Las conocidas pandillas callejeras Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18 están detrás de la mayoría de las redes de extorsión en el Triángulo Norte. El desarrollo de sus estructuras criminales a lo largo de los años ha ido de la mano del auge de la extorsión.

Tanto la MS13 como Barrio 18 se subdividen en células conocidas como “clicas” o “tribus”. Las clicas son las unidades básicas y más importantes de la pandilla y representan la familia inmediata de los pandilleros —muchos de los cuales son jóvenes de sectores pobres y marginados que buscan un sentido de pertenencia, así como un medio para ganarse la vida.

*Esta investigación sobre la extorsión en el Triángulo Norte se llevó a cabo como parte de un proyecto conjunto con The Global Initiative.

Las clicas son semiautónomas y no están necesariamente atadas a una estructura formal, lo que les permite cierto nivel de independencia en el control de sus carteras criminales, que incluyen actividades como el microtráfico, el robo de automóviles, la prostitución, el tráfico de personas, la trata, el tráfico de armas, el sicariato, el lavado de dinero y la extorsión. La extorsión y el tráfico de drogas a nivel local (ya sea controlándolo o cobrando impuestos sobre él) representan sus fuentes de ingresos más significativas.

Sin embargo, el grado de independencia de las clicas es variable y depende principalmente de la geografía, el tejido social y la composición política de los lugares donde cada una opera. También puede depender de las historias personales de los jefes de cada pandilla y de su relación con otros jefes. Las grandes diferencias en el tamaño de las clicas y su respectiva sofisticación criminal también se deben, en parte, a su condición de grupos semiindependientes.

Por debajo de las clicas están los llamados colaboradores, los cuales se dividen en “paros” y “chequeos”, quienes usualmente son menores de edad que no hacen parte de la pandilla formalmente. Los paros suelen realizar trabajos menores como comprar el mercado, tarjetas SIM o comida para la pandilla. Los chequeos, también llamados “postes”, ocupan un peldaño superior, y suelen llevar a cabo tareas como esconder dinero y vigilar los movimientos de la policía.

Varias clicas pueden constituir lo que la MS13 llama un “programa” y lo que Barrio 18 denomina “cancha”. Las clicas que hacen parte de un programa suelen tener más control y atienden a las demandas del líder del programa, conocido como “corredor”. Aún más, las clicas más grandes pueden eventualmente controlar clicas más pequeñas y formar sus propios programas. Sin embargo, en última instancia la lealtad se le debe a la clica, y los pandilleros dicen que el programa “es sobre todo un medio por el cual los líderes de más alto rango de la pandilla canalizan las comunicaciones, organizan su economía criminal, e imparten órdenes relacionadas con la estrategia y la dirección”.

Los programas responden a un consejo directivo denominado “ranfla” o “mesa”, dependiendo de la ubicación geográfica. Estos consejos están conformados por los miembros más experimentados y respetados de las pandillas, y la mayoría se encuentran encarcelados, lo cual indica el papel que cumplen las prisiones como base de operaciones de las diversas economías criminales de las pandillas. Aunque en algunos casos los miembros del consejo han intentado ejercer un mayor control sobre la logística de la pandilla, estos intentos han sido infructuosos.

En la parte superior de la jerarquía se encuentran los “palabreros”, líderes de programas o de la ranfla nacional que trabajan desde las prisiones o fuera de ellas y son responsables de coordinar todas las actividades delictivas, de las cuales la extorsión es una de las más importantes.

Aunque la MS13 y Barrio 18 son similares en términos de estructura, existen diferencias entre las dos pandillas, y se cree que la MS13 es en general más sofisticada. Por ejemplo, las autoridades de Guatemala le dijeron a InSight Crime que la MS13 se había convertido en una empresa criminal mucho más refinada que Barrio 18.

*Esta investigación sobre la extorsión en el Triángulo Norte se llevó a cabo como parte de un proyecto conjunto con The Global Initiative.