refuerzos o explicaciones.[6]
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Método 2
Método 2 de 2:

Redirigir un halago de doble intención

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  1. Un cumplido ambiguo es uno poco sincero que debe ser perjudicial o insultante. Si alguien te hace un halago de doble intención, es más probable que vaya dirigido a su propio sentido de inseguridad y rechazo. En lugar de odiar a la persona por decirte cosas crueles, trata de entender por qué esta persona podría estar tan resentida. Si entiendes que los halagos de doble intención no se tratan de ti, responderás de una forma que haga que se detengan.[7]
    • Por ejemplo, alguien podría decirte “Me gustaría estar tan relajado como tú frente a todo este desorden”. El comentario se formula como un halago, pero en realidad es un insulto acerca de tu estilo de vida. Este comentario se basa en la necesidad de la persona de decir algo grosero sobre tu situación de vida actual en lugar de ignorarla.
  2. No permitas que los halagos de doble intención pasen inadvertidos. Si alguien te hace uno de esos halagos, hazle saber que entendiste que no fue realmente un halago.[8]
    • Dile algo como: "Sé que quisiste decirlo como un halago, pero no sonó así. ¿Hay algo sobre lo que quieras hablar conmigo?". Este tipo de respuesta puede ayudarte a abordar el halago de doble intención y a abrir una discusión sobre lo que causa que la persona diga estas cosas.
  3. Si alguien te halaga por tener una suerte extraordinaria cuando logras algo, no le des las gracias. Al darle las gracias por ese halago, aceptas implícitamente que en realidad no te esforzaste por tu logro.[9]
    • No es necesario que seas grosero o agresivo con la respuesta, simplemente tienes que decir algo como: "Tal vez tengo suerte, pero creo que mi éxito en este proyecto se debió más al duro trabajo que a la suerte".
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Acerca de este wikiHow

Lynda Jean
Coescrito por:
Consultora de imagen certificado
Este artículo fue coescrito por Lynda Jean. Lynda Jean es consultora de imagen y propietaria de Lynda Jean Image Consulting. Con más de 15 años de experiencia, Lynda se especializa en análisis del color y cuerpo o estilo, auditorías de vestuario, compras personales, etiqueta social y profesional, además de marca personal y comercial. Trabaja con sus clientes en mejorar su imagen, autoestima, conducta y comunicación a fin de facilitar sus metas sociales y profesionales. Lynda tiene una licenciatura en sociología y trabajo social, así como una maestría en trabajo social clínico y una certificación de consultora de imagen. Estudió consultoría de imagen en el International Image Institute y en la International Academy of Fashion and Technology en Toronto, Canadá. Ha impartido cursos de consultoría de imagen en el George Brown College en Toronto, Canadá. Es coautora del libro “Business Success With Ease”, donde comparte sus conocimientos sobre “el poder de la etiqueta profesional”. Este artículo ha sido visto 306 861 veces.
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