Cuidados de la peonía

Cuidados de la peonía

Es una de las flores con más adeptos, tanto para tener en el jardín como para cualquier arreglo floral. A su increíble belleza se le suma otro aspecto que la convierte en irresistible. Los cuidados de la peonía son tan sencillos que hacen de ella una planta ideal tanto para aficionados a la jardinería como para recién iniciados. Si algo caracteriza esta planta es que es sumamente resistente. Es más: cuenta con cierta capacidad para valerse por sí misma con poca atención cuando es adulta.

Antes de conocer en detalle los cuidados de la peonía, no está de más saber algo más de su historia. A pesar de ser una planta originaria de Asia, su expansión por el Viejo Continente ha hecho de ella casi una planta autóctona. Algo que le debemos, en gran medida, al Imperio Romano que, cautivado por su belleza, se encargó de llevarla allá donde iba. Un hecho que ha permitido disfrutarla de manera tradicional en latitudes sumamente alejadas de sus orígenes.

Así pues, veamos los cuidados de esta planta extraordinariamente rústica y resistente. Una preciosa compañera para tener en el jardín o, incluso, en una terraza o balcón.

5 CUIDADOS DE LA PEONÍA FUNDAMENTALES PARA QUE DEN FLOR

Tanto si decidimos tenerla en una maceta como si la cultivamos directamente en suelo, los cuidados de la peonía son igual de poco exigentes. En realidad, tan solo tendremos que estar pendientes de ella su primera etapa. Una época en la que sí necesita más atención. Es, precisamente, en el momento del plantado cuando más atenciones demandan. Y no porque su mantenimiento sea diferente al de su etapa adulta. Más bien porque sentar correctamente las bases de la planta permitirá que arraigue y crezca en condiciones.

Teniendo esto en cuenta, sepamos cuáles son los cuidados de la peonía. Una planta capaz de resistir las inclemencias del tiempo e, incluso, las plagas.

1. La temperatura, fundamental para su desarrollo

Para poder disfrutar de su maravillosa floración, es imprescindible que reciban una buena cantidad de luz diaria. Y con esto hablamos de nada menos que un mínimo de seis al día. Eso sí: es recomendable que el sol no incida directamente en ellas en las horas cumbre del día, ya que puede estropear sus flores.

La temperatura, uno de los cuidados de la peonía

 

Por su carácter extraordinariamente resistente, la peonía es capaz de vivir en casi cualquier clima. Es cierto que crecen mejor en climas con temperaturas frías, ya que soportan incluso temperaturas bajo cero. Sin embargo, también podemos cultivarlas en un clima cálido. Para lograrlo con éxito, solo tendremos que atender a uno de los cuidados de las peonías más importante: su lugar de plantación.

2. El plantado, uno de los cuidados de la peonía clave para su desarrollo

Es, quizás, el aspecto que más tenemos que mimar de esta planta. Cuándo y dónde plantemos la peonía determinará el éxito del crecimiento de esta planta. Para que arraigue en condiciones, es fundamental que se plante en una época fresca. Por eso, el inicio de la primavera es buen momento para hacerlo siempre y cuando ya no haya heladas. Si vivimos en un clima frío, lo ideal es esperar a abril o, incluso, mayo para plantarla.

Un inciso. Al tratarse de una familia botánica amplísima, podemos encontrar esta planta tanto de carácter arbustivo como herbáceo. Es importante saber exactamente cuál es la nuestra, ya que esto también incide en su momento de plantación. Mientras que las herbáceas se plantan en primavera, en el caso de las arbustivas es mejor aguardar al otoño. Gracias a la temperatura propia de esta estación, la peonía arraigará mejor.

Conocido el cuándo, veamos el dónde. Un aspecto incluso más importante que el anterior. La ubicación de la peonía no la elegiremos nosotros, sino que está determinada por las necesidades de la planta. Si vivimos en un clima cálido, lo ideal es plantarla cerca de árboles de sombra. De esta manera, cuando el termómetro comience a subir en los meses cálidos, evitaremos exponerlas a sol directo.

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Y otra consideración más: el tamaño de esta planta. Algo a tener en cuenta, también, a la hora de elegir su lugar de plantación. Mientras la peonía herbácea no suele llegar al metro de altura, la arbustiva puede superar los dos metros. Un factor que prever también a la hora de plantar.

La profundidad de plantado según el clima

Nuevamente, tenemos que hacer una diferenciación importante. Por un lado, según el tipo de peonía. Si se trata de una de carácter herbáceo, lo ideal es plantarla a cinco centímetros de la superficie. Mientras que si es una peonía arbustiva, lo idóneo es que el hoyo de plantación tenga entre 10 y 15. Así le estaremos dando a la planta la profundidad que demanda para poder tender correctamente sus raíces.

Pero además de esto, hemos de contemplar otro aspecto en los cuidados de la peonía. Y es que la profundidad de plantado también varía según cómo sea nuestro clima. Si vivimos en un clima cálido, lo ideal es que recortemos ligeramente la profundidad de plantado: en el caso de la herbácea a los tres centímetros con respecto a superficie; y en el de la leñosa a los 10. Si nuestro clima es frío, es mejor mantener una profundidad mayor. De esta manera, el sustrato protegerá las raíces de cualquier posible helada o descenso de la temperatura.

3. Un suelo con buen drenaje, fundamental para su crecimiento

Otro de los cuidados de la peonía que tenemos que vigilar de cerca. Hablamos de una planta que demanda un suelo profundo y fértil para poder crecer y florecer. Lo ideal para que su desarrollo sea correcto es una mezcla de 65% de tierra vegetal y un 35% de perlita. Y sí: la presencia de uno de los más singulares tipos de sustratos para plantas es clave. Será gracias a la perlita como podremos mantener esa humedad en el suelo que demanda la peonía.

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Pero cuidado: no confundamos esto con agua estancada. Es una planta que no soporta el encharcamientos en sus raíces. Por este motivo, es importante que observemos si el sitio de plantado evacúa correctamente el agua. Si la cultivamos en maceta, no esta de más utilizar greda volcánica para crear una cama de drenaje.

También hay que prestar atención a otro aspecto del suelo: la peonía necesita un pH entre 5,5 y 7,5 para no acusar carencias.

4. El riego, regular a partir de la primavera

Por ser amantes de la humedad, la peonía demanda un riego regular tan pronto llega la primavera. Lo ideal es que sea dos veces a la semana, y siempre humedeciendo tanto la base de la planta como su alrededor. Esta pauta de agua la mantendremos durante los meses de verano.

Durante el invierno, lo ideal es un único riego semanal y siempre más escaso que en los meses de sol.

5. El abono, otro de los cuidados de la peonía a vigilar de cerca

Y decimos esto porque, si bien es necesario, tenemos que ser sumamente cautos. Un exceso de fertilizante impedirá a la planta florecer correctamente. Por ese motivo, no solo tenemos que ser cuidadosos con la cantidad sino también con el lugar de aplicación. Lejos de aplicarlo a la base de la planta, lo idóneo es hacerlo en torno a ella. De esta manera, las raíces no estarán directamente expuestas a él sino que absorberán los nutrientes a través del sustrato.

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Este cuidado de la peonía debe aplicarse en dos momentos puntuales del año y con dos formulaciones distintas. Mientras en otoño la planta necesitará un 50% de nitrógeno y un 100% de sodio y potasio; con la llegada de la primavera tan solo demandará un 50% de nitrógeno.

ENFERMEDADES DE LA PEONÍA

Que sea una planta rústica no implica que esté exenta de enfermedades. De hecho, buena parte de las que le afectan están relacionadas con el exceso de humedad. Algo que, en gran medida, está en nuestra mano controlar ya que todas ellas dependen de cómo estén plantadas.

Una de las enfermedades más habituales de la peonía es el llamado moho gris. Una dolencia que aparece en la planta cuando lo recibe el sol que necesita, y sus hojas se mojan de manera regular. También ligada con el exceso de humedad ambiental, la botritis puede aparecer en nuestra planta. Evitarla pasa por procurarle una buena ventilación, tratando de plantarla a una distancia prudencial de cualquier otro congénere o planta.

Rústica, espectacular y poco exigente. ¿No merece la pena seguir al pie de la letra los cuidados de la peonía y disfrutar de su increíble belleza?