Gung Ho: La ardilla, el castor y el ganso

¿Qué es Gung Ho? La palabra origina del idioma chino, su significado es “trabajar juntos”. Aquí se contienen las tácticas y procesos que se vuelven un hábito en el camino de llevar a un equipo a lo más alto en desempeño. Esta metodología de trabajo parte de manera sustancial de analogías del comportamiento animal y como se pueden aplicar al trabajo que realizamos día a día, ya sea a través de hábitos de un castor o una ardilla y su interpretación como lección en la vida y en el trabajo.

El siglo pasado, la calidad laboral se volvió tema de preocupación y curiosidad. Iniciada tanto por economistas y gerentes americanos y japoneses, la calidad del producto tomo raíces de estadística, finanzas, y en este caso, de lo espiritual. El Gung Ho es una metodología que se implementa empezando por el empleado mismo, su actitud de cara al trabajo siendo lo más importante. La idea principal del Gung Ho es crear un ambiente donde los empleados se encuentran felices con lo que realizan, que lleva a la calidad del trabajo a aumentar de manera natural.

Esta metodología más personal origina de una familia de nativos americanos. Andy Longclaw, el portador de tales procesos revolucionarios, llevo a su plantel de producción a ser el más efectivo en una compañía de miles de empleados. Sus métodos no eran ortodoxos, y generaba disgusto a otros gerentes, pero el dinero que ahorraba la empresa y su nivel de producción valía cada discrepancia, aun cuando en ese momento no percibiera. A raíz del éxito de este único departamento, la metodología Gung Ho se aplicó en toda la planta de trabajo, y desde entonces, con varios reconocimientos, libros y películas, se ha vuelto un proceso estandarte en la búsqueda de la calidad total.

El Gung Ho se crea como una estrategia para el éxito total, dentro de ella se implementan diversos procesos que llevan a la identificación, coordinación, realización y éxito de los equipos de trabajo. Tres componentes principales forman la totalidad del Gung Ho: el espíritu de la ardilla, el estilo del castor, y el don del ganso.

El espíritu de la ardilla consiste en identificar el propósito del trabajo que realizamos. ¿Qué aporto yo con este trabajo? ¿Por qué es importante para la humanidad? ¿Vale la pena mí trabajo?

Siguiendo los procesos del Gung Ho, para alcanzar el espíritu de la ardilla se debe trabajar en son de una meta compartida establecida por un equipo. Esta meta debe ser el resultado del interés, apoyo y compromiso de los empleados, y será fundamental en el camino al éxito.

En la esencia de la humanidad están los valores. Su presencia o falta de ellos define el comportamiento de una persona. Partiendo de esta idea, el Gung Ho considera a los valores como el único jefe, porque son la guía en nuestro trabajo, la base por la cual se toman las decisiones, y por esta razón, los valores son en lo único que podemos confiar.

Definiendo los valores logramos que los colaboradores se sientan importantes y con propósito al realizar su trabajo. Al tener importancia, el sentido de pertenencia se hace presente, que lleva al amor propio y a la lealtad empresarial.

El estilo del castor consiste en realizar nuestro trabajo de la forma correcta. A través de un control independiente para alcanzar las metas y el sentido de poder controlar su destino, la iniciativa del empleado nacerá para innovar su empresa. El estilo del castor se alcanza con la independencia de las ideas del jefe. La labor se realiza en base a las metas y los valores, nada más. La forma en que se llegue a estas metas queda en criterio del empleado, y si sus valores están presentes, los medios que llevan al fin serán justificables.

La empresa debe proporcionar apoyo y hermandad a través de una valoración como empleado. A medida que se valora al empleado, este asumirá más control de su trabajo. Y por parte del gerente, se debe asegurar de exigir un poco más de sus empleados a través de trabajos que pongan a prueba su capacidad. De esta manera, el empleado aprende y tiene la capacidad de destapar potencial.

Dejando en libertad a los empleados y dejando atrás el comportamiento mandón, se puede formar empleados leales, preparados e ingeniosos que superaran sus expectativas.

 El don del ganso tiene como idea principal el apoyo mutuo. Parte de la constante estimulo y propósito de trabajo que proporcionamos a los compañeros de trabajo para realizar su trabajo. Se necesita cumplir las necesidades elementales del empleado, por medio de remuneraciones o un simple “felicidades”. Es importante que las felicitaciones sean genuinas, así representara en su totalidad que el empleado es apreciado e importante en la empresa. El don del ganso lleva la idea de otorgar premios a aquellos que han trabajado de manera excepcional, dar peso importante a un empleado en la realización de un proyecto, y felicitarse mutuamente con otros gerentes y colaboradores para infundir el entusiasmo y motivación.

Gung Ho se manifiesta del comportamiento de ciertos animales (la ardilla, el castor y el ganso) y como se desenvuelven estos en su naturaleza. Queda claro que aveces la respuesta a nuestros problemas se encuentra en nuestro entorno, solo basta echar un vistazo sin prejuicios y con analítica, y talvez nuestras propias empresas puedan crecer en base al comportamiento de un castor.

 Si le ha interesado el tema y quisiera saber un poco más de él, le recomiendo leer el libro ¡A la carga! Gung Ho. Lo puede encontrar gratis en PDF.