NINFAS

Ninfas (gr. Numfás o Númfa, [sagrado para el/la] “novio/a [esposo/a]”). Como este nombre sólo aparece en la Biblia en la forma acusativa (Nûmfan), no es seguro si representa el nombre femenino Ninfa o el nombre masculino Ninfas. Ambas formas están documentadas en antiguas inscripciones y otros textos. Cristiano/a (si es hombre o mujer es incierto) de Laodicea o de Colosas, a quien Pablo envió saludos. La iglesia usaba su casa para las reuniones. En antiguos manuscritos aparecen tanto el pronombre masculino como el femenino en la frase “y a la iglesia que está en su casa” (Col 4:15).

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

Persona a quien Pablo saluda en su epí­stola a los Colosenses (4:15). El nombre en griego se usa para varones o hembras, pero en este caso no ha sido posible determinar el sexo. En su casa se reuní­a una iglesia.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, BIOG HOMB HONT MUJE MUNT

vet, (gr.: “consagrado a Nymphas”). Cristiano o cristiana de Laodicea o de Colosas, a quien Pablo manda saludos (Col. 4:15).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

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Personajes femeninos de la mitologí­a griega, considerados como hijas de Zeus, dios al que se atribuye muchas aficiones eróticas hacia mujeres humanas. Pasaron luego a los romanos, que las hací­a habitar en los bosques. Eran divinidades secundarias, como los lares y los penates, pero que se relacionaban con cierto culto a la naturaleza y a los impulsos eróticos del hombre. Por eso se las representaba como doncellas jóvenes y hermosas, propensas al juego, a la música y a la danza, y portadoras de ardorosas insinuaciones a los placeres corporales.

Era una forma de hacerlas emblema de la fecundidad de la naturaleza y de la abundancia de la vida en los lugares naturales.

Las ninfas se diferenciaban según las zonas en que habitaban; las oceánides eran ninfas hijas del dios Océano y eran objeto de devoción de los marineros; las nereidas, o hijas del dios del mar Nereo, habitaban solo en el Mediterráneo; las potamoides, viví­a en los rí­os (potamos); las náyades, eran ninfas de las fuentes y de las corrientes de agua fresca; las oréades, eran ninfas de las montañas y las grutas; y las drí­ades, ninfas de los bosques.

Dieron origen a muchas supersticiones y a justificar por su influencia muchos devaneos y escarceos amorosos realizados en todos estos lugares.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa

Propietario de una casa en Laodicea (o posiblemente en algún otro lugar cerca de Colosas) donde se reunía una iglesia (Col. 4.15). Aunque muchos ms(s). leen “su casa (de él)” (o sea con pronombre masculino), la mayoría de los mejores ms(s). tienen el femenino (cf. rsv, neb) o el plural (cf. °vm “la casa de ellos/ella”). Aparece en el caso acusativo y, sin acento, podría representar un Ninfas masculino (forma familiar de Ninfodoro [?]) o una Ninfa femenina (cf. J. H. Moulton, Grammar, 1, pp. 48, como paliativo del motivo de la reserva de Lightfoot). La lectura “la casa de ellos” es tan difícil de explicar que bien podría ser la interpretación correcta. Quizás se refiera a lo registrado anteriormente con referencia a “los de Laodicea” (Lightfoot sugiere una familia de Colosas allí, o, alternativamente, que autōn representa “Ninfas y sus amigos”).

Ninfas, como *Filemón y *Arquipo, atestigua las amistades de Pablo (formadas en Éfeso [?]) en una región que no había visitado (cf. Col. 2.1).

A.F.W.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico