Cultura

Johannesburgo (República de Sudáfrica)

Diccionario hispano-argentino: apuntes básicos de supervivencia

23/10/2015

Llevaba ya varias semanas en Argentina cuando, una noche, llegaba tarde al lugar donde había quedado y no encontraba la parada del autobús que tenía que llevarme al otro lado de la ciudad. Como una aparición salvadora, al otro lado de la calle vi a un policía y sin dudarlo me lancé a preguntarle: “¿por favor, me podría decir dónde puedo coger el 24?” Error. El policía me miró medio segundo con cara rara pero, afortunadamente, mi acento español delataba que no buscaba acabar en la cárcel por molestar a la autoridad.

Si has pasado una temporada en Argentina seguro tienes una anécdota como esta (y lo sabes). Pero hay otros “false friends” hispano-argentinos que no son tan conocidos, así como expresiones o palabras del argot cotidiano con posibilidades de sorprenderte si pensabas que para imitar a un argentino solo necesitabas el “che, boludo”. Aunque el tema daría para hacer todo un diccionario, aquí van algunas aclaraciones lingüísticas que quizá no conocías:

  • Bancar: bancar algo es que lo apoyas o que te gusta. Pero también puede tener la acepción de “aguantar algo” cuando por ejemplo te quieres marchar un sitio y te dicen “bancá un rato”.
  • Bolonqui: si te suena familiar pero no sabes por qué, enhorabuena, estás sobre la pista. Una costumbre bastante típica por aquí (como ocurre en Francia y en otros lugares) es darle la vuelta a las palabras. Bolonqui es en realidad el muy argentino quilombo, lo mismo que “estar al dope” es “estar al pedo” (estar sin hacer nada).
  • Canchero (hacerse el): es “hacerse el chulo”.
  • Chabón: una forma de decir “tipo” o “chico” que proviene del lunfardo, la antigua jerga de los barrios bajos de Buenos Aires que “contaminó” el habla de todo el país, en buena medida gracias a su uso en el tango. De ella proceden muchas de las palabras que nos suenan extrañas, como algunas de las que incluye esta lista.
  • Chamuyar: algo así como “engatusar”, especialmente usado para conquistar o “ligar” con alguien.
  • Chicana: una pelea, riña o reyerta.
  • Colectivo: es el autobús público, así como el “micro” es el de larga distancia y el “subte” (subterráneo) es el metro.
  • (Re)Copado / (Re)Piola: formas comunes para decir calificar algo bueno o de tu agrado. Una suerte de “guay” habitual en la charla común.
  • Frutilla: no es fruta pequeña, sino que así es como se llama en Argentina a la fresa (yogur de frutilla, helado de frutilla, medio kilo de frutilla…)
  • Gorila: además del simio, en política es el nombre (despectivo) con el que los peronistas se refieren a los antiperonistas.
  • Luca: mil pesos. Dos lucas, dos mil pesos.
  • Mango: dinero.
  • Morfar: comer.
  • Mufa (ser mufa): gafe.
  • Pibe/a: chico/a.
  • Potrero: es una “cancha” o campo de fútbol improvisada en cualquier lugar (un descampado, un patio…).
  • Qué paja: significa qué pereza o estar demasiado vago para hacer algo. También son comunes en un sentido similar las formas “tener fiaca” o “dar fiaca”.
  • Rajar: no es hablar sino marcharse. O “pirarse” que diríamos en la península.
  • Sacar el fierro: sacar una pistola.
  • Telo: otro caso como los anterior pero con una acepción particular. Telo es hotel al revés, solo que se usa para un tipo de establecimientos muy particulares, que además abundan por las calles de Buenos Aires, especialmente en las zonas de bares y fiesta. Son hoteles que se pagan por horas y están pensados para que vayan parejas.
  • Villas: son asentamientos de viviendas precarias. Algo así como nuestros poblados de chabolas o las favelas brasileñas. Por eso, decir que algo o alguien es “villero” tiene la connotación de extracción social baja.
  • Carlos Rodríguez

    Santiago (Chile)

    hace 8 años

    Me faltaron garchar, forro, chorro y choripán. pero está bastante completa. De todas maneras, no me hagas mucho caso, ya soy un chileno culiao de adopción... aunque aún extraño Bs Aires :(

  • María Laura Fernández Crovetto

    Buenos Aires (Argentina)

    hace 8 años

    Otra expresión que se usa mucho en Buenos Aires, (al igual que el lunfardo, que se utiliza en Buenos Aires y Rosario, pero no en toda la Argentina) es que cuando dicen "Gracias" respondemos "No, por favor".

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