Un texto subjetivo es aquel que muestra la opinión, ideas o sentimientos del emisor (un texto literario, publicitario, coloquial…). Un texto objetivo, por el contrario, es el que muestra una información en la que no intervienen opiniones ni sentimientos (una noticia, un escrito de carácter científico…).

Que un texto sea subjetivo u objetivo se deja ver en una serie de rasgos lingüísticos. Vamos a resumir los más importantes:

PROCEDIMIENTOS PARA EXPRESAR LA OBJETIVIDAD

  1. Predominan las oraciones enunciativas, pues este tipo de oraciones no expresan ningún tipo de emoción o sentimiento. A veces, aparecen interrogativas, pero como inicio de una definición o una explicación ((¿De dónde proviene el ATP? Como veremos en el próximo capítulo, el ATP proviene…).
  2. No interesa especificar el agente de la acción; por eso suelen aparecer oraciones impersonales y pasivas reflejas, así como infinitivos, gerundios y participios (que tampoco tienen sujeto).
  3. Empleo del Indicativo (modo de la objetividad y de la realidad) y el presente atemporal, ya que la ciencia propone leyes de validez universal: (las masas de los elementos químicos que forman un compuesto se encuentran en una proporción constante).
  4. Predominio de la tercera persona. A veces, se usa la primera del plural: Comencemos por ver cómo se construyen nuevas moléculas en el laboratorio
  5. Empleo de adjetivos especificativos, descriptivos y de relación o pertenencia: estructura bidimensional, ácido nucleico. Estos adjetivos son muy importantes desde el punto de vista del significado y no se pueden suprimir.

PROCEDIMIENTOS PARA EXPRESAR LA SUBJETIVIDAD

  1. Empleo de oraciones exclamativas, exhortativas, dubitativas, desiderativas, que indiquen afectividad.
  2. Afirmaciones y negaciones categóricas.
  3. Puede aparecer el modo subjuntivo e imperativo de los verbos.
  4. Uso de la primera persona en los verbos, en los determinantes y en los pronombres: Yo opino, me parece…
  5. Presencia de verbos que indican opinión o sentimiento (creer, sentir, opinar…).
  6. Uso de adjetivos y adverbios valorativos (que valoran la realidad): El tiempo está siendo muy caluroso, incluso molesto…Creo que actuó muy bien.
  7. Uso de recursos expresivos variados (repeticiones, interrogaciones retóricas, ironías, metáforas…).
  8. Uso de un vocabulario afectivo y connotativo (chiquito, cariño…).
  9. En cuanto a la puntuación, uso de puntos suspensivos para expresar duda, temor, continuar palabras malsonantes o dejar la expresión incompleta: Ya se sabe, el que con niños se acuesta…, Hijo de …; del paréntesis para insertar una nota subjetiva por parte del escritor y de las comillas, para subrayar una palabra o varias utilizadas de manera irónica.

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