Son casos absolutamente excepcionales pero los hay. Personas que parecen haber muerto pero que terminan reaccionando y mostrando signos de vida. Este estado de muerte aparente puede ser causado por una catalepsia, trastorno que en su grado más intenso provoca que las funciones vitales cardiaca, respiratoria y neurológica estén en un mínimo de actividad.

Catalepsia, un trastorno detrás de la muerte aparente
Lección de Anatomía del profesor Tulp, de Rembrandt.
  • 10 de enero, 2018
  • MADRID/EFE/ANA SOTERAS

El miedo a ser enterrado vivo es una de las fobias del ser humano y protagoniza algunas leyendas populares en las que la catalepsia podría ser la causa. A pesar de ser excepcional la muerte aparente cobra actualidad por el caso de un interno de la prisión de Asturias al que los médicos dieron por fallecido y que recobró el conocimiento después de ser trasladado al Instituto Anatómico Forense para practicarle la autopsia.

Andrés Santiago, subdirector de la Escuela Profesional de Medicina Legal y Forense de la Universidad Complutense de Madrid, desconoce qué circunstancias rodean a este caso concreto pero ofrece a EFEsalud una explicación médica general.

“La persona que está sufriendo una catalepsia nunca tendrá fenómenos cadavéricos como la palidez, la rigidez o el enfriamiento que solo aparecen con la muerte”, unos síntomas que también sirven para certificar una defunción.

Los fenómenos cadavéricos

La muerte aparente es un término médico-legal que ya en el siglo XIX dio origen, en algunos países, a establecer el periodo de 24 horas para mantener al cadáver en condiciones compatibles con la vida antes de enterrarlo o incinerarlo.

Por su parte, la muerte cierta, otro término médico-legal, es aquella en la que el cese de las funciones vitales es definitivo. Y para confirmarlo se utilizan tres parámetros: el cese del corazón, el cese de la respiración y el cese de la actividad neurológica que se confirman con pruebas como el electrocardiograma o electroencefalograma.

“Puede que con un fonendoscopio no detectes los latidos del corazón o que haya una depresión respiratoria, por ejemplo, a causa de determinados fármacos o puede que tenga una epilepsia que le genere una situación de catalepsia...pero cualquier médico sabe identificar los fenómenos cadavéricos cuando aparecen”, apunta el especialista en Medicina Forense.

catalepsia
EFE/MOHAMMED BADRA

Estos fenómenos cadavéricos comienzan a manifestarse al poco tiempo de la muerte. La palidez, el enfriamiento del cuerpo, rigidez, amoratamiento de algunas zonas o deshidratación, como ocurre en la córnea, son síntomas inequívocos de fallecimiento.

“Para un médico es muy importante reconocer los síntomas cadavéricos”, explica Andrés Santiago quien precisa que en catalepsia no se dan estos fenómenos aunque puede producir lividez, ya que el sistema circulatorio trabaja al mínimo, “pero no existe un enfriamiento natural del cuerpo”.

La pérdida de calor se produce de forma progresiva en el cadáver, un grado cada hora, por lo que el enfriamiento es fácilmente detectable, al igual que la palidez o la córnea deshidratada.

“En el momento en el que aparecen los fenómenos cadavéricos, está claro que la muerte se ha producido”, aunque también se suele confirmar el deceso con electrocardiogramas o electroencefalogramas que indican el cese de la actividad vital.

Catalepsia, pero también esquizofrenia catatónica

La catalepsia es un trastorno que puede estar provocado por una enfermedad del paciente, una alteración neurólogica o por intoxicación de determinados fármacos (ansiolíticos, antidepresivos…) que como efecto secundario pueden acarrear una depresión respiratoria.

“Las catalepsias son muy variables, hay personas que pueden oír pero no pueden reaccionar y, en otros grados más profundos, por más que estimules no se produce una respuesta aunque la persona esté viva”, explica el doctor.

En el momento en el que el afectado presenta algún dato vital, es necesario revertir la situación con maniobras de reanimación, de soporte vital, con oxígeno o entubamiento.

Otro fenómeno similar a la catalepsia y que podría asemejarse al estado de muerte es la esquizofrenia catatónica.

Se trata de un trastorno neurológico que cursa con rigidez o postura forzada y falta de respuesta a estímulo pero que está provocado por una alteración neuropsiquiátrica. “Podría darse el caso de niveles mínimos de reacción pero se acaba detectando con un electroencefalograma...los psiquiatras lo identifican perfectamente”, señala el subdirector de la Escuela Profesional de Medicina Legal y Forense de la Universidad Complutense.

“Siempre ha habido leyendas urbanas sobre parecer estar muerto y no estarlo, pero con la tecnología que existe en los centros hospitalarios es complicado” que no se detecte, asegura el forense.

Pero a veces la realidad supera a la ficción.

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