Diferencias entre burro y asno

Las particularidades lingüísticas de cada región de España y de los países hispanoparlantes también se hacen notar en los nombres de los animales. Por ejemplo, es común que a veces nos preguntemos si existen diferencias entre burro y asno, y entre mulas y burros, o si son diferentes nombres para el mismo animal. A simple vista, realmente puede resultar difícil diferenciar algunos animales, principalmente cuando están emparentados.

Entonces, ¿existen diferencias entre burro y asno?

¡No! Lo cierto es que no hay diferencias entre burro y asno, porque se trata del mismo animal. Los términos ‘asno’ y ‘burro’ son solo diferentes maneras de denominar a una especie de equino llamada Equus africanus asinus.

‘Asno’ deriva del término asinus, mientras ‘burro’ proviene de la palabra ‘burricus’. Estos términos del latín eran empleados para denominar a los ‘pequeños caballos’ que mostraban extraordinaria fuerza y resistencia,  a pesar de no ser poseedores de la belleza o elegancia de los caballos.

Los burros o asnos fueron históricamente empleados como animales de carga en los campos productivos y granjas. Gracias a su resistencia física y gran capacidad de adaptación a diferentes condiciones climáticas, su población se ha extendido por prácticamente todo el mundo.

Físicamente, el burro o asno se caracteriza por un cuerpo compacto, con una altura promedio de 1.50m y perfil ligeramente rectangular. También destaca unas largas orejas, una cola fina con un pequeño penacho en su extremo, y la crin corta. Su pelaje suele tener una textura algo áspera, pudiendo exhibir diferentes longitudes y tonalidades de gris, pardo, marrón o negro.

Si bien no existen diferencias entre burro y asno, si las hay entre mulas y burros. En este caso, no hablamos de diferencias lingüísticas, sino que estamos frente a diferentes especies.

La mula también es parte de la familia de los équidos, pero se trata de un animal híbrido que resulta del cruce entre una yegua y un burro. Su nombre deriva del término latín mulus, que originalmente fue empleado para designar cualquier animal generado a partir del cruce de dos especies de equinos diferentes.

El cuerpo de las mulas es compacto, robusto y algo redondeado, pudiendo resultar estéticamente parecidas a los asnos. Para diferenciarlos, podemos mirar la cola de la mula, que es de inserción alta y está cubierta de pelos (similar a la de los caballos).

Casi todas las mulas nacen estériles y, cuando eventualmente una mula es fértil, suele generar crías con deformaciones o muy débiles. La supervivencia de las mulas depende, en consecuencia, de las dos especies involucradas en su generación.