La listeriosis o listeria es una zoonosis, una infección alimentaria muy grave que los seres humanos pueden contraer al ingerir productos contaminados por ‘Listeria monocytogenes’; normalmente leche cruda, queso elaborado con leche sin pasteurizar, embutidos, patés, quesos poco curados o frescos… Esta bacteria se encuentra en la tierra y el agua y puede crecer incluso a temperaturas frías dentro del frigorífico.
Causas de la listeriosis
Ingesta de alimentos contaminados por ‘L. monocytogenes’
La listeriosis se contrae normalmente por ingesta de alimentos contaminados con la bacteria ‘L. Monocytogenes’. La leche cruda, el queso elaborado con leche cruda, la carne cruda o poco cocinada, las verduras crudas… pueden contener esta bacteria que se desarrolla intracelularmente causando una infección alimentaria muy grave que puede llegar a ser mortal.
listeriosis
El grupo más sensible a la infección y a sus consecuencias son las mujeres embarazadas, que pueden trasmitir la enfermedad al feto durante el embarazo o en el momento del parto; las personas con el sistema inmunitario debilitado y los mayores de 65 años.
Síntomas de la listeriosis
Tardíos
Los síntomas de la listerioris suelen ser tardíos ya que la enfermedad tiene un periodo de incubación de unas cinco semanas. Los primeros signos son:
- Fiebre.
- Diarrea.
- Náuseas.
- Dolores musculares.
Si la infección se extiende al sistema nervioso aparece cefalea , rigidez en el cuello, confusión, pérdida de equilibrio y convulsiones.
Si se complica puede provocar septicemia, infección generalizada de la sangre y meningitis.
Diagnóstico de la listeriosis
Análisis
Un análisis de sangre, de orina o de una muestra de líquido cefalorraquídeo pueden mostrar la infección por ‘L. Monocytogenes’.
Tratamiento y medicación de la listeriosis
Antibióticos
Los antibióticos son la pauta farmacológica para tratar la listeriosis normalmente en asociación de dos y durante tres semanas.
Prevención de la listeriosis
Seguridad alimentaria
La prevención frente a la listeriosis consiste en seguir los dictados de seguridad alimentaria. Si un producto no ha superado el control sanitario veterinario es mejor evitarlo. También es importante seguir unas recomendaciones como:
- Mantener una higiene frecuente del frigorífico.
- Fregar adecuadamente los utensilios tras manipular alimentos crudos.
- No consumir la envoltura o la corteza de los quesos de pasta blanda.
- Hervir la leche cruda antes de consumirla.
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