Cuando descubrimos que nuestra pareja nos ha sido infiel, las primeras reacciones ante esa infidelidad suelen ser cuestionarnos nuestra propia valía, pensar si no hemos sido tan buenos como deberíamos haberlo sido, que no hemos dado lo suficiente, que la persona con quien nos ha engañado supera nuestras cualidades y que por eso nos han reemplazado.

Descubrir una infidelidad de la pareja nos sacude y, para poder afrontarla, es importante permitirse sentir lo que se siente, no negar los sentimientos, escucharse. Sin embargo, también es importante recordar que la infidelidad es algo bastante común y que nada (o quizás poco) tiene que ver con todo eso que se nos pasa por la cabeza.

Por ello, para comprender y superar la infidelidad tendríamos primero que remontarnos un poco más a los orígenes y comprender cómo se ha formado la relación.

La fidelidad (y la infidelidad) es cuestión de voluntad

La fidelidad, lejos de ser una condición natural de nuestra especie por defecto, se debe más a una cuestión de voluntad, es decir, un propósito que uno se pone y que acuerda con otra persona.

A diferencia de otras especies que llevan codificada en su genética toda una serie de conductas a seguir, los seres humanos no tenemos las cosas tan claras. De alguna forma, nuestra inteligencia no nos pone las cosas fáciles, y por el contrario, somos responsables de nuestras propias acciones al tener un gran poder de elección.

Lo cierto es que nosotros somos monógamos por cultura, no por naturaleza. Esto es un hecho que podemos comprobar al observar todas las variedades y combinaciones de relaciones amorosas que existen entre personas en nuestro planeta, desde la poligamia en que uno puede casarse con varias personas a la vez, relaciones abiertas, swingers

Por eso, en realidad las ideas que tenemos sobre el amor y las relaciones vienen muy ligadas a factores culturales y religiosos.

En nuestra cultura tenemos una idea de relación amorosa de pareja basada en la exclusividad y la fidelidad, y en eso de “hasta que la muerte nos separe”. Pero no podemos olvidar que este tipo de relación se basa en un compromiso adquirido, y no en una condición natural.

Desde este enfoque, la infidelidad se basa en el quebrantamiento de este pacto de a dos, vulnerando la confianza que se ha depositado en el otro y de todos esos planes en común.

 

¿Ser fiel en los tiempos del “carpe diem”?

Vivimos actualmente en una sociedad en que todo se está acelerando y tenemos poca tolerancia a la espera y a la frustración. El desarrollo de la tecnología, de internet, de la sobreinformación, todo ello nos hace vivir desde una perspectiva de inmediatez.

Y además, perdemos el sentido de la lucha, de la espera, de la paciencia, de la delicadeza y el cuidado, esa filosofía de “sembrar para luego recoger”.

Eso nos hace regresar a un estilo de vida hedonista, una búsqueda constante de placer y de evitación de sensaciones no tan placenteras, que está conllevando cambios a muchos niveles en nuestra forma de vivir.

La popularidad de frases como “Carpe Diem” o “YOLO” (you only live once, es decir, “sólo se vive una vez”) entre los más jóvenes nos da una pista sobre ello. Esta situación se sobrepone con el ideal de parejas ya consolidadas desde hace años, provocando algunas crisis.

¿Qué hacer ante una infidelidad?

Descubrir una infidelidad en tu relación de pareja es un duro golpe que deja secuelas difíciles de reparar y sin saber qué camino debemos tomar a continuación. Por eso, permítete sentir tus emociones, escúchate, toma un respiro. Afrontar una infidelidad, es posible.

1. Afronta la situación

Es probable que hayas descubierto la infidelidad a través de varias sospechas que te han llevado a indagar sobre si podía estar pasando, o sin haberlo esperado, encontrando la evidencia por sorpresa.

A veces el hallazgo nos deja tan estupefactos que nos da miedo confrontar a nuestra pareja con lo que hemos descubierto, por las consecuencias que inevitablemente sabremos que se producirán a partir de ese momento.

Tómate un tiempo para meditar y sobre todo para calmar tus emociones, pero es importante que, cuando te veas preparado, enfrentes la situación.

2. Habla con tu pareja

Ante una infidelidad es importante poder establecer un diálogo lo más racional posible, pese a las fuertes emociones que se puedan despertar. Por lo tanto, hay que encontrar el momento y el lugar oportuno, sin forzar las cosas, y dando tiempo al tiempo.

Cuando ambas partes se vean dispuestas a ese diálogo, hay que aclarar qué ha pasado. Intenta expresar tus emociones de la mejor forma posible, dale a entender cómo te sientes por haber descubierto que te ha sido infiel y cómo vives la situación. Pero también deja que tu pareja se exprese y que explique su percepción de los hechos y sus motivos para haber llevado a cabo la infidelidad.

Resuelve tus dudas, pero ojo, sin que llegue a la invasión del otro.

3. No te sientas culpable

Tú no tienes la culpa de que tu pareja te haya sido infiel. Esta ha sido una decisión tomada libremente por tu pareja. La infidelidad puede tener muchas causas, como una falta de responsabilidad en cuanto a la relación por parte del miembro de la pareja que la comete, impulsividad, falta de control del deseo...

No obstante, también puede ser que algunos aspectos de vuestra relación hayan influido, y aunque nada justifica una infidelidad, ambos sois responsables de cómo era vuestra relación.

4. Aclarad las cosas

Si una relación se basa en luchar dos personas por unos objetivos en común, es importante replantear cuáles eran o son esos objetivos, qué esperáis el uno del otro, qué ha podido fallar, qué buscáis en una relación, dejar claro en qué puntos coincidís y en cuáles tenéis visiones diferentes.

5. Acepta lo ocurrido

Aceptar que se ha dado una infidelidad, que nuestro ideal se ha caído del pedestal, el desengaño que supone al pensar en todos los planes compartidos con lo que acaba de pasar, es sin duda un paso muy duro. Sin embargo, no queda más remedio que aceptar que ha sucedido.

6. Busca apoyo

En estos momentos es muy importante rodearte de personas que te quieran y en las que puedas confiar. Ellas pueden ayudarte a pasar el mal trago y ofrecerte algunos consejos, si conocen bien tu relación de pareja. No obstante, sé cuidadoso y trata el tema con delicadeza y confidencialidad, y recuerda que, al fin y al cabo, tú eres quien tiene esa relación y la decisión de qué hacer ante la infidelidad reside en ti.

Realiza actividades relajantes y distráete. Tal vez pueda irte bien consultar con algún profesional que te ayude a analizar la situación en la que te encuentras y poner las ideas en orden para tomar la mejor decisión.

7. Perdona u olvida

Puede ser que, tras el acto de infidelidad, la confianza entre vosotros se haya roto por completo y que no veas la posibilidad de seguir la relación sin que las heridas interfieran en el día a día, y que por ello consideres que es mejor no seguir con la relación.

La decisión final a tomar es una cuestión muy personal que sólo tú puedes valorar según el balance que hagas, y puede depender de muchos factores como qué tipo de infidelidad se ha dado, si ha sido algo puntual o algo prolongado en el tiempo, si ha sido puramente sexual o también emocional, o la cantidad de tiempo que llevabais juntos y las cosas que compartís. Al final, como dice Roy Galán en este videopodcast, tienes que valorar si estás en el lugar adecuado en una relación.

Si decides perdonar la infidelidad, es posible que con el tiempo veáis que la vivencia de esta dura experiencia en realidad os ha ayudado a conoceros mejor el uno al otro y vuestras respectivas necesidades. Al fin y al cabo, nadie es perfecto y dar a conocer nuestros errores sin caer en la censura, pese a la decepción que eso pueda implicar en las personas de nuestro alrededor, puede resultar beneficioso a largo plazo.

8. Reconstruid la relación

Si decides continuar con la relación, has de asumir que lo pasado forma parte del pasado y ser capaz de hacer borrón y cuenta nueva. Por eso, todo lo que tenga que ser hablado ha de quedar claro para que interfiera en el futuro de vuestra relación lo mínimo posible.

La relación ha de ser replanteada y comenzar de nuevo, volviendo a establecer un nuevo compromiso, bajo unas premisas renovadas que ambos debéis conocer.

9. Cuida de tu autoestima

En los primeros momentos de conocer la infidelidad, es muy importante que dediques tiempo a hacer cosas que te gusten, que te des algunos caprichos, que te des cuenta de lo que vales, y que veas la totalidad de tu vida más allá de tu relación de pareja.

Sin embargo, no hay mal que por bien no venga y contamos con buenas noticias: varios estudios han descubierto que las personas que han sufrido alguna infidelidad disfrutan de una mayor autoestima y que eso les ha conducido a un mayor crecimiento personal.

10. Tu prioridad eres tú

Tú eres el centro de tu vida, y puedes decidir dentro de lo que puedes cómo quieres que ésta sea. Las acciones que hagan los demás no dependen sólo de ti, no están bajo tu control, y esa es una realidad que tenemos que aceptar y la razón por la cual dejar de culparnos y responsabilizarnos en exceso, siempre y cuando consideremos que hemos actuado de la mejor manera posible.

Al fin y al cabo, tú eres más que cualquiera de las relaciones que tengas con las personas de tu entorno, y eso es algo que nunca debes cuestionarte. Por ello es muy importante conocerte bien, saber qué cosas te hacen feliz y cuáles te duelen, para saber lo que necesitas y darte lo que mejor sea para ti.

Referencias bibliográficas:

Jackman, M. (2015). Understanding the cheating heart: what determines infidelity intentions? Sexuality & Culture, 19, 72-84.

Spring, J. A. (2012). After the affair: Healing the pain and rebuilding trust when a partner has been unfaithful. New York: William Morrow.