HIGUERA

v. Vid
1Ki 4:25 vivían .. cada uno .. debajo de su h
Pro 27:18 quien cuida la h comerá su fruto, y el
Son 2:13 la h ha echado sus higos, y las vides
Isa 36:16 cada uno de su h, y beba cada cual
Hos 9:10 como la fruta temprana de la h en su
Joe 1:7 asoló mi vid, y descortezó mi h; del todo
Mic 4:4 se sentará cada uno debajo de su vid .. h
Nah 3:12 tus fortalezas serán cual h con brevas
Hab 3:17 aunque la h no florezca, ni en las vides
Mat 21:19; Mar 11:13 viendo una h cerca del
Mat 24:32; Mar 13:28 de la h aprended la parábola
Luk 13:6 tenía un hombre una h plantada en su
Luk 21:29 parábola: Mirad la h y todos los árboles
Joh 1:48 cuando estabas debajo de la h, te vi
Jam 3:12 ¿puede acaso la h producir aceitunas
Rev 6:13 cayeron .. como la h deja caer sus higos


Higuera (heb. pag, “higo inmaduro [verde]”; te’ênâh, “higuera (o su fruto tardí­o)”; bikkûrâh, “breva”; debêlâh, “torta de higos prensados”; gr. ólunthos, “higo verde” o “higo tardí­o”; súkon, “higo”; súke, “higuera”). írbol muy común en las tierras bí­blicas desde tiempos remotos (Deu 8:8); se cree que era originario del sudoeste de Asia. Puede crecer como un arbusto en terreno rocoso y áspero, o tomar la forma de árbol en terreno fértil y alcanzar una altura de 6 a 9 m. Está ampliamente difundido por toda Palestina y es una de las pocas plantas silvestres que se encuentra en todo el paí­s. La fruta cónica o casi esférica cuelga de la rama por su extremo más delgado. La higuera es la primera planta mencionada por nombre en la Biblia (Gen 3:7) y está entre las últimas (Rev 6:13). En Palestina el árbol da fruto 2 veces por año: en junio y en agosto o setiembre. Los higos de junio o “primeros frutos” (Hos 9:10; “brevas” en BJ) crecen en las ramas viejas y se consideran un bocado especial. La cosecha de agosto aparece en las ramas nuevas, y a menudo es desecada al sol y moldeada en tortas o colgadas de hilos para su consumo en invierno. Se consideraba que los higos tení­an valor medicinal, y se usaban en forma de tortas como cataplasmas para forúnculos o erupciones de la piel (2Ki 20:7). Sentarse bajo su parra y su higuera era un sí­mbolo de prosperidad (1Ki 4:25; Mic 4:4; Zec 3:10). En la primavera, la fruta aparece antes de las hojas. Una de las parábolas más llamativas de Jesús se refiere a la higuera estéril que aparentaba tener frutos, pero que no los tení­a (Mar 11:12-14, 20). Por cuanto los higos y las uvas eran tan importantes en la agricultura judí­a, los profetas, al reprender el pecado, advertí­an al pueblo que las viñas y las higueras serí­an destruidas. Cuando señalaban la prosperidad por la obediencia, prometí­an una cosecha abundante de las 2 especies (Isa 36:16; Jl. 1:7; Amo 4:9). 258. Tí­pica higuera palestina en su condición normal, llena de hojas. 259. La misma higuera después que las langostas comieron todas sus hojas en sólo 15 minutos. Bib.: PB 103-106. Higuera silvestre. Véase Cabrahí­go.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

nombre común de las plantas de un género de la familia de las moráceas, cuyos frutos se denominan higos. La higuera común, Ficus carica, es originaria de Oriente Próximo, y a ésta planta se refieren las Escrituras, así­ como al ® sicómoro, Ficus cycomorus, que pertenece a este mismo género.

Desde muy antiguo se conoce ya en el comienzo del Génesis se menciona, Adán y Eva se taparon con hojas de h. cuando se dieron cuenta de su desnudez, Gn 3, 7; los hombres que envió Moisés a explorar la tierras de Canaán le llevaron muestras de higos, Nm 13, 23; el fruto de la h., que se cosechaba dos veces al año, se empleaba en la alimentación, se comí­a fresco o se hací­an panes y tortas de higos secos, 1 S 25, 18; 30, 12; 1 Cro 12, 41; Jdt 10, 5; también se usaban los higos con fines medicinales, 2 R 20, 7; Is 38, 21.

El término h. se encuentra en las Escrituras usado en sentido figurado. En la primera fábula de la Biblia, la de Jotán, en la que los personajes son plantas, se encuentra la h., Jc 9, 10-11; el profeta Jeremí­as también tiene una parábola, Los dos cestos de higos, sobre los desterrados, de los cuales hará Yahvéh un pueblo suyo, Jr 24. Para significar prosperidad y paz, se le menciona junto con la vid, 1 R 5, 5; 2 R 18, 31; 1 M 14, 12; Is 36, 16; Mi 4, 4; Za 3, 10. Los profetas usan la figura de la h. y de sus frutos para referirse a los males de Israel por su infidelidad o al castigo de las naciones paganas, Is 34, 4; Jr 5, 17; 8, 13; Os 2, 14; Jl 1, 7 y 12; Ha 3, 17; igualmente para anunciar la prosperidad que dará Yahvéh, después del azote, Jl 2, 22; Ag 2, 19.

En el N. T. Jesús también usa la figura de la h. en sus parábolas, Mt 24, 32-35; Mc 13, 28-32; Lc 21, 29-33. Jesús maldijo una higuera estéril y seca que no tení­a frutos sino hojas, Mt 21, 18-21; Mc 11, 12-14 y 20-26; .

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

tip, ARBO FLOR TIPO

ver, HIGO

vet, Dicotiledónea de la familia de las moráceas. írbol que da un delicioso fruto (véase HIGO; cfr. Jue. 9:10; Nm. 13:23). En heb. se usa el mismo término para denotar el árbol y el fruto, t’ënãh, en tanto que en gr. el árbol se llama “syke” y el fruto es “sykon”. La higuera es originaria de Asia occidental. Cuando es joven, sólo lleva fruto si está en un suelo rico (Lc. 13:6-9). Al envejecer, la higuera degenera rápidamente; descuidada, no produce mucho (Pr. 27:18). En primavera, la higuera da sus higos tempranos antes de cubrirse de hojas, sobre las ramas crecidas el año anterior, y reciben el nombre de “pag” (higos verdes, cfr. Cnt. 2:13). Si el árbol no tiene higos verdes cuando aparece el follaje, no habrá higos. La higuera es un árbol muy apreciado; la Biblia lo menciona en muchas ocasiones junto a la vid (Dt. 8:8; Sal. 105:33; Jer. 5:17; Jl. 1:12). La expresión “debajo de su parra y debajo de su higuera” es sinónimo de prosperidad y seguridad (1 R. 4:25; Mi. 4:4; Zac. 3:10). La altura de la higuera cultivada (“Ficus carica”) varí­a entre 6 y 9 m. Las hojas, que aparecen al final de la primavera y que caen al aproximarse el invierno, miden frecuentemente de 20 a 25 cm. de longitud. La higuera es usada por el Señor como emblema de Israel, y la maldición de la higuera estéril (Mr. 11:12-17) constituye una parábola: el pueblo no habí­a respondido al llamamiento del Señor, que por ello anuncia su juicio. Este árbol tení­a las hojas que vienen con los primeros frutos; aunque, como señala Marcos, “no era tiempo de higos” (del verano, la verdadera cosecha), hubiera debido tener al menos los higos verdes de la primavera. La presencia de las hojas sin el fruto es indicación de la profesión religiosa de Israel sin fruto, y constituye una solemne advertencia acerca del peligro del nominalismo religioso en general. Según la profecí­a, la higuera de Israel deberá reverdecer al final de los tiempos. Es en este sentido que muchos intérpretes entienden Mt. 24:32- 33.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

La higuera, la parra y el olivo son los tres árboles más celebrados en la Biblia. La higuera, que solí­a plantarse en las viñas, se da muy fácilmente; da dos clases de higos: los primeros, las brevas, y los segundos o tardí­os, los propiamente higos (Mc 13,28; Lc 21,29). Por eso es muy extraño que una higuera no dé higos; a una higuera así­, Jesús la maldijo, y se “secó instantáneamente” (Mt 21,19; Mc 11,13). La higuera es sí­mbolo de Israel (Os 9,10; Miq 7,1; Jer 8,13). A Israel se refiere la parábola de la higuera estéril (Lc 13,6-9).

E. M. N.

FERNANDEZ RAMOS, Felipe (Dir.), Diccionario de Jesús de Nazaret, Editorial Monte Carmelo, Burbos, 2001

Fuente: Diccionario de Jesús de Nazaret

(heb. te´e·náh; gr. sy·ke, sý·kon).
La higuera (Ficus carica), el olivo y la vid son las plantas que más se mencionan en la Biblia: se hace referencia a ella en más de cincuenta textos. (Jue 9:8-13; Hab 3:17.) La higuera es originaria del SO. de Asia, Israel, Siria y también de Egipto. Este árbol es notable por su longevidad. Si bien puede crecer en estado silvestre, para que produzca buen fruto ha de ser cultivado. (Lu 13:6-9.) Se adapta muy bien a diversas clases de suelo, incluso al suelo rocoso. Tiene ramas muy extendidas, puede alcanzar unos 9 m. de altura y su tronco puede superar los 60 cm. de diámetro. Aunque a la higuera se la valora primordialmente por su fruto, también es muy apreciada por la buena sombra que proporciona. (Jn 1:48-50.) Sus hojas son grandes, y en algunas ocasiones llegan a sobrepasar los 20 cm. de ancho. La primera vez que se menciona a la higuera es con relación a las hojas que cosieron Adán y Eva para que les sirviesen de †œcoberturas para los lomos†. (Gé 3:7.) En algunas partes del Oriente todaví­a se cosen las hojas de higuera con el propósito de envolver fruta o para otros usos. (Véase SICí“MORO.)

Cosechas temprana y tardí­a. Las higueras producen básicamente dos cosechas de higos al año: las brevas o higos tempranos (heb. bik·ku·ráh), que en Palestina maduran en junio o a comienzos de julio (Isa 28:4; Jer 24:2; Os 9:10), y los higos tardí­os, que crecen en las ramas nuevas y componen la cosecha principal, que suele madurar de agosto en adelante. Las brevas maduras —muy preciadas por su delicado sabor— caen del árbol con facilidad cuando se sacuden sus ramas. (Na 3:12.)
Hacia febrero suelen aparecer en las ramas de la temporada anterior los primeros brotes de la fruta, que preceden en unos dos meses a las hojas, dado que estas últimas no salen hasta finales de abril o principios de mayo. (Mt 24:32.) En El Cantar de los Cantares 2:13 se relaciona el primer indicio que dan las brevas verdes (heb. pagh) de estar maduras con el florecimiento de las vides, que comienza alrededor de abril. En consecuencia, cuando el árbol está repleto de hojas, ya deberí­a tener fruto. La higuera que Jesús maldijo el dí­a 10 de Nisán del año 33 E.C. habí­a producido hojas prematuramente. Su apariencia daba pie para esperar que también hubiera producido fruto comestible antes de la estación, y el registro de Marcos 11:12-14 indica que Jesús se acercó al árbol pensando de esa manera, a pesar de que †œno era la época de los higos†, es decir, el tiempo para que se recogiera el fruto. El hecho de que el árbol no tuviese más que hojas mostró que no iba a producir ninguna cosecha y que, por lo tanto, su apariencia engañaba. Jesús lo maldijo por ser improductivo, y se secó. (Compárese con Mt 7:19; 21:43; Lu 13:6-9.)

Uso como alimento y medicina. En tiempos bí­blicos los higos eran un alimento básico, y hoy dí­a siguen siéndolo en algunos paí­ses del Oriente Medio. Con ellos se hací­an †œtortas de higos comprimidos [heb. deve·lí­m]†, que se podí­an transportar con comodidad. (1Sa 25:18; 30:12; 1Cr 12:40.) En el caso del rey Ezequí­as, se usó una †œtorta† de este tipo como cataplasma medicinal para el divieso del rey, procedimiento que todaví­a se emplea en el Oriente. (2Re 20:7.)

Uso figurado y profético. A la higuera y la vid se las menciona juntas en muchos textos, y las palabras de Jesús en Lucas 13:6 muestran que las higueras se solí­an plantar en las viñas. (2Re 18:31; Joe 2:22.) La expresión †˜sentarse debajo de la propia vid e higuera†™ simbolizaba condiciones pací­ficas, prósperas y seguras. (1Re 4:25; Miq 4:4; Zac 3:10.)
En vista de la importancia de la higuera en la vida de la gente, se entiende que se usara con tanta frecuencia en la profecí­a. Debido a esa importancia, un fracaso completo en la cosecha del fruto de la higuera serí­a calamitoso. Por lo tanto, la higuera recibió mención especial cuando se predijo destrucción o ruina para la tierra. (Jer 5:17; 8:13; Os 2:12; Joe 1:7, 12; Am 4:9; Hab 3:17.)
Jehová comparó a la nación de Israel con dos clases de higos. (Jer 24:1-10.) Para ilustrar cómo se podí­a reconocer a los falsos profetas por sus frutos, Jesús citó la imposibilidad de obtener †œhigos de cardos†. (Mt 7:15, 16; compárese con Snt 3:12.) Jesús utilizó el †˜brote de las hojas†™ de la higuera a mediados de la primavera como indicador de tiempo. (Mt 24:32-34.) Finalmente, el escritor de Revelación usa como sí­mil la facilidad con la que los vientos hacen caer de la higuera al †˜higo no maduro†™ (gr. ó·lyn·thos). (Rev 6:13.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

suke, o sukea (sukh`, 4808), higuera. Se encuentra en Mat 21:19,20,21; 24.32; Mc 11.13,20,21; 13.28; Luk 13:6,7; 21.29; Joh 1:48, 50; Jam 3:12; Rev 6:13; véase sukon, HIGO, Nº 1.¶ Nota: Una higuera con hojas debe ya tener frutos en crecimiento, o será estéril aquella temporada. Los primeros higos maduran a fines de mayo o a comienzos de junio. El árbol en Mc 11.13 hubiera debido tener fruto, ciertamente aún no maduro, pero existente. En algunos paí­ses las higueras tienen los higos tempranos debajo de las hojas y los tardí­os sobre las hojas. En este caso las hojas eran señal de que hubiera debido existir fruto, no visto a distancia, debajo de las hojas. La sentencia contra esta higuera fue motivada por la ausencia de fruto.

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento

La higuera (AT teʾēna; NT sukē) es originaria del Asia occidental. Se describe a Canaán como una tierra de higueras (Dt. 8:8). Los primeros frutos maduran en junio y a veces antes (Is. 28:4). Los higos tardíos maduran de agosto en adelante, y se dan en los brotes primaverales. El follaje veraniego es abundante y supera el de otros árboles de su tamaño (Jn. 1:48, 50). Era un árbol apreciado y se le menciona junto con la vid (Sal. 105:33; Jer. 5:17; Jl. 1:12). Sentarse bajo la parra y bajo la higuera es símbolo de paz y prosperidad (1 R. 4:25; Mi. 4:4). La higuera estéril (Lc. 13:6–9), la higuera que brota (Mt. 24:32–35 y paralelos), y la higuera que fue objeto de una maldición (Mt. 21:18–22) se toman como símbolos de la nación judía. La maldición de la higuera por parte del Señor se entiende mejor como la condenación de la apariencia sin realidad. Al tener hojas debiera haber tenido higos; la condenación no fue por la esterilidad, sino por la falsedad de la profesión (Trench, Notes on the Miracles, p. 349).

BIBLIOGRAFÍA

EB, II, pp. 1519ss.; HDB, II p. 5s.; HDCG, I, p. 592; ISBE, II, pp. 1108s.; Plummer (ICC), Luke, pp. 339ss.; R.C. Trench, Notes on the Miracles, pp. 343ss.; WDB, p. 183.

Charles L. Feinberg

EB Encyclopaedia Biblica

HDB Hastings’ Dictionary of the Bible

HDCG Hastings’ Dictionary of Christ and the Gospels

ISBE International Standard Bible Encyclopaedia

ICC International Critical Commentary

WDB Westminster Dictionary of the Bible (Davis—Gehman)

Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (293). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.

Fuente: Diccionario de Teología