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Cuidados de Enfermería en pacientes con cirrosis hepática

Cuidados de Enfermería en pacientes con cirrosis hepática

La cirrosis es una enfermedad de carácter crónico que afecta al funcionamiento normal del hígado. La causa más frecuente  es un excesivo consumo de alcohol. Entre los síntomas más característicos destacan el dolor abdominal, acumulación de líquidos en las piernas, fatiga y problemas de concentración. El diagnóstico puede incluir análisis de sangre, exploración física y biopsia.

Autores:

  1. Elena Pereira Jiménez DUE. Interclinik
  2. Ana Hermosín Alcalde DUE. Centro de diálisis Diaverum (Cartaya).
  3. Irene Calviño García. Grado de Enfermería. Clínica Los Naranjos Huelva

Resumen

Al tratarse de una enfermedad crónica, se hará imprescindible cambiar los hábitos de vida y administrar la medicación adecuada a los síntomas que lleva consigo la cirrosis. En cuanto a los cuidados de Enfermería, será prioritario concienciar al paciente y a sus familiares del carácter crónico de la enfermedad. Además, se vigilaran los síntomas para actuar ante ellos en caso de complicación, ya sea con medicamentos o prestando el apoyo anímico necesario.

Palabras claves: hígado, alcoholismo, hepatitis b, hepatitis c, vías biliares.

Introducción

La cirrosis es una enfermedad crónica del hígado, que consiste en un incremento del tejido fibroso y en la aparición de nódulos, con alteración de la estructura normal del órgano. Es la consecuencia final de diversas causas que han ido lesionando el hígado durante mucho tiempo. El origen más frecuente en España, y en la mayoría de los países de nuestro entorno, es el consumo excesivo de alcohol, pero hay otras causas importantes que se explican más adelante.

La destrucción de la estructura normal y la disminución de células hepáticas conllevan un deterioro en el funcionamiento normal del órgano. El hígado interviene de forma importante en la digestión de los alimentos, pero además es la pieza fundamental en el metabolismo de los medicamentos y en la síntesis de proteínas, entre ellas las que intervienen en los fenómenos de coagulación de la sangre.

La cirrosis es una enfermedad grave, aunque el pronóstico individual depende de la fase de su evolución en la que se realice el diagnóstico. Los enfermos con cirrosis «compensada» (sin complicaciones graves) tienen una probabilidad del 50% de seguir vivos a los 10 años, pero los enfermos «descompensados» tienen una mortalidad del 70% al cabo de 3 años. En todo caso, el pronóstico empeora si la cirrosis es alcohólica y el enfermo sigue bebiendo.

Causas

La cirrosis es el resultado final de daño crónico hepático causado por una enfermedad crónica (prolongada) del hígado. Las causas comunes de enfermedad crónica del hígado en los Estados Unidos son:

  • Infección porhepatitis B o hepatitis C
  • Alcoholismo

Las causas menos comunes de cirrosis incluyen:

  • Cuando las células inmunitarias confunden las células normales del hígado con invasores dañinos y las atacan.
  • Trastornos en las vías biliares.
  • Algunas medicinas.
  • Enfermedades hepáticas transmitidas de generación en generación.
  • Acumulación de grasa en el hígado cuya causa NO es el exceso de consumo de alcohol(llamada enfermedad del hígado graso no producida por alcohol [NAFLD, por sus siglas en inglés] y esteatohepatitis no alcohólica [NASH, por sus siglas en inglés]). Está estrechamente relacionada con tener sobrepeso.

Síntomas

Es posible que no haya síntomas o los síntomas se presentaran lentamente, según qué tan bien esté funcionando el hígado. A menudo, se descubren por casualidad cuando se lleva a cabo una radiografía por otra razón.

Los síntomas iniciales incluyen:

  • Fatiga y desaliento
  • falta de apetito y pérdida de peso
  • Náuseas o dolor abdominal
  • Vasos sanguíneos pequeños, rojos con forma de araña en la piel

A medida que el funcionamiento del hígado empeora, los síntomas pueden incluir:

  • Acumulación de líquido en las piernas (edema) y en el abdomen (ascitis)
  • Coloración amarillenta en la piel, las membranas mucosas o los ojos (ictericia)
  • Enrojecimiento en la palma de las manos
  • En los hombres, impotencia, encogimiento de los testículos e hinchazón de las mamas
  • Tendencia a la formación de hematomas y sangrado anormal, con frecuencia debido avenas hinchadas en el tracto digestivo
  • Confusión o problemas de concentración
  • Heces de color pálido o color arcilla

Diagnóstico

Se puede llegar a un diagnóstico de cirrosis mediante los siguientes pasos:

Exploración del paciente

En la exploración del paciente se pueden observar signos de daño hepático crónico como la coloración amarillenta de la piel, la inflamación abdominal y la pérdida de peso. Sin embargo, estos signos no están siempre presentes. Aun así, con la exploración cuidadosa del paciente se pueden evidenciar otras manifestaciones que inciten a sospechar un daño hepático.

Al explorar el abdomen, se puede determinar si el hígado está aumentado de tamaño; aunque a medida que progresa la cirrosis, es posible que esto no sea tan evidente. Cuando sucede esto, el flujo sanguíneo ya está tan comprometido que puede provocar congestión en otros órganos como el bazo.

Análisis de sangre

En los análisis de sangre también se pueden observar datos que supongan una alarma de daño hepático. No obstante, en la cirrosis establecida, los resultados analíticos pueden acercarse a la normalidad.

Pruebas de imagen

Para determinar cuál es el alcance de la enfermedad, es posible que sean necesarias ciertas pruebas de imagen como son la ecografía, el TAC (tomografía axial computarizada) o la resonancia magnética.

Biopsia hepática

El diagnóstico definitivo de la cirrosis se hace en base al estudio de una muestra de tejido hepático (biopsia hepática).

Tratamiento

CAMBIOS EN EL ESTILO DE VIDA

Algunas actividades que puede hacer para ayudar a cuidar su enfermedad hepática son:

  • Beber menos alcohol.
  • Comer una dieta saludable baja en sal.
  • Recibir vacunas para enfermedades como la influenza, hepatitis A y hepatitis B, y neumonía neumocócica.
  • Hable con su médico acerca de todas las medicinas que toma, incluso hierbas y suplementos, y medicinas de venta libre.

MEDICINAS POR PARTE DE SU MÉDICO

  • Diuréticos para eliminar el líquido acumulado
  • Vitamina K o productos de la sangre para prevenir sangrado excesivo
  • Medicinas para la confusión mental
  • Antibióticos para las infecciones

OTROS TRATAMIENTOS

  • Tratamientos endoscópicos para agrandar las venas en la garganta (várices sangrantes)
  • Eliminación del líquido del abdomen (paracentesis)
  • Colocación de una derivación portosistémica intrahepática transyugular (DPIT)

Cuando la cirrosis progresa a enfermedad hepática en etapa terminal, es necesario un trasplante de hígado.

Prevención

Para prevenir la cirrosis hepática es importante evitar los posibles desencadenantes de las enfermedades del hígado. Las siguientes medidas ayudan a evitar la cirrosis hepática:

  • Evitar el consumo dealcohol o consumirlo con moderación.
  • Vacunación frente a lahepatitis B.
  • Evitar el contacto con disolventes.

Aún no existe una vacuna contra la hepatitis C. Sin embargo, puede evitar el contagio del virus de la hepatitis C (también el de la hepatitis B) que pueda desencadenar cirrosis tomando medidas de higiene generales (como por ejemplo, utilizando preservativos durante las relaciones sexuales o cuidando las heridas mediante la utilización de guantes). Si existen enfermedades hereditarias que pudieran ir a acompañadas de daños en el hígado, se recomienda que busque orientación genética y que haga exploraciones para una potencial detección precoz.

Cuidados de Enfermería

El profesional de Enfermería tendrá que valorar, y por ello presentara especial atención a los siguientes aspectos:

  • Alteración del nivel de líquidos por la ascitis
  • Peligro de hemorragia por hipocoagulabilidad y varices esofagicas
  • Alteración de la nutrición por anorexia, dispepsia y disfunción metabólica.
  • Posible infección por la leucopenia y déficit fagocitario
  • Hipertermia por inflamación
  • Disfunción respiratoria por restricción de movimiento ventilatorio
  • Prurito, malestar y dolor por los depósitos de ácidos biliares en piel, inflamación hepática y distensión abdominal
  • Autocuidados deficientes
  • Alteración de la autoestima por cambios corporales y de actividad
  • Posible alteración de la conducta y procesos intelectuales por hiperamonemia
  • Ansiedad y alteración del sueño
  • Intolerancia a la actividad por fatiga
  • Alteración de la piel por edema y posibles escaras
  • Alteración de la función sexual
  • Falta de conocimientos sobre su enfermedad

Según cuales de estos problemas se vayan presentando, se irán incorporando al plan de atención los siguientes cuidados.

  • El reposo absoluto favorece la recuperación tisular hepática y reabsorción de líquido ascítico
  • Control continuo y exhaustivo del balance hidroelectrolítico
  • Recabar información sobre sus gustos en las comidas y brindar dichos platos. No obstante, se habrá de tener en cuenta que la dieta debe de ser hiposódica, moderadamente pobre en grasas y rica en proteínas (excepto en casos de existir hiperamonemia)
  • La restricción de alcohol será absoluta desde el primer momento
  • Se educará al paciente y la familia sobre el reconocimiento precoz de la hipoglucemia y el control de la presión arterial, temperatura, frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria además de mantener una higiene estricta.

Diagnósticos enfermeros

DX Exceso d volumen de líquidos r/c perfusión de líquido peritoneal s/a ascitis e/p perímetro abdominal, abdomen globuloso.

Objetivo

– Disminuir el volumen de líquido abdominal de la persona progresivamente.

Criterio de resultado

– Balance hidroelectrolítico estable.

– Disminución del perímetro abdominal.

Conclusión

           El primer paso que llevará a cabo el personal de Enfermería será vigilar y valorar todos los aspectos físicos que conlleva padecer cirrosis. Entre ellos destacan la alteración de líquidos, el riesgo de hemorragias, dolor y dificultades respiratorias. Los cambios físicos peden provocar desanimo e incluso depresión. Es entonces cuando cobrará especial importancia el papel informativo y educador del personal de Enfermería. Se hará imprescindible concienciar al paciente y familiares sobre la evolución de su enfermedad.  También se pautará reposo absoluto, eliminación de ingesta de alcohol, control de dieta y de tensión arterial.

Bibliografía

1.- Garcia-Tsao G. Cirrhosis and its sequelae. In: Goldman L, Schafer Al, eds. Goldman’s Cecil Medicine. 25th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Saunders; 2016: chap 153.

2.– Carithers RL, McClain C. Alcoholic liver disease. In: Feldman M, Friedman LS, Brandt LJ. Feldman: Sleisinger & Fordtran’s Gastrointestinal and Liver Disease. 9th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Saunders; 2016:chap 86.

3.– Garcia-Tsao G, Lim JK; Members of Veterans Affairs Hepatitis C Resource Center Program. Management and treatment of patients with cirrhosis and portal hypertension: recommendations from the Department of Veterans Affairs Hepatitis C Resource Center Program and the National Hepatitis C Program. Am J Gastroenterol. 2009;104:1802-1829. PMID: 19455106