ROCA

v. Peña
Deu 32:4 él es la R, cuya obra es perfecta, porque
Deu 32:15 y menospreció la R de su salvación
Deu 32:18 de la R que te creó te olvidaste; te has
Deu 32:31 la r de ellos no es como nuestra R
2Sa 22:2 Jehová es mi r y mi fortaleza, y mi
2Sa 22:32; Psa 18:31 ¿y qué r .. fuera de .. Dios?
2Sa 22:47 viva Jehová, y bendita sea mi r, y
Psa 18:2 r mía y castillo mío, y mi libertador
Psa 19:14 de ti, oh Jehová, r mía, y redentor mío
Psa 27:5 morada; sobre una r me pondrá en alto
Psa 28:1 Jehová, R mía, no te desentiendas de mí
Psa 31:2 mi r fuerte, y fortaleza para salvarme
Psa 61:2 llévame a la r que es más alta que yo
Psa 62:2, 6 él solamente es mi r y mi salvación
Psa 71:3 sé para mí una r de refugio, adonde
Psa 73:26 mas la r de mi corazón y mi .. es Dios
Psa 89:26 eres tú, mi Dios, y la r de mi salvación
Isa 33:16 fortaleza de r será su lugar de refugio
Mat 7:24; Luk 6:48 edificó su casa sobre la r
Mat 16:18 sobre esta r edificaré mi iglesia; y las
Mat 27:51 y la tierra tembló, y las r se partieron
1Co 10:4 bebían de la r .. y la r era Cristo
1Pe 2:8 piedra de tropiezo y r que hace caer


Roca (heb. generalmente sela, “despeñadero”, “roca”, distinguida por su tamaño o altura; tsûr, “roca”, “trozo grande de roca”; sela y tsûr se usan a menudo como sinónimos Num 20:8-11; cf Deu 8:5]; gr. generalmente pétra, “roca”, “piedra”). Con excepción de afloramientos locales de basalto y alguno de arenisca calcárea a lo largo de la costa, lo único que hay en Palestina occidental son rocas calcáreas. Hay numerosos despeñaderos o barrancos (sela), algunos de los cuales tení­an nombres (Jdg 15:11; 21:13). Esta abundancia de rocas proveyeron a los escritores bí­blicos de imágenes sorprendentes y hermosas. Así­, la Roca llegó a ser un nombre de Dios, porque expresa confianza en él y dependencia de él (Deu 32:4; cf 1Co 10:4). El salmista habla de Dios como “la roca de mi salvación” (Psa 89:26; cf 62:2, 7: etc.), “roca de refugio” (Psa 71:3) y “la roca que es más alta que yo” (Psa 61:2). A veces se elegí­an formaciones rocosas elevadas 992 como ubicación de ciudades y fortalezas. Las rocas a menudo proporcionaban refugio (Jdg 20:47; 1Sa 13:6; Jer 48:28; etc.). Nuestro Señor comparó a un hombre que obedece sus instrucciones con uno que construye su casa sobre un fundamento sólido de roca (Mat 7:24). Pablo habla de Cristo como de una “piedra de tropiezo y roca de caí­da” (Rom 9:33), pero en quien pueden confiar todos los que creen. Véase Palestina (VI).

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

hebreo sela, gran piedra, acantilado; tsur despeñadero, risco. Griego petra piedra. En la Biblia generalmente denota piedra o peña grande, inmovible, no trabajada. La r. se utilizaba para construir los sepulcros, Is 22, 16; Mc 15, 46, viviendas, Jb 24, 8; 30, 6; Jc 15, 8; Dt 2, 12, altares, Jc 6, 20: 13, 19, monumentos, Is 7, 12, refugio, Jc 20, 47; 1 S 13, 6, defensas, Sal 31, 12; Is 33, 16, sitio de ejecución, 2 Cr 25, 12; Lc 4, 28.

Las rocas más importantes de las que se hace mención en la Biblia son la r. de Horeb, Ex 17, 6, de Etam, Jc 15, 8, de Rimmón, Jc 20, 45; 21, 13, y de Boses y r. de Semes, 1 S 14, 4.

En la r. fructifica el olivo Jb 29, 6, las águilas hacen su nido, Jb 39, 27, 28, las abejas hacen su panal, Sal 81, 6; Is 7, 19; 10, habitan los conejos, Sal 104, 18; Pr 30, 26, los caballos no pueden cabalgar por ellas y no pueden ser aradas, Am 6, 12.

La r. simboliza la fuerza fortaleza y seguridad. Algunos nombres de personajes bí­blicos se relacionaron con la r., Abraham, a quien lo comparaban con una r., de la que salió Israel, Is 51 1-2; a Pedro, del griego Petros, que significa pequeña piedra, Is 51, 2; y se aplica a Dios, Dt 34, 4; 2 S 22, 32, a quien se designa también como Roca de Israel, Sal 18, 2-3.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

(heb., sela, un acantilado o masa de piedra, tsur, un risco; gr., petra, cualquier piedra). La peña en Horeb que Moisés tení­a que golpear era una tsur (Exo 17:6), a la que él tení­a que hablarle en Cades era una sela (Num 20:8). Una sela muchas veces era una fortaleza natural, como en Rimón (Jdg 20:45, Jdg 20:47). Algunas veces, era una montaña (1Sa 23:25-26). Tsur en Num 23:9 significa un elevado peñascoso. Ambos términos son usados para referirse a Dios: el Señor es mi roca (2Sa 22:2), mi sela y fortaleza (Psa 18:2; Psa 71:3). Al comparar a Dios con otros dioses, la Escritura dice sus tsur no es como nuestra Roca (Deu 32:31; ver también Psa 61:2; Psa 62:2; Psa 95:1). El uso en el NT de petra era tanto lit. como figurado. Edificar sobre la petra daba seguridad a una casa (Mat 7:24-25). El lugar de sepultura del Señor habí­a sido cavado en una petra (Mar 15:46). Jesús hizo una distinción entre Simón el petros y la verdad básica (petra) en la confesión de Pedro, la verdad sobre la cual la ekklesia habrí­a de ser construida (Mat 16:18).

Los creyentes son piedras vivas siendo edificadas en casa espiritual (1Pe 2:5).

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Ver “Piedra” y “Pedro”.

– Se hizo brotar de ellas agua milagrosamente, Ex;17:6, Num 20:10, 1Co 10:4, : (Jue 6:21, 1Re 19:11, Mat 27:51).

– Lugar de refugio, 1Sa 13:6, Isa 2:19, J er.16:16, Ap. 6: I 6.

– Sepulcros en roca, Mat 27:60, Isa 22:16.

– Grabar en Roca, Job 19:24, Ex.32.

15-19,Job 34:1 : (Tablas de Moisés).

– Jesucristo es nuestra “roca”, Ver “Piedra” y “Pedro”.

Diccionario Bí­blico Cristiano
Dr. J. Dominguez

http://biblia.com/diccionario/

Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano

El término hebreo sur señala a grandes peñas, a formaciones rocosas, a aquello del cual están hechas las montañas. La asociación de las ideas de r. y montaña aparece en Job 14:18 (†œCiertamente el monte que cae se deshace, y las peñas son removidas de su lugar†). La palabra transmite la idea de lo inconmovible, grande y fuerte. En el Oriente Medio algunas naciones llamaban r. a sus dioses. Por eso los israelitas comparaban a esos vanos dioses con el Dios de ellos, el eterno y omnipotente, y decí­an: †œPorque la r. de ellos no es como nuestra R.† (Deu 32:4, Deu 32:15, Deu 32:18, Deu 32:30-31, Deu 32:37). Se habla así­ de que Dios es confiable y seguro para los que creen en él. También el término r. comunica la idea de refugio y salvación (†œEn Dios está mi salvación y mi gloria; en Dios está mi r. fuerte, y mi refugio…† [Sal 62:7]; †œSé para mí­ una r. de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, porque tú eres mi r. y mi fortaleza† [Sal 71:3]). Las fortalezas se edificaban sobre alturas de r., por lo cual David dice: †œJehová es mi r. y mi fortaleza† (2Sa 22:2). Esta idea se repite frecuentemente en los Salmos (Sal 18:2; Sal 19:14; Sal 27:5; Sal 28:1; etcétera).

El término sur se utiliza en nombres de personas, como †¢Zur (roca) (Num 31:3, Num 31:8); †¢Zuriel, (mi roca es Dios) (Num 3:35); †¢Zurisadai (el Todopoderoso es Dios) (Num 1:6).
Señor Jesús habló sobre la importancia de construir sobre la r. (Mat 7:24-25; Luc 6:48). Isaí­as predijo acerca del Mesí­as: †œHe aquí­ que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable† (Isa 28:16). Pablo utilizó estas expresiones en Rom 9:33. Pedro también utiliza esas palabras, pero añadiendo otras citas que hablan de que esa r. serí­a †œla piedra que los edificadores desecharon† y †œpiedra de tropiezo, y r. que hace caer† (1Pe 2:6-8; Sal 118:22; Isa 8:14-15; Hch 4:11). †¢Piedra del ángulo.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

—>Piedra

FERNANDEZ RAMOS, Felipe (Dir.), Diccionario de Jesús de Nazaret, Editorial Monte Carmelo, Burbos, 2001

Fuente: Diccionario de Jesús de Nazaret

En el hebreo original, las Escrituras utilizan dos palabras para diferenciar una roca (tsur) de un peñasco (sé·la`). Ambas se emplean tanto en sentido literal como figurado. En 2 Samuel 22:2, 3 y en el Salmo 18:2 se hace un paralelo entre las dos: †œJehová es mi peñasco […] Mi Dios es mi roca†.
La Biblia conserva los nombres de ciertos peñascos y rocas; por ejemplo, los hombres de Gedeón mataron al prí­ncipe madianita Oreb en la roca de Oreb, que seguramente derivó su nombre de este incidente. (Jue 7:25; Isa 10:26.) También se menciona el peñasco de Etam, donde Sansón vivió por un tiempo (Jue 15:8), y los peñascos dentados de Bozez y Sené, donde Jonatán y su escudero atacaron a una avanzadilla filistea. (1Sa 14:4, 5.) En Meribá, que estaba en las inmediaciones de Qadés (habí­a otro lugar llamado Meribá cerca de Refidim, en la región montañosa de Horeb; Ex 17:7), Moisés y Aarón, cansados del pueblo, no santificaron a Jehová cuando sacaron agua de un peñasco para la asamblea. (Nú 20:11-13; Sl 106:32, 33; véanse MASAH; MERIBí núms. 1 y 2.)

Uso figurado. El término †œroca† designa en sentido figurado las cualidades de Jehová como Padre de Israel (Dt 32:18), plaza fuerte (2Sa 22:32, 33; Isa 17:10), altura segura, refugio de su pueblo (Sl 62:7; 94:22) y su salvación (Dt 32:15; Sl 95:1). También ha habido quienes se han dirigido a dioses falsos como su †œroca†. (Dt 32:37.) Hay otros ejemplos en los que el término †œroca† representa en general un lugar de seguridad, protección y refugio. (Isa 2:10, 19, 21.) En Isaí­as 8:14 se hace referencia a Cristo Jesús como una †œroca† sobre la que tropezarí­an †œambas casas de Israel†. (Compárese con Mt 21:42-44.)
En la ilustración de Jesús acerca del sembrador se usa el adjetivo griego pe·tro·des (del sustantivo pé·tros) para designar los pedregales sobre los que cayeron algunas semillas. (Mt 13:3-5, 20.) Pé·tros se emplea como nombre propio: †œPedro†. (Jn 1:42.) El Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento (de W. E. Vine, 1986, vol. 3, pág. 181) dice acerca de este término: †œPetros denota un trozo de roca, una piedra o canto, en contraste a petra, una masa rocosa†. Algunas versiones católicas reconocen en sus comentarios sobre Mateo 16:18 que pé·tra significa †œroca, peñasco†, mientras que pé·tros †œsignifica más bien †˜piedra†™, †˜guijarro†™† (CI, nota), y que †œpétra (gr.) [es una] roca grande adherida al monte o la tierra, en oposición a pétros (gr.), que es una piedra suelta, pequeña, que se puede coger con la mano† (Leal, nota). Ejemplos de este significado los hallamos en la Ilí­ada, donde Ayax arroja una piedra a Héctor (VII, 270) y Patroclo toma en su mano una piedra erizada de puntas (XVI, 734).
El adjetivo griego tra·kjýs, que significa †œescarpado† (Lu 3:5), se utiliza en Hechos 27:29 para referirse a escollos dentados y desiguales.
Otra palabra griega, spi·lás, hace referencia a una roca o escollo escondido bajo el agua. Judas la emplea como ilustración de ciertos hombres que se habí­an introducido disimuladamente en la congregación cristiana con motivos corruptos. Tal como las rocas escondidas eran una amenaza para los barcos, esos hombres constituí­an un verdadero peligro para los demás de la congregación. Judas dice de ellos: †œEstos son las rocas escondidas bajo agua en sus fiestas de amor mientras banquetean con ustedes†. (Jud 12.)
Si se desea considerar Mateo 16:18, véase MASA ROCOSA.

Fuente: Diccionario de la Biblia

tsuí†r (rWx , 6697), “roca; muro de piedra; acantilado; colina rocosa; montaña; terreno rocoso; peña; peñasco”. Se encuentran cognados de este vocablo en amorreo, fenicio, ugarí­tico y arameo. Sin contar los que se encuentran en nombres de personas y lugares, el término aparece 70 veces en hebreo bí­blico y durante todos los perí­odos. Primero, tsuí†r quiere decir “muro de piedra” o “acantilado”. Es esto lo que quizás Moisés golpeó con su vara en Exo 17:6 (rva): “He aquí­, yo estaré delante de ti allí­ sobre la peña de Horeb. Tú golpearás la peña, y saldrá de ella agua”. Tiene el mismo sentido cuando dice que Dios escondió a Moisés en la hendidura de una “peña” (Exo 33:21-22). Segundo, el vocablo a menudo significa “cerro rocoso” o “montañas”. Este énfasis es muy evidente en Isa 2:10, 19 (rva): “Métete en la roca; escóndete en el polvo †¦ Los hombres se meterán en las cavernas de las peñas y en las aberturas de la tierra”. Un vigí­a percibe a alguien que se aproxima desde “la cumbre de las peñas †¦ desde las colinas” (Num 23:9 rva). La “roca” (montes o colinas) que fluyen miel y aceite es figura de la abundante y rebosante bendición de Dios (Deu 32:13). La “roca” o “montaña” es figura de seguridad (Psa 61:2), de firmeza (Job 14:18) y de algo que perdura (Job 19:24). Tercero, tsuí†r puede significar terreno rocoso o tal vez una “roca” grande y plana: “Y Rizpa hija de Ayí­as tomó una manta de cilicio y se la tendió sobre una roca” (2Sa 21:10 rva; cf. Pro 30:19). Cuarto, en algunos pasajes el término quiere decir “peña, peñasco, canto” de tamaño suficiente como para servir de altar: “Y subió fuego de la peña, que consumió la carne y los panes sin levadura” (Jdg 6:21 rva). “Roca” sirve con frecuencia para ilustrar cómo Dios defiende y sustenta a su pueblo (Deu 32:15). En algunos casos el nombre es un epí­teto o nombre significativo de Dios (Deu 32:4) o de dioses paganos: “La roca de ellos no es como nuestra Roca [Dios]” (Deu 32:31 rva). Finalmente, Abraham es la “roca” de la cual Israel se talló (Isa 51:1).

Fuente: Diccionario Vine Antiguo Testamento

Nota: Para petra, traducido “roca” en Mat 7:24 (RVR; RV: “peña”); v. 25 (RVR; RV: “peña”); 16.18 (RVR; RV: “piedra”); Luk 6:48 (RVR; RV: “peña”); Rom 9:33 (RVR; RV: “piedra”); 1Co 10:4 (RVR, dos veces; RV: “piedra”, dos veces); 1Pe 2:8 (RV, RVR); “rocas” en Mat 27:51 (RVR; RV: “piedras”), véase PEí‘A.

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento

Cuando identifica Pablo al Señor Jesús con la roca del desierto (ICor 10,4), reúne dos temas hasta entonces distintos. Dios es la “roca de Israel” (2Sa 23,3); de la roca, signo de aridez, hace Dios brotar el agua que da la vida.

1. Dios, sólido como la roca. La dureza de la roca la convierte parael fugitivo en un refugio seguro como la *montaña. El hueco de la roca ofrece abrigo y salvación (Jer 48, 28). A Dios se le llama la roca de Israel porque es quien le proporciona la salvación. Los tí­tulos divinos que van de la mano con éste, subrayan este sentido: Dios es ciudadela, refugio, muralla, escudo, torre fuer-te, abrigo (2Sa 22,2; Sal 18,3.32; 31,4; 61,4; 144,2); en él hay que poner la *confianza, pues es la roca eterna (Is 26.4; 30,29) y única (44, 8). Abrigo seguro, la roca es también fundamento sólido: Dios es roca por su *fidelidad (Dt 32,4; Sal 92, 16). El que tiene fe en él no vacilará (Is 28,16), pero el que se niegue a apoyarse en esta roca tropezará con ella y se quebrará contra la piedra de *escándalo (ls 8,14). En el NT es Cristo la *piedra de fundamento (Rom 9,33; IPe 2,6ss); el que escucha su palabra *edifica sobre la roca (Mt 7,24). *Pedro, roca sobre la que está fundada la Iglesia, participa de esta estabilidad (Mt 16,18).

2. La roca bajo la mano de Dios. La roca, sobre la que nada brota, es sí­mbolo de la *esterilidad. *Abraham era una roca, pues estaba *solo antes de que Dios lo bendijera y multiplicara (Is 51,2; cf. Mt 3,9). La existencia del pueblo de Israel, tallado en esta roca, es signo de la omni*potencia de Dios. Bajo su *mano las rocas de Palestina producen mieses (Dt 32,13); más aún, en el *desierto de la aridez Dios testimonia su dominio de las criaturas ante nuestros ojos reacios, haciendo brotar el lí­quido del suelo árido: el agua brota de la roca de Meriba (Ex 17,6; Núm 20,10s).

En esta *obra de Dios ve la piedad una anticipación de las maravillas escatológicas (Sal 78,15-20; 105, 41; Is 43.20). Dios puede, en efecto, triunfar de los *corazones sordos a las amonestaciones proféticas (Jer5,3; Ez 36,26). Este milagro de gracia se realiza en el Evangelio: Jesús, sobre quien ha reposado el Espí­ritu, abre a los suyos el manantial del *agua viva dándoles el *Espí­ritu (Jn 7,37ss; 19,34); es la roca del pueblo nuevo que marcha hacia la liberación. Ya en el AT, dice Pablo, era la roca de la que el pueblo sacaba las verdaderas *bendiciones del desierto (lCor 10,4), y es aquel por el que podemos mantenernos de pie, no por una seguridad humana, sino por la gracia del Dios fiel (10,12s).

-> Desierto – Fuerza – Sombra – Piedra – Poder.

LEON-DUFOUR, Xavier, Vocabulario de Teologí­a Bí­blica, Herder, Barcelona, 2001

Fuente: Vocabulario de las Epístolas Paulinas

Las principales palabras son las hebreas selaʿ, «elevación», y ṣûr, «lo afilado», y la griega petra. Además, se usan la palabra hebrea ʾeḇen y la palabra griega lizos para «piedra».

Desde el principio de su historia, Israel estaba consciente de la seguridad que podían encontrar en Dios, y de su ayuda (Gn. 49:24; Sal. 78:35). David puso a prueba al Señor muchas veces, encontrando en él su segura defensa (Sal. 18:2; 28:1; 62:2). Pablo se refiere a Cristo como la Roca que les refrescaba espiritualmente en el desierto (1 Co. 10:4). En cuanto a esto, véase H. St. J. Thackeray, The Relation of St. Paul to Contemporary Jewish Thought, pp. 204–212.

El AT contiene indicaciones (Is. 28:16) y predicciones (Dn. 2:44, 45) de una naturaleza mesiánica que incluyen a uno que iba a venir e iba a ser rechazado por su propio pueblo (Sal. 118:22). Aquello que se dice de Jehová Dios, que sería piedra de tropiezo y roca de escándalo para Israel (Is. 8:14) se cumplió específicamente en Cristo (Ro. 9:32, 33). Jesús de Nazaret fue piedra de tropiezo para su propia nación debido a que se negó a asumir el papel de Mesías político. En cambio, se presentó como el siervo sufriente (1 Co. 1:23). En la resurrección, Dios tomó la piedra desechada—piedra viva (1 P. 2:4)—y la hizo fundamento (1 Co. 3:11), principal piedra del ángulo (Lc. 20:17; Hch. 4:11; Ef. 2:20; 1 P. 2:7) de un nuevo edificio, la iglesia de Cristo, en la cual todos los creyentes tienen su lugar como piedras vivas (1 P. 2:5).

La piedra aparece tanto en un contexto de juicio como de salvación (Dn. 2:34, 35; Lc. 20:18), describiendo por su tamaño y peso lo inevitable de la destrucción de aquellos que repudiaron al Hijo de Dios.

En general, la figura de la roca o piedra aplicada a Cristo da la idea de permanencia (Heb. 13:8) y de su carácter de indispensable como base para la vida redimida (1 Co. 3:11). También anuncia la amplitud y fuerza del futuro reino mesiánico (Dn. 2:35, 44).

Acerca de la alusión en Mt. 16:18, véase Pedro.

Everett F. Harrison

Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (543). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.

Fuente: Diccionario de Teología