RESERVA (REBUTTAL)
Al
proyectar un trabajo o al reportarlo, el investigador
debe anticiparse a objeciones que la audiencia
le pueda formular. Debe prever las debilidades
y transformarlas en asunto de su indagación,
con lo cual crecerían significativamente
las posibilidades de desarrollo argumental de
la causa (aserción) que se trata de instaurar.
La reserva o refutación es la excepción
de la aserción (conclusión) presentada.
En el modelo de Toulmin que se ha expuesto,
los argumentos no se consideran universalmente
verdaderos, por ello estos elementos son claves.
Demuestran cómo una aserción puede
ser fortalecida por medio de sus limitaciones.
Por existir argumentos que pueden bloquear el
paso de la evidencia a la aserción, se
recomienda pensar en argumentos que puedan contradecir
la tesis o punto que se defiende antes de la
divulgación del trabajo con el fin de
perfeccionar el tema al encontrar nuevos respaldos
que puedan ayudar a expeler futuras objeciones.
El
respaldo contiene el soporte de la garantía
que, cuando se basa en una ley o una teoría
puede contener, en sí misma, la reserva
o la excepción a la norma. Con ello,
se planifica el nivel de aceptabilidad de la
propuesta. Expresiones como “a menos
que”, “a excepción
de” fluyen por la mente del lector/oyente
cuando se acostumbra a una lectura crítica,
pues la argumentación académica
se caracteriza por la discusión de posibles
objeciones y por el encuentro de argumentos
contrarios a la aserción que se instaura.
La
divergencia y la convergencia están en
el corazón de la academia y la definen.
La habilidad del investigador para encontrar
rechazos, para contraponer posturas y criterios
de los autores sobre un mismo asunto es fundamental
(a) en la elaboración de un marco teórico
que brinde insumos (indicadores) para fundamentar
un trabajo, y (b) en la creación de una
nueva aserción que se somete a un nuevo
proceso de argumentación y que se puede
convertirse en otro proyecto de investigación.