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El poder de la imaginación: cómo incentivarla y crear nuevas ideas

La imaginación es un elemento clave para crear arte, herramientas y generar innovación, por ello, el balance entre la imaginación y el pensamiento lógico puede generar una vida plena y exitosa.

La imaginación es importante para generar ideas y ser creativo. Cada persona tiene un proceso para desarrollarla. (Foto Prensa Libre: Shutter).

La imaginación es importante para generar ideas y ser creativo. Cada persona tiene un proceso para desarrollarla. (Foto Prensa Libre: Shutter).

La mayoría de las veces cuando se habla de imaginación se piensa en la niñez. Aunque es fundamental en la etapa infantil, también es indispensable en la edad adulta, ya que es clave de la creatividad. Sin embargo, los niños son quienes más saben aprovecharla porque no tienen miedo de seguir sus pensamientos y se dejan llevar por sus ideas.

“Algunos adultos vemos a otros más creativos, artísticos, incluso hasta más libres y nos cuestionamos por qué nosotros no tenemos esa chispa para imaginar realidades distintas. La verdad es que todos tenemos el potencial de imaginación, pero algunos lo han desarrollado más y han logrado un equilibrio entre lo imaginativo y el pensamiento lógico”, explica la psicóloga Andrea Carrillo.

Cuando se es adulto, el pensamiento lógico toma un excesivo valor en las decisiones y esas ideas “fuera de lo común” quedan guardadas por miedo a hacer el ridículo, por no tener autoconocimiento y dudar del potencial de imaginación que se tiene. Lo que hay que tomar en cuenta es que con la imaginación es posible crear arte, herramientas, inventar cosas y pensar científicamente.

La imaginación, ese proceso cognitivo que permite generar representaciones y percibirlas en la mente, puede llevarlo a tener una vida plena y exitosa.

“Todo se logra gracias a la imaginación”

“Hay trabajos que no existen sin imaginación. Por ejemplo, el trabajo de los actores es imaginativo porque construimos una ficción y contamos la historia de un personaje que no hemos visto. Con el guion lo conocemos física y emocionalmente. Luego, en el escenario, le prestamos nuestros sentidos y el cuerpo para que cobre vida. Con ayuda de la escenografía transportamos al público a un lugar específico, pero todo se logra gracias a la imaginación”, relata Juan Pablo Asturias, actor y maestro de teatro.

Según el artista, para lograr tener imaginación y ser creativo hay que ayudar a la mente con conocimientos previos del área que se desee, en este caso del arte. Por ello, durante su tiempo libre dedica muchas horas a la lectura, a ver otras obras de teatro de otros países, disfrutar la música de distintos géneros, ver pinturas, etc. De esta forma logra fomentar su imaginación y tener una idea previa, para mejorarla cuando desee llevarla a cabo.

Durante la niñez se aprovecha más la imaginación porque no se tiene miedo a las ideas fuera de lo común y a confiar en uno mismo. (Foto Prensa Libre: Shutter).

“Hay que aprender de los niños. Ellos ven algo y lo guardan en su mente, luego cuando están jugando lo recuerdan, imaginan y mejoran eso que vieron. Puede ser desde cómo en la caricatura volaban un avión, por ejemplo, al momento de jugar, ellos lo volarán mejor porque agregarán ese elemento extra que es la imaginación. Eso mismo pasa con los adultos, la imaginación nos prepara para ser mejores”, comenta Carrillo.

Cada persona tiene sus pasiones y sus propias áreas en las que destaca, y en todas ellas, la imaginación es un valor añadido. A través de ella se puede expresar la individualidad y plasmar lo que hace única a cada persona. La imaginación es lo que hace avanzar y la que permite nuevas ideas, perspectivas y caminos diferentes.

“Aunque una idea parezca muy pequeña o insignificante hay que prestarle atención. Desarrollarla más y hacerla con pasión, porque esa será la diferencia entre un pensamiento lógico, común y una idea que puede cambiar la forma de ver las cosas para el mundo”, dice Asturias.

La función del cerebro

Según el psiquiatra Gustavo Arévalo, un estudio de la Universidad de Dartmouth señaló que el proceso de imaginar no es simple, porque se involucran aproximadamente 14 áreas del cerebro, toda una red neuronal que manipula conscientemente imágenes, símbolos, ideas y teorías que se tienen previamente en la mente.

Hasta el momento es difícil determinar una estructura definida de cómo sucede el proceso imaginativo en el cerebro, ya que se involucran procesos mentales muy complejos que serían necesarios de descifrar y que habría que asociarlos con las imágenes previas que están en la memoria de cada persona, para recrear la escena mental que se percibe.

Cómo desarrollar la imaginación

Los niños son quienes mejor aprovechan la imaginación porque son libres y se inspiran con pequeños detalles. Pero los adultos también pueden lograrlo mediante entrenamiento y la meditación. La psicóloga Andrea Carillo y el psiquiatra Gustavo Arévalo comparten algunas estrategias para lograrlo:

  • Confíe en su creatividad: Todas las personas somos capaces de generar ideas, confíe en su capacidad y desarrollo de ideas. Pensar que se es creativo no le genera más creatividad, sino que le da confianza para comenzar una idea y en el proceso distinguir cuáles son las mejores para el proyecto que está trabajando.
  • Practique meditación: “Si se fuerza a la mente a ser creativa, más se bloquea. Lo ideal es dejar el pensamiento en blanco y que así poco a poco comiencen a fluir las ideas”, opina Arévalo. Esto se puede lograr mediante ejercicios de respiración o distrayendo la mente con otras actividades que no tengan relación. Lo ideal es tomar el hábito de meditar 20 minutos al día para liberarse de pensamientos impuestos.
  • Baile sin miedo: Mediante esta actividad se genera energía creativa porque los movimientos funcionan como liberadores de estrés y miedo. La expresión corporal oxigena el cerebro. No se trata de aprender una coreografía, sino de escuchar su canción favorita y mover el cuerpo poco a poco. Puede hacerlo frente al espejo o en una habitación sola, con los ojos cerrados.
  • Escriba: Un diario ayuda a dejar fluir los pensamientos y a conocerse más, esto permite liberar miedos y aprender a expresar todo lo que siente. Puede hacerlo por medio de cuentos, poemas o historias sencillas con las que se identifique.
  • Lea: La lectura puede ser fuente de inspiración, sobre todo las novelas o la ficción, porque llevan a la mente a un mundo narrativo lleno de detalles y emociones diferentes. Aunque leer implica más trabajo mental, también se puede optar por ver películas para inspirarse.
La imaginación ayuda a cumplir sueños y visualizar las cosas que se deseen, para que el cerebro las perciba como reales y se motive a lograrlos. (Foto Prensa Libre: Shutter).

¿Cuándo se usa a la imaginación?

La psicóloga clínica Andrea Carrillo enlista los procesos importantes en los que se usa la imaginación:

  • Recordar: el hecho de evocar un recuerdo supone el uso de la imaginación, ya que se traslada hasta la conciencia una escena que no está presente en ese momento. Además, conforme pasa el tiempo se van olvidando detalles que pueden ser complementados con la aportación subjetiva de la persona, cuando se recuerda la escena. “La imaginación ayuda a provocar situaciones que realmente no pasaron y se confunden con la realidad”, dice la psicóloga.
  • Predicción de hechos futuros: La imaginación tiene la finalidad de crear varias opciones basadas en experiencias del pasado. En estas también tienen un rol importante las expectativas y los anhelos al momento de hacer una predicción.
  • Predicción de las reacciones: “La imaginación tiene importancia en los procesos de resolución de problemas, planificación y en la memoria prospectiva. Ayuda a facilitar la adaptación en un entorno nuevo, a crear estrategias para enfrentar los cambios y en dar respuesta a cualquier amenaza que se perciba”, comenta Carrillo.
  • Creatividad: Para ser creativo se necesita un pensamiento no convencional, que ayuda a crear nuevas ideas que tienen como base conocimientos previos, pero que se usaban de forma lineal. Al combinarlo con la imaginación se tendrán resultados que trascienden al anterior, por lo que se innova una idea. La creatividad y la imaginación no funcionan separadas.
  • Cambios de emociones: “En la psicología se usa la técnica de visualización para inducir al paciente emociones positivas o calmar las negativas y así tratar de dar solución a los problemas. Se les pide que cierren los ojos e imaginen algunos escenarios por medio de las palabras evocadoras del especialista”, asegura la psicóloga.
  • Creación de autoimagen: El “yo ideal” está relacionado con la imaginación porque se entiende como el modelo de conducta que se desea aspirar. Esta aspiración se alimenta con atributos que pueden distanciar el “yo real” y dar como resultado una mejor o peor autoestima. De esta forma la imaginación influye en cómo se vive y en la autovaloración.

ESCRITO POR:

Andrea Jumique Castillo

Periodista de Prensa Libre especializada en temas de salud, bienestar y cultura, con 5 años de experiencia.