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UNIVERSIDAD ADVENTISTA DE BOLIVIA FACULTAD DE TEOLOGÍA EL REMANENTE Y EL MENSASE DE LOS TRES ÁNGELES MONOGRAFÍA PRESENTADA EN CUMPLIMIENTO PARCIAL DE LOS REQUISITOS DE LA MATERIA DE TTTH 0742 TEOLOGÍA SISTEMÁTICA II POR RAFAEL BAMPI DE OLIVEIRA VINTO, COCHABAMBA MAYO 2012 INTRODUCCIÓN En el descorrer de la historia Dios siempre tuvo un pueblo, representante suyo, que de diversas maneras fue incumbido de dar a conocer al mundo al Dios a quien sirven mediante la testificación. No siempre en la historia ese remanente le fue fiel. Tal infidelidad llevó a Israel el pueblo de Dios, a pasar cuatrocientos años en servidumbre en Egipto y otros setenta en Babilonia sin contar los diversos castigos recibidos por ese mismo pueblo. La Biblia muestra que surgiría un remanente en el fin del tiempo del fin que pregonaría al mundo el mensaje preparatorio para la segunda venida de Cristo. Ese remanente llegaría a tener un mensaje especial a dar al mundo, el mensaje de la última advertencia a la raza caída. Tal como expresado en el capítulo 14 de apocalipsis. Ese mensaje está simplificado en el mensaje revelado a Juan de los tres ángeles. El objetivo de ese estudio es profundizar el conocimiento del remanente profetizado y el mensaje a ser predicado en los días de hoy, los tres mensajes evangélicos. CAPÍTULO I EL REMANENTE EN EL ANTIGUO TESTAMENTO Remanente viene de la palabra “heb. […] she'âr y términos derivados; yether, "lo que queda [sobra]", "remanente", "resto"; gr. léimma, katáleimma, loipós, "lo que sobra [queda]”1 “La elección de Israel como el elegido pueblo de Dios del pacto no fue un fin en sí mismo, sino el camino señalado por Dios para establecer una señal visible ante las naciones de la justicia y paz del venidero reino de Dios”2 “Israel era diferente de todas las otras naciones, no debido a cualidades étnicas, morales o políticas, sino porque Israel fue elegido por Dios para recibir sus promesas que les había hecho a los patriarcas (Deut. 6:7-9). […] Israel fue elegido y redimido por la gracia de Dios en el éxodo para ser un pueblo santo; […] Tenían que responder al acto redentor de Dios […] con una entrega total del corazón (Deut. 6:5), obedeciéndole voluntariamente (vs. 6-9, 18), adorándole exclusivamente a él (vs. 13-15).”3 “Desde el éxodo en adelante, Israel fue más que una entidad étnica; era en primer lugar un pueblo redimido, una comunidad religiosa que encontraba su unidad y misión en la revelación divina de Jehová encarnada en la Torá. La propia palabra y el 1 Diccionario Bíblico Adventista (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, s.a). 2 George W. Reid, ed. Tratado de teología adventista del séptimo día. (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2009), 964. 3 Ibíd. 965 y 666. acto de Dios habían exaltado a Israel en una congregación o asamblea adoradora con el fin de compartir su conocimiento salvador y santificador con el resto de la humanidad.”1 David en los “Salmos usa el nombre de Israel más de 50 veces para referirse a una asamblea que adora a jehová en el templo en Jerusalén (Sal. 147:19, 20; 148:14; 149:2).”2 “La adoración de Israel estaba inspirada básicamente por su esperanza por el Mesías, o Rey-Sacerdote, quién cumpliría las promesas de Dios a Abrahán y a sus hijos para la salvación del mundo: “y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” (Gén. 12:3; cf. Gál. 3:8).”3 “El plan de Dios de bendecir a todas las naciones por medio de Israel sería cumplido, pero en el propio modo innovador de Dios: por medio de un fiel remanente de Israel. Un remanente […] Permanecería y sería cumplido el eterno propósito de Dios. Las predicciones proféticas de la restauración de Israel después de los exilios asirios y babilónico se concentran en el interés de Dios por Israel como una teocracia restaurada, como un pueblo espiritualmente limpio y adorador de Dios (Isa. 56; Eze. 36; Jer. 31), […] El Israel posexílico fue una comunidad concentrada alrededor del templo reedificado”4 “El propósito de la promesa del AT de un remanente futuro era para asegurar que se realizarían las bendiciones del pacto de Israel, pero no en un Israel nacional incrédulo, sino sólo en ese Israel elegido que es fiel a Jehová y confía en el Mesías de Israel”5 “El AT usa la palabra “remanente” para describir tres tipos: 1) un remanente histórico; “A menudo el “remanente” se refiere a los sobrevivientes de Israel (o Judá) 1 Ibíd. 966. 2 Tratado de Teología Adventista del Séptimo Día, 966. 3 Ibíd. 966. 4 Ibíd. 967. 5 Ibíd. 967. que quedaron vivos después de algunas catástrofes nacionales (2 Rey. 19:31; 25:11; 2 Crón. 34:21; Jer. 24:8; 52:15; Eze. 9:8; 11:13) […] Los judíos o israelitas que regresaron más tarde de Babilonia a Palestina fueron descriptos por los profetas posexílicos como el “pueblo remanente de Dios” (Hag. 1:12, 14; 2:1; Zac. 8:6, 11, 12). En esos pasajes, “remanente” se refiere principalmente a los sobrevivientes de las catástrofes nacionales de Israel. A ese remanente el Dios de Israel ofrece el compañerismo del nuevo pacto de manera que Jerusalén se llamará “Ciudad de la Verdad” (Zac. 8:3)”1 2) un remanente fiel; “Todos os escritos des los profetas distinguen entre un Israel apóstata y un remanente fiel dentro de la nación de Israel.”2 En el mensaje de Amós hay dos elementos que se refieren al remanente “(1) Dios levantará un remanente fiel de la casa de David después de la crisis asiria; (2) además de esto, las naciones no Israelitas como Edom tendrían remanentes fieles que se unirían a Israel (Amós 9:11, 12).”3 3) un remanente escatológico.”4 “Isaías [...] trasciende todos los cumplimientos históricos de un remanente dentro de los tiempos del AT. Isaías predice que el Mesías como “el renuevo de Jehová” (Isa.4:2), preservará un remanente “santo” o “simiente santa” (6:13)”5 Isaías destaca “que el pueblo remanente escatológico o mesiánico también no incluiría a los no israelitas, específicamente a los gentiles que elijan adorar al Dios de pacto de Israel y que busquen a su mesías como el “perdón a los pueblos” (Isa. 11:10, 11; 56: 3-8). Esos sobrevivientes de las naciones volverán a ser enviados de nuevo a las 1 Tratado de Teología Adventista del Séptimo Día, 968. 2 Ibíd. 968. 3 Ibíd. 969. 4 Citación resumida del Tratado de Teología Adventista del Séptimo Día, 967- 5 Ibíd. 969. 968. naciones y “publicarán mi gloria entre las naciones” (Isa. 66:19; cf. Zac. 14:16). El remanente escatológico será un pueblo mesiánico que se ocupará de una obra misionera mundial para reunir en una comunidad unida de fe y adoración a todos los que acepten el mensaje de Dios.”1 Y añade la Biblia “solo el remanente será salvo”2 Es por eso que “Dios […] nos ha llamado para ser testigos”3 así otros más pueden llegar a ser ese remanente. “El pequeño remanente que ama a Dios y guarda sus mandamientos y permanece fiel hasta el fin, disfrutará de esta gloria y estará para siempre en la presencia de Jesús y cantará con los santos ángeles”4 “La venida de Cristo Jesús a Israel fue la prueba final para el pueblo judío como una teocracia o nación dirigida por Dios. Como Mesías, Jesús de Nazaret fue la “piedra de tropiezo”, la “roca que hace caer” (Rom 8:32, 33 I Pedro 2:4-8).”5 Por rechazaren su labor Cristo dijo las palabras registradas en Mateo 21:45 dice “Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él. Cristo no prometió el reino de Dios –la teocracia– a otra “generación” de judíos en un futuro distante, […] sino a un pueblo creyente en Cristo de todas las razas y naciones […] su iglesia remplazaría a la nación que rechazó a Cristo”6 Porque “solo en Cristo podía Israel como nación permanecer siendo el verdadero pueblo del pacto de Dios”7 1 Tratado de Teología Adventista del Séptimo Día, 969-970. 2 Strong, James. Nueva concordancia de la Biblia Strong concisa. (Miami: ed. Grupo Nelson, 1990), 712. 3 Doss, Cheryl. ed., Pasaporte para la misión. (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2009), 146. 4 White, Elena G. de, Dios nos cuida. (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana) 5 Tratado de Teología Adventista del Séptimo Día,970. 6 Ibíd. 971. 7 Ibíd. 972. Siendo así, tras el pentecostés, “la iglesia fiel de Cristo a través de las edades, especialmente en su fe apostólica plenamente restaurada en el tiempo del fin, cumple las promesas del remanente del AT. […] “Ahora la Iglesia cumple la misión del Israel étnico […] y por tanto está dotada con el pacto de Israel, sus bendiciones y responsabilidades, así como las maldiciones si se produce apostasía. […] La puerta de la salvación permanece abierta para las personas del pueblo judío si, como individuos, se arrepienten y responden al llamamiento.”1 “El Amado del cielo fue para ellos como raíz de tierra seca, sin belleza ni majestad; y no vieron en él hermosura que lo hiciera deseable a los ojos. A los suyos vino y los suyos no lo recibieron”2 1 Ibíd. 972, 973 y 974. 2 White, Elena G. de, El Deseado de tolas las gentes. (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2010), 19. CAPÍTULO I EL MENSAJE DE LOS TRES ÁNGELES El mensaje de los tres ángeles de apocalipsis 14:6 al 12 expresa el final llamamiento del cielo a toda la gente para que renuncie a cada forma de idolatría y falsedad, y adore al Creador y acepte su evangelio eterno. En vista de la amenaza del anticristo, Dios requiere una fidelidad; doble fidelidad al testimonio de Jesús y obediencia a los mandamientos de Dios.1 El primer mensaje proclama el evangelio eterno que debe ser predicado hasta el fin del tiempo. El segundo mensaje proclama un mensaje específico para Babilonia hasta que caigan sobre ella las siete últimas plagas. El tercer mensaje proclama un mensaje de amonestación en cuanto a la marca de la bestia y la destrucción final de todos los que la adoren y reciban su marca. Esos tres mensajes se unen para formar una proclamación: el evangelio eterno con un cierto énfasis sobre el tiempo del fin.2 El papel que debe desempeñar el pueblo de Dios del tiempo del fin es predicar ese triple mensaje del tiempo del fin. […] son el pueblo descrito [en Apocalipsis 14:12] como el remanente que “guardan los mandamientos de Dios y se mantienen fieles a ¡l testimonio de Jesús.” “El fin de nuestra misión debe ser la preparación de un pueblo que esté discipulado y listo para encontrarse con Jesús cuando él venga”3 1 Tratado de Teología Adventista del Séptimo Día, 980. 2 Ibíd. 981. 3 Burrill, Russell. Discípulos modernos para iglesias revolucionarias. (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2008), 77. “La Biblia no registra apenas la interpretación divina de la historia, sino comprueba la habilidad de Dios en prever el futuro”1 Mensaje del primer ángel Trata acerca del juicio de Dios2 en su inicio. El anuncio del ángel se refiere directamente al comienzo de la sesión en el tribunal celestial […] anuncia a toda la familia de la Tierra que ha comenzado el juicio final en el cielo. El llamamiento del primer ángel a “temer a Dios” y “adorarlo” como Creador de los cielos y la Tierra en la hora del juicio celestial asocia al juicio con la creación.3 Pero también hay una comparación entre “el ritual anual del Día de la Expiación (lev. 16) Destacaba la obra de juicio de Jehová como el que separa los adoradores del Creador verdaderamente arrepentidos de los adoradores impenitentes” y el mensaje del primer ángel.4 El año de 1844 según las profecías de Daniel “marca el inicio de la sesión del juicio de Dios en el santuario celestial. Moisés usa a menudo el verbo “temer a Dios” en conexión con la obediencia a los mandamientos de Dios de un corazón lleno de amor por Dios y por su obra de liberación. […] la frase hebrea “teme a Dios” […es] expresada en una obediencia amante.” “En ese sentido, el llamamiento del primer ángel de Apocalipsis 14 para “temer a Dios y darle gloria” es también un llamamiento para que la iglesia cristiana responda al sacrificio expiatorio de Cristo con una obediencia de corazón a los mandamientos de 1 Mastini, Márcio. Lição da Escola Sabatina [edición para] Jovens. (Tatui, São Paulo: Casa Publicadora Brasileira, 2012), 68. 2 Tratado de Teología Adventista del Séptimo Día, 982. 3 Ibíd. 983. 4 Ibíd. Dios. El énfasis del ángel en adorar a Dios como Creador del cielo y de la Tierra […] señala inconfundiblemente el descuido del cuarto mandamiento de la ley de Dios, el precepto del sábado, del séptimo día […]. El propósito del mensaje del primer ángel para la restauración de la adoración verdadera es preparar a los habitantes de la Tierra para la segunda venida de Cristo.”1 El mensaje del segundo Para entender el significado de “Babilonia” y su caída es obligatorio discernir la relación tipológica de Babilonia del tiempo del fin con Babilonia en la historia de Israel. Las frases que usa el segundo ángel [… fueron escritas] por Isaías y Jeremías: “Cayó, cayó Babilonia; y todos los ídolos de sus dioses quebrantó en tierra” (Isa. 21:9). “Huid de en medio de Babilonia, y librad cada uno su vida, para que no perezcáis a causa de su maldad; porque el tiempo es de venganza de Jehová; le dará su pago” (Jer. 51:6-7). Babilonia “era la archienemiga tanto de Israel como su Dios del pacto. Oprimió al pueblo de Dios, los tomó cautivos, blasfemó del Dios de Israel y pisoteó el templo de Dios desde los días de Nabucodonosor hasta los de Belsazar. De esa manera Babilonia hizo guerra en dos frentes: contra Jehová, el Dios de Israel y contra el Israel de Dios.”2 “Por eso existe la misma enemistad entre la Babilonia Espiritual y el remanente del nuevo pacto. Así la Babilonia del tiempo del fin ataca y esclaviza a la iglesia universal de Cristo, […] remplaza la intercesión divina de Cristo por un sistema falso de mediación y adoración”.3 1 Tratado de Teología Adventista del Séptimo Día, 984. 2 Ibíd. 984. 3 Ibíd. 985. El mensaje del tercer ángel “Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre,” pues “el Señor está ausente de sus pensamientos”.1 Es un mandato específico para la iglesia del tiempo del fin. Le permite a la iglesia hacer frente a las exigencias totalitarias del anticristo. […] y amonestar contra la imposición de la imagen de la “bestia” sobre la todos loa habitantes de la Tierra […] la advertencia cuanto a la ira “pura” de Dios (v. 10) sugiere que el juicio de Dios ya no contendrá su misericordia suavizadora como en el pasado. El tercer ángel anuncia el juicio, las séptimas últimas plagas, como el derramamiento de la ira de Dios sobre Babilonia. [… el propósito principal es] preparar a los habitantes de la Tierra para la segunda venida de Cristo. El tema central está expresado en Apocalipsis 14:12: “Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”. Este texto describe el resultado del triple mensaje de advertencia.2 El pueblo remanente de Dios se caracteriza no solo por su obediencia a la ley del pacto de Dios, sino por mantener la “fe de Jesús […]. Esta fe de Jesús significa en el NT la fe que tiene como objestivo a Jesús y sus enseñanzas, ejerciendo fe en Jesús como el 1 White, Elena G. de, Consejos para la iglesia. (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2007), 37. 2 Tratado de Teología Adventista del Séptimo Día, 986. Hijo de Dios y el Mesías”. El tercer ángel amonesta contra las terribles consecuencias de adorar a la bestia y a su imagen, y de recibir la marca de la bestia en la frente y en la mano derecha (Apoc. 14:9, 10). Anuncia que los que posean la marca de la bestia incurrirán en la ira de Dios sin mezcla de misericordia, la cual será derramada en las siete últimas plagas. La señal de Dios de aprobación y protección se llama “el sello del Dios vivo”, la cual sus ángeles colocan en las frentes de todos los que rechazan la marca de la bestia (Apoc. 7:2, 3). CONSIDERACIONES FINALES El Remanente de acuerdo a lo estudiado es un pueblo que restaura e predica de las verdades de los propósitos divinos para su tiempo. Su mensaje, figurado en el mensaje dado por los tres ángeles, es acerca de la cercanía de la venida del Salvador y el juicio eminente sobre la humanidad caída. Según el artículo 13 de su declaración de creencias fundamentales los Adventistas del Séptimo Día creen que “la iglesia universal está compuesta de todos los que creen verdaderamente en Cristo; pero en los últimos días, una época de apostasía generalizada, se llamó a un remanente que guarde los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. Ese remanente anuncia la llegada de la hora del juicio, proclama la salvación por medio de Cristo y pregona la proximidad de su segunda venida. Esta proclamación está simbolizada por los tres ángeles de Apocalipsis 14”1 Por lo tanto según la declaración expuesta arriba todo aquél que 1) creen verdaderamente en Cristo; 2) que guarde los mandamientos de Dios y la fe de Jesús; 3) anuncia la llegada de la hora del juicio; 4) proclama la salvación por medio de Cristo; y 5) pregona la proximidad de su segunda venida, es el remanente de Dios. 1 Asociación General, Creencias Adventistas del Séptimo Día. Una exposición bíblica de las doctrinas fundamentales. (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2007), 180. BIBLIOGRAFÍA Asociación General, Creencias Adventistas del Séptimo Día. Una exposición bíblica de las doctrinas fundamentales. Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2007. Cheryl Doss, ed., Pasaporte para la misión. Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2009. Diccionario Bíblico Adventista, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana. Elena G. de White, Consejos para la iglesia. Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2007. Elena G. de White, El Deseado de tolas las gentes. Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2010. George W. Reid, ed. Tratado de teología adventista del séptimo día. Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2009. James Strong, Nueva concordancia de la Biblia Strong concisa. Miami: ed. Grupo Nelson, 1990. Márcio Mastini, Lição da Escola Sabatina [edición para] Jovens. Tatui, São Paulo: Casa Publicadora Brasileira, 2012. Russell Burrill. Discípulos modernos para iglesias revolucionarias. Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2008. Elena G. de White, Dios nos cuida. Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana.