El don de Fe

A otro el mismo Espíritu le da gran fe y a alguien más ese único Espíritu le da el don de sanidad.

1 Corintios 12:9 NTV

Antes de que hablemos específicamente del don de fe, quiero hablarte de otros tipos de Fe que vemos en la Biblia.

En Romanos 12:3 Pablo menciona «la medida de fe que Dios les haya dado.» esto quiere decir que hay una medida de fe que todos tenemos, sin embargo el don de fe es algo diferente a la fe que todos tenemos. Y creo que es esta medida de fe que Dios nos regala a todos, la que nos ayuda más adelante a que podamos recibir la salvación.

Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte.

Efesios 2:8-9 NVI

Esto es Fe salvadora. Es la fe en Jesús, como nuestro salvador. Es creer que Él pagó el precio por nuestros pecados. Es creer que SU SANGRE fue derramada por nuestros pecados y es suficiente para pagar por nosotros. Es reconocer que Jesús tomó nuestro lugar, llevó nuestros pecados, murió en nuestro lugar, y creemos que lo hizo para que no muramos, sino tengamos vida eterna.

Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.

Hebreos 12:2 NVI

Es Jesús quien da inicio a nuestra fe, y Romanos 10:17 dice que «la fe viene por oír, es decir, por oír la Buena Noticia acerca de Cristo.» y Romanos 10:14 nos dice ¿Pero cómo pueden ellos invocarlo para que los salve si no creen en él? ¿Y cómo pueden creer en él si nunca han oído de él? ¿Y cómo pueden oír de él a menos que alguien se lo diga?

Existe otro tipo de fe, que es la fe que cree en la Palabra y en las Promesas de Dios. Este tipo de fe es el que vemos aplaudido en Hebreos 11, que contiene muchas cosas que hombres y mujeres hicieron ¡Porque creyeron en las promesas de Dios!

Esta es la fe que Jesús les pide a sus discípulos que tengan, cuando las mujeres habían dicho que habían visto a Jesús resucitado, algunos discípulos no lo creyeron y continuaron con la vida sin creer las promesas que Jesús mismo les había hecho cuando les aseguró que resucitaría.

Entonces Jesús les dijo:

—¡Qué necios son! Les cuesta tanto creer todo lo que los profetas escribieron en las Escrituras. 

Lucas 24:25 NTV

Y también está el Don de Fe, que es la habilidad única de confiar en Dios contra todas las circunstancias, el don de fe habilita a algunas personas a tener un nivel extraordinario de Fe, que Dios usa para mostrar su poder, y trae gozo y ánimo a los demás.

Creo que nuestra fe puede irse construyendo a medida que vamos avanzando en nuestra relación con Dios, por ejemplo comenzamos a orar por personas con dolores de cabeza, gripes, malestares en el cuerpo, y vamos viendo una respuesta de Dios a nuestras oraciones, y vemos que algunos comienzan a sanarse. Nuestra fe va aumentando a medida que continuamos orando.

Sin embargo, un día sentimos que el Espíritu Santo nos invita a orar por alguien, con una condición que, a nuestro parecer, es particularmente «difícil», ¿Oramos?

Es en este momento que el Espíritu Santo nos puede llenar del don de fe, para que puedas creer y actuar en base a la fe, y ahora sí, tendrías el valor de ir con esta persona, imponer manos y declarar la sanidad que el Espíritu Santo quiere llevar al cuerpo de esta persona.

¡Es cuando nuestra fe se queda corta, que el Espíritu Santo interfiere! Él llena nuestra carencia con su presencia y manifiesta su poder a través de nosotros, para llevar a cabo lo que está en el corazón de Dios.

Ejemplo del don de Fe: Pedro cuando camino fuera del bote sobre el agua (Mateo 14:22-33).

Cuando Dios te invita a hacer algo fuera de tu zona de comodidad, el miedo y la ansiedad pueden invadirte, porque nunca has hecho lo que Él te está llamando a hacer, ¡Pídele al Espíritu Santo que te llene de FE para hacerlo! Es por esto que el Espíritu Santo es llamado «paraklētos» que significa ayudador, Jesús lo dejó en su lugar, para que nos ayude con muchas cosas que podemos enfrentar en nuestra vida diaria.

Oro que puedas ver en qué áreas estás permitiendo que el miedo te paralice y no estás llevando a cabo lo que Dios te está llamado e invitado a hacer, y que puedas pedirle al Espíritu Santo de su intervención divina, que el PROVEA a través del don de Fe, ese empujón que te hace falta para que puedas hacer CON Dios esos milagros que Él quiere hacer en la vida de quienes te rodean.

Si ahora te quedas absolutamente callada, de otra parte vendrán el alivio y la liberación para los judíos, pero tú y la familia de tu padre perecerán. ¡Quién sabe si no has llegado al trono precisamente para un momento como este!»

Ester 4:14 NVI

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