ASNO

latí­n asinus. Animal solí­pedo doméstico, de menor tamaño que el caballo, de orejas largas. Como todo primogénito, debí­a ser consagrado a Yahvéh el primero nacido del asno, debí­a rescatarse con un cordero o, de lo contrario, desnucarlo Ex 13, 13 y 34, 20. El a. es animal impuro, pero en el sitio que Hadad, rey de Aram, puso a Samarí­a, se comió carne de a., y una cabeza de este animal llegó a valer ochenta siclos de plata, 2 R 6, 25. Desde muy antiguo se domesticó el a. y fue muy útil en diferentes labores, por lo que siempre se le menciona dentro de los bienes de los antiguos junto con los demás ganados Gn 12, 16; 30, 43. Prestaba servicios como el trasporte Ex 4, 20; Jc 1, 14; 1 S 25, 20, movilización de carga y mercancí­as Gn 42, 26, y animal de tiro Dt 22, 10; el a. fue usado para la guerra 1 S 16, 20. Por estas razones, tener asnos significaba buena posición económica Jc 5, 10; 10, 4; 12, 14; Jb 1, 3; 42, 12; el rey David, dentro de la organización de su reino, tení­a a Jejdeí­as a cargo de las asnas 1 Cro 27, 30.

El profeta Zacarí­as anuncia que el Mesí­as como los prí­ncipes antiguos, hará su entrada triunfal en Jerusalén en un borrico Za 9, 9, oráculo que se cumple el dí­a de ramos, tal como se lee en Mt 21, 2-7. ® Onagro.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

ver ANIMALES

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Borrico, pollino. Un animal humilde, pero de nobleza. En un asno entró Jesús triunfante en Jerusalén el Domingo de Ramos, como la habí­a profetizado Zac, 9:99.

(Mat 21:5, Luc 19:35).

En el pesebre de Belén se supone que estaba el asno en el que José llevó a Marí­a desde Nazaret.

Diccionario Bí­blico Cristiano
Dr. J. Dominguez

http://biblia.com/diccionario/

Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano

Cuadrúpedo, de la familia de los équidos, al igual que el caballo. Cuando es joven se le llama pollino. Es muy apreciado en el Oriente. Se le considera oriundo de Arabia. Es uno de los animales más mencionados en la Biblia, en la cual no abundan pasajes denigratorios sobre él, sino casi siempre señalando su utilidad. Se menciona a menudo como sí­mbolo de riqueza el tener muchos a. (Gen 24:35; Job 1:3). Su crianza era tan importante que David tení­a un funcionario con la responsabilidad de cuidar sus a. (1Cr 27:30). Su pérdida era algo muy lamentable (Deu 28:31; 1Sa 9:3).

Era la cabalgadura que utilizaban jueces, sacerdotes, reyes y personas de importancia (Jue 5:10), siendo el caballo reservado sólo para la guerra. Por eso el Mesí­as vendrí­a †œsobre un pollino de a.† (Zac 9:9; Mat 21:7). Faraón dio a Abraham a. (Gen 12:16) y éste †œenarbaldó su a.† para ir a llevar a su hijo Isaac al sacrificio (Gen 22:3). El a. era el animal de carga por excelencia, especialmente para los nómadas. Los hermanos de Jacob lo usaron cuando fueron a Egipto a buscar comida (Gen 42:26). Serví­a también para faenas agrí­colas, especialmente para arar, pero estaba prohibido uncirlo junto con un buey (Deu 22:10). Algunos pueblos antiguos gustaban de la carne de a. pero a los israelitas les estaba prohibido (Lev 11:1-8). Se menciona varias veces al a. salvaje (Equus hemionus), que era bastante común en los desiertos de Israel (Job 6:5; Job 39:5; Sal 104:11). Nombre cientí­fico: Equus asinus. †¢Animales de la Biblia.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, FAUN CUAD LEYE En oriente el asno ha tenido siempre el lugar que el caballo ha tenido en las naciones de Europa. Es allí­ un animal mucho más noble, y se declara que es muy inteligente (cp. Is. 1:13). Es muy valorado y muy bien tratado. Se usaba como montura tanto de hombres como de mujeres, y para transportar cargas. Con frecuencia se enumeran los asnos entre los bienes (Gn. 12:16; Jb. 1:3; 42:12; Esd. 2:67; Neh. 7:69). Hay cinco palabras hebreas utilizadas para el asno doméstico y el silvestre, refiriéndose a su fuerza o a su color. Los “asnos blancos” (Jue. 5:10) siguen siendo muy apreciados en Oriente. En ciertos lugares la carne del asno es muy apreciada como alimento, pero estaba prohibida como impura para los judí­os. Sin embargo, se comió en la terrible hambre que hubo en el asedio de Samaria (2 R. 6:25). El asno montés es muy indómito y rápido. Raras veces se puede domar. Es así­ un emblema adecuado del hombre en su estado natural (Jb. 11:12). Jehová le preguntó a Job: “¿Quién echó libre al asno montés, y quién soltó sus ataduras?” (Jb. 30:5; cp. Jer. 2:24; Dn. 5:21).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Los semitas seminómadas utilizaban preferentemente el asno. Entre los israelitas era el animal doméstico de montura más estimado (cf. Gén 22, 3-5). Era también animal de carga (Gen 42,26). El caballo lo era como animal de guerra; el asno, como animal de paz. Por eso Jesús, al entrar en Jerusalén montado en un asno (Mt 21,2-7; Mc 11,2-7; Lc 19,30-35; Jn 12,14), quiere dar a entender que viene proclamando la paz y que El es el soberano de la paz.

E. M. N.

FERNANDEZ RAMOS, Felipe (Dir.), Diccionario de Jesús de Nazaret, Editorial Monte Carmelo, Burbos, 2001

Fuente: Diccionario de Jesús de Nazaret

(heb. jamóhr; ´a·thóhn, †œasna†; `á·yir, †œasno adulto†; gr. ó·nos; o·ná·ri·on, †œpollino†).
Mamí­fero ungulado de la familia de los équidos, más pequeño y de crin más corta que el caballo, pero de orejas más largas. Su cola está cubierta por completo de pelaje corto, con la excepción del extremo, que tiene crines largas. Puesto que sus pequeños y afilados cascos hacen que su paso sea más seguro que el del caballo, está mejor adaptado para el terreno montañoso y agreste que es tan común en Palestina. A pesar de que la estupidez y terquedad del asno son proverbiales, se le considera más inteligente que el caballo, y es una criatura paciente y sufrida que, al igual que otros animales, con frecuencia ha sido ví­ctima del abuso del hombre.
Desde antaño se ha utilizado el asno (Equus asinus) como bestia de carga, medio de transporte y animal de tiro. En las Escrituras se le menciona por primera vez en conexión con Abrahán. (Gé 12:16; 22:3; Jos 15:18; 2Cr 28:15; Isa 30:24.) Cuando Jacob comparó a su hijo Isacar con un asno, seguramente lo hizo pensando en el trabajo duro que efectúa ese animal al llevar sus pesadas cargas. (Gé 49:14.) Por otra parte, se habla del deseo sexual de los asnos para indicar que el reino de Judá se prostituyó con las naciones. (Eze 23:20.)
En una de sus visiones, el profeta Isaí­as vio †œun carro de guerra de asnos†. (Isa 21:7.) Esta expresión indica que al asno también se le usaba para la guerra, probablemente como animal de carga o quizás también para transportar a los guerreros hasta el mismo lugar de la batalla. Es interesante que el historiador griego Heródoto (IV, 129) menciona a este respecto el uso de asnos en el ejército persa.
La Ley establecí­a que el asno era un animal inmundo. Por ello, teniendo en cuenta que todos los primogénitos le pertenecí­an a Jehová pero que al primogénito de un asno no se le podí­a sacrificar, habí­a que redimirlo sustituyéndolo por una oveja o quebrarle la cerviz. (Ex 13:13; 34:20.)
Como consecuencia del hambre tan severa que pasó Samaria durante el sitio del rey Ben-hadad, las personas no solo comieron carne de asno, a pesar de ser inmunda, sino que hasta la parte menos comestible, la cabeza huesuda y con apenas carne, llegó a ser un alimento de lujo que costaba 80 piezas de plata (si eran siclos, 176 dólares [E.U.A.]). (2Re 6:24, 25.)
La ley de Dios prescribí­a que se diera un trato humanitario tanto al asno como a los demás animales domésticos: si un asno estaba echado bajo el peso de su carga, tení­a que ser librado de ella, y no estaba permitido poner juntos en un mismo yugo a un asno y un toro. (Ex 23:5; Dt 22:10.) Al ser inferior en tamaño y fuerza y, además, de naturaleza diferente, un yugo desigual hubiera resultado en sufrimiento para el asno.
Si se tiene presente que los israelitas consiguieron un botí­n de guerra de unos 61.000 asnos como resultado tan solo de su enfrentamiento contra los madianitas, es de suponer que en conjunto tuviesen una gran cantidad de estos animales. (Nú 31:3, 32-34.) Por otra parte, la mención que suele hacerse de ellos en las Escrituras parece indicar que casi toda familia tení­a uno. (Dt 5:21; 22:4; 1Sa 12:3.) Teniendo en cuenta que, según estimaciones, por cada seis varones —sin contar los esclavos y los cantores— que regresaron con Zorobabel del cautiverio babilonio habí­a un asno, el cálculo estarí­a más que justificado. (Esd 2:1, 2, 64-67; Ne 7:66-69.) El hecho de que un asno conoce por instinto su lugar en relación con el hombre, sirvió de ejemplo para censurar el comportamiento infiel del pueblo de Israel, que no supo reconocer su lugar en relación con Jehová. (Isa 1:3.)
Cuando un asno morí­a, sencillamente se le arrastraba fuera de la ciudad y se arrojaba su cuerpo al montón de desperdicios. Valiéndose de esa imagen, el profeta predijo la degradación del orgulloso e infiel Jehoiaquim, hijo de Josí­as, el rey de Judá: †œCon el entierro de un asno será enterrado, con un llevar arrastrando y un echar afuera, más allá de las puertas de Jerusalén†. (Jer 22:19.)
Tanto hombres como mujeres, e incluso los israelitas más ilustres, cabalgaron sobre asnos. (Jos 15:18; Jue 5:10; 10:3, 4; 12:14; 1Sa 25:42.) Salomón, hijo de David, fue cabalgando sobre la mula de su padre, la prole hí­brida de un asno, hasta el lugar donde se le iba a ungir como rey. (1Re 1:33-40.) Por lo tanto, fue apropiado que Jesús, quien era mayor que Salomón, cumpliese la profecí­a de Zacarí­as 9:9 cabalgando, no sobre un caballo, sino sobre un pollino †˜sobre el cual nadie de la humanidad jamás se habí­a sentado†™. (Lu 19:30, 35.)
Hay quien opina que los relatos de los evangelios acerca del animal sobre el que Jesús cabalgó cuando entró triunfalmente en Jerusalén no están de acuerdo. Marcos (11:7), Lucas (19:35) y Juan (12:14, 15) indican que Jesús cabalgó sobre un pollino o un asno joven, pero no dicen que también hubiese un asna. Sin embargo, Mateo (21:7) escribe que los discí­pulos †œtrajeron el asna y su pollino, y pusieron sobre estos las prendas de vestir exteriores de ellos, y él se sentó sobre estas†. Es obvio que Jesús no se sentó sobre los dos animales, sino sobre las prendas de vestir que se habí­an colocado encima del pollino. Así­ pues, ya que no cabalgó sobre el asna, sino sobre su pollino, Marcos, Lucas y Juan no hacen ninguna referencia en sus relatos a que también hubiese un asna.

Asno salvaje. El asno salvaje (heb. `a·róhdh; arameo, `arádh) se distingue del doméstico, no por su apariencia, sino por su disposición salvaje e indisciplinada, lo que armoniza plenamente con la indicación bí­blica de que es un animal con las †˜ataduras desatadas†™. (Job 39:5.)
El asno salvaje (Equus hemionus) mora en la llanura desértica y la †œregión salada†, lejos del bullicio de las poblaciones. Instintivamente evita los lugares que habita el hombre, por lo tanto †œno oye los ruidos del que caza al acecho†. Esto no significa que no oiga bien; al contrario, es sumamente cauteloso debido a sus agudos sentidos del oí­do, vista y olfato. Si se le tratase de cazar al acecho, saldrí­a huyendo con la máxima rapidez. Los asnos salvajes migran sin cesar en busca de hierba verde, incluso explorando zonas montañosas para conseguir pasto. Se alimentan de †œtoda clase de planta verde†, y consumen hasta las raí­ces. La sal también constituye parte de su alimentación. (Job 39:5-8.) El que el asno salvaje prefiera una vida libre y sin restricciones, lejos de donde habitan los humanos, ayuda a entender el hecho de que †˜Nabucodonosor morara con los asnos salvajes†™ durante sus siete años de locura. (Da 5:21; véase CEBRA.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

1. onos (o[vno”, 3688) es la palabra usual para denotar asno. Se usa en Mat 21:2,5,7; Luk 13:15; 14.5; Joh 12:15: En Joh 12:14 aparece onarion, su diminutivo. Véase ASNILLO.¶ 2. jupozugion (uJpozuvgion, 5268), lit.: bajo yugo (jupo, debajo; zugos, yugo). Se utiliza como una descripción alternativa del mismo animal (Mat 21:5), donde se hallan ambas palabras juntas. “He aquí­, tu Rey viene a ti, manso y sentado sobre una asna, sobre un pollino, hijo de animal de carga (jupozugion)”. Fue sobre el pollino que se sentó el Señor (Joh 12:14). En 2Pe 2:16 se usa de la asna de Balaam, “muda bestia de carga”. Véanse ANIMAL, BESTIA, CARGA.¶

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento