Los paisajes de Chile regalan al viajero una variedad de escenarios que muy pocos rincones del mundo pueden ofrecer. Los fiordos de la Patagonia Chilena son los más bellos ejemplos de esto. Su origen se debe a la erosión de las lenguas de hielo glaciar por sobre el relieve, formando lagos de agua salada. Un auténtico espectáculo de naturaleza helada y silenciosa que merece la pena visitar de la mano de la compañía que mejor conoce los fiordos chilenos, Cruceros Skorpios.

 

La Patagonia Chilena y sus Fiordos

La Patagonia Chilena se extiende desde el Seno de Reloncaví – en la zona de Los Lagos – hacia el sur. Es una maravilla natural apenas explorada, con impresionantes formaciones de hielo y roca. Además, encontramos importantes reservas naturales, como el Parque Nacional Bernardo O’Higgins (el más extenso de Chile, cuya superficie es de 3.525.901 hectáreas) con gran número de glaciares y fiordos. Algunos de los más destacados son:

• Piti Palena: localizado en el delta del Río Palena, en la región de Aysén. Compuesto por una serie de valles y pendientes y rodeado por la Cordillera de Los Andes, ofrece postales naturales ciertamente sobrecogedoras.
• Quintupeu: al sur de Puerto Montt – en la zona de Los Lagos – este fiordo presenta grandes cascadas y acantilados. Encontramos algunos ejemplares de alerces de más de 3.600 años, junto a coigües, tepas, ulmos y lengas en las zonas más altas. También podemos observar lobos marinos y aves.
• El Calvo: es un paisaje excepcional de naturaleza virgen, que constituye un hermoso conjunto de ventisqueros (acumulaciones de nieve) caracterizados por su tamaño, color blanco azulado y por estar rodeados de matorrales. Se ubica en el Parque Nacional Bernardo O’Higgins y sólo se puede acceder a él por vía marítima.

 

Flora y fauna de los Fiordos Chilenos

Flora

 

Existe variedad de árboles originarios de la región patagónica, como el coigüe magallánico, el canelo (árbol sagrado del pueblo mapuche), las lumas (que alcanzan hasta 20 metros de altura), el ñirre y la lenga, ambos de hoja caduca. El coigüe y la lenga proporcionan una madera excelente y el canelo tiene grandes hojas de color verde claro brillante, junto con un esbelto tronco. También encontramos en el Parque Nacional Queulat arbustos como nalcas, quilas, chilcos y gran variedad de helechos.

 

Fauna

 

En el entorno de los Fiordos de Chile podemos observar felinos como el puma y el gato montés, el zorro rojo y gris y el ciervo sur andino o huemul. El guanaco (mamífero de la familia de los camélidos) es una especie única en América del Sur, que encontramos en la zona de Tierra de Fuego.

 

También existen especies marinas como la ballena jorobada en la zona del Estrecho de Magallanes, lobos marinos en el Parque Nacional Torres del Paine, o delfines australes en los fiordos del Parque de Bernardo O’Higgins.

 

De gran interés son las aves terrestres, como el ñandú común y el ñandú petiso y avutardas o caiquenes, que suelen anidar cerca de los lagos, junto con otras aves como bandurrias, tiuques y halcones; el martín pescador, el chucao o  el colibrí.

 

Algunas de estas especies se encuentran en peligro de extinción y habitan protegidas en las reservas naturales de toda la región austral, como en el caso del ñandú Petiso o el guanaco, que podemos observar en el Parque Nacional Torres del Paine.  

En los fiordos chilenos podemos disfrutar de paisajes memorables, observar una flora y fauna autóctona increíble y practicar deportes como trekking en los glaciares y kayak en los lagos. Una tierra salvaje y exótica que nos dejará un recuerdo imborrable.