¿Qué edad tiene nuestra galaxia? ¿Conoces la leyenda que le otorgó el nombre a la Vía Láctea? ¿Cuál es la distancia al centro galáctico? Te contamos estas y muchas otras curiosidades.
¿Cuánto sabes sobre la galaxia en la que vives, la Vía Láctea? Seguro que conoces perfectamente tu ciudad o pueblo, pero es poco probable que sepas los detalles de cada rincón de nuestra galaxia, la Vía Láctea.
Nuestro hogar celestial es un lugar impresionante. Está lleno de estrellas, supernovas, nebulosas, energía y materia oscura, pero muchas de sus características siguen siendo misteriosas, incluso para los científicos. Para aquellos que buscan conocer mejor su propio lugar en el universo, hoy te mostramos unos cuantos hechos esclarecedores sobre nuestra galaxia.
La Vía Láctea es nuestro hogar en el universo. Es una espiral bastante típica con cuatro brazos principales en su disco formada por varios cientos de miles de millones de estrellas; una de ellas, es el Sol. Comprender la Vía Láctea es crucial para estudiar la evolución galáctica, la formación de estrellas y sistemas planetarios, y la distribución de materia y energía en el universo.
Tiene varios brazos espirales, incluidos el Brazo de Perseo, el Brazo de Norma, el Brazo de Escudo-Centauro y el Brazo de Sagitario. Estos brazos contienen concentraciones de gas, polvo y estrellas jóvenes, y salen en espiral de la estructura de la barra central.
El centro galáctico, que se encuentra a unos 26.000 años luz de distancia de la Tierra y contiene al menos un agujero negro supermasivo (llamado Sagitario A *). La Vía Láctea comenzó a formarse hace unos 13.000 millones de años y forma parte de un grupo de unas 50 galaxias llamado Grupo Local. La galaxia de Andrómeda forma parte de este grupo, al igual que numerosas galaxias más pequeñas, incluidas las Nubes de Magallanes. El Grupo Local en sí mismo es parte de una reunión más grande de galaxias llamado el supercúmulo de Virgo.
La Vía Láctea recibe su nombre por la banda luminosa irregular de estrellas y nubes de gas que se extiende a través del cielo vista desde la Tierra. Aunque la Tierra se encuentra dentro de la Vía Láctea, los astrónomos no tienen una comprensión tan completa de su naturaleza como lo hacen con algunos sistemas estelares externos. Una gruesa capa de polvo interestelar oculta gran parte de la galaxia del escrutinio de los telescopios ópticos, y los astrónomos pueden determinar su estructura a gran escala solo con la ayuda de telescopios de radio e infrarrojos, que pueden detectar las formas de radiación que penetran en la materia oscura.
El nombre de Vía Láctea es muy antiguo y tenemos que remontarnos a mucho antes de la llegada de las luces eléctricas a la sociedad, en la que todos los seres humanos tenían una vista preciosa sin obstáculos del cielo nocturno. La enorme banda lechosa de estrellas que cruzaban el cielo era imposible pasarla por alto. Los pueblos antiguos otorgaron diferentes nombres a la estructura en forma de nube de nuestra galaxia, pero nuestra versión moderna deriva de los griegos, concretamente del mito de que el infante Hércules fue llevado ante la diosa Hera, quien lo cuidó mientras estaba dormida. Cuando se despertó y se apartó, su leche materna se derramó por los cielos, de ahí el nombre de Vía Láctea. Su uso es tan antiguo que hay muchas personas que desconocen este origen clásico.
La Vía Láctea es casi plana
Hasta los terraplanistas verán con buenos ojos esta curiosidad. Nuestra galaxia tiene, en promedio, cien mil años luz de ancho pero solo mil años luz de espesor. Dentro de este disco aplanado (aunque algo torcido), el sol y sus planetas están incrustados en un brazo curvo de gas y polvo, lo que coloca al sistema solar a unos 26.000 años luz de distancia del núcleo turbulento de la galaxia.
¿Quién descubrió la Vía Láctea?
No hay forma de saber quién la descubrió en primer lugar pero sabemos que Galileo reconoció la banda de luz de nuestra galaxia como estrellas individuales en 1610. Fue la primera prueba real cuando el astrónomo apuntó su primer y rudimentario telescopio al cielo y pudo que ver que la Vía Láctea estaba formada por innumerables estrellas.
Hasta el S. XX
Habría que esperar hasta la década de 1920, cuando el célebre astrónomo Edwin Hubble proporcionó evidencia concluyente de que las nebulosas espirales en el cielo eran en realidad galaxias enteras. Esto ayudó a los astrónomos a comprender la verdadera naturaleza y forma de la Vía Láctea, y también a descubrir el verdadero tamaño y escala del universo que nos rodea.
¿Cuántas estrellas hayy?
No estamos seguros exactamente de cuántas estrellas hay en la Vía Láctea. Y es que contar estrellas es un trabajo bastante tedioso. Incluso los astrónomos discuten sobre la mejor manera de hacerlo. Sus telescopios solo ven las estrellas más brillantes de nuestra galaxia, y muchas están ocultas tras gas y polvo. Una técnica para estimar la población estelar de la Vía Láctea es observar cómo de rápido orbitan las estrellas dentro de ella, lo que da una indicación del tirón gravitatorio, y por lo tanto de la masa, de la galaxia. Dividimos la masa galáctica por el tamaño promedio de una estrella y tendremos la respuesta. Pero claro, se trata de aproximaciones pues las estrellas varían mucho en tamaño. El satélite Gaia de la Agencia Espacial Europea ha mapeado la ubicación de mil millones de estrellas en nuestra galaxia, y sus científicos creen que esto representa el 1% del total, por lo que tal vez la Vía Láctea contenga unos 100.000 millones de estrellas.
Año galáctico
¿Qué es un año galáctico o un año cósmico? Básicamente es el periodo de tiempo que tarda el sistema solar en llevar a cabo una órbita alrededor del centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Así, un año galáctico equivaldría aproximadamente a 225 millones de años. Dentro de estos números, la Tierra tendría alrededor de 20 años galácticos y la galaxia unos 54 años galácticos.
Palabra: galáctico
Sabemos que cuando hablamos de términos relacionados con galaxias, usamos el adjetivo galáctivo, pero, ¿de dónde viene esta palabra? La palabra galaxia proviene del griego galaktos, que llegó a nosotros a través del latín tardío galaxia, que hace referencia a los cuerpos celestes, con el mismo significado que galaxias kyklos o ‘círculo lechoso’ que empleaban los griegos para referirse a la Vía Láctea.
Lo más importante
Ya hemos comentado que la Vía Láctea es una galaxia bastante típica. Las galaxias espirales en general tienden a ser más grandes que otros tipos de galaxias, pero la Vía Láctea no solo es muy grande, sino que lo más importante de ella es que logró sustentar la vida. Por el momento, el único lugar del universo donde hemos encontrado vida.
Un lugar vacío en el universo
Varios estudios han indicado que la Vía Láctea y sus vecinos están viviendo en la prosperidad del cosmos. Desde lejos, la estructura a gran escala del universo parece una red cósmica colosal, con filamentos en forma de cuerda que conectan regiones densas separadas por enormes huecos, en su mayoría vacíos. El énfasis en esa última oración debe estar en "casi vacío", ya que nuestra propia morada galáctica parece ser un habitante del Vacío Keenan, Barger y Cowie (KBC), que lleva el nombre de tres astrónomos que lo identificaron en un estudio de 2013 en The Astrophysical Journal.
Hay un agujero negro en el centro de la galaxia
Llamado Sagitario A *, el agujero negro supermasivo del centro de la galaxia pesa más de cuatro millones de veces la masa del Sol. Nunca hemos visto este objeto directamente, está escondido detrás de espesas nubes de polvo y gas, pero los astrónomos han podido seguir las órbitas de las estrellas y las nubes de gas cerca del centro galáctico, lo que les permitió inferir la masa del peso pesado cósmico escondido detrás de dicha cortina. Se cree que los agujeros negros supermasivos se encuentran en los núcleos de la mayoría de las galaxias, y que algunos se alimentan de materia cercana con tanta avidez que disparan chorros de poderosa radiación visible desde millones de años luz de distancia.
¿Tenemos imagen del agujero negro de nuestra galaxia?
Los astrónomos están intentado fotografiar al monstruo agujero negro en el centro de la Vía Láctea. Este gigante hambriento tiene un peso de 4 millones de soles. En los últimos años, los astrónomos han estado combinando las observaciones de múltiples radiotelescopios para intentar vislumbrar el entorno que rodea al agujero negro, que está lleno de gas y polvo que gira alrededor de las fauces del agujero negro. El proyecto, llamado Event Horizon, espera tener imágenes preliminares del borde del agujero negro en los próximos meses.
El polvo interestelar obstaculiza nuestra visión
Dicho polvo bloquea nuestra luz, nuestra visión de las partes más distantes de la Vía Láctea", por lo que hay áreas de la galaxia que están relativamente ocultas a la vista porque están detrás de enormes columnas de polvo que no podemos ver a través de las longitudes de onda ópticas en las que trabajan nuestros ojos. Para mejorar este problema, los astrónomos a veces trabajan en longitudes de onda más largas, como la radio o el infrarrojo, que disminuyen los efectos del polvo.
Estamos rodeados de un halo oscuro
Nuestra galaxia se encuentra dentro de un grupo de materia oscura que es mucho más grande y más masiva que la propia galaxia. A finales de la década de 1960, la astrónoma Vera Rubin infirió la presencia de estos halos invisibles alrededor de las galaxias cuando observó que las estrellas cercanas al borde de Andrómeda azotaban el centro de la galaxia a velocidades que deberían enviarlas a volar al espacio. Y, sin embargo, no sucedía,lo que significaba que existía algún tipo de pegamento cósmico que lo mantenía todo unido. Ese pegamento es la materia oscura.
Estudiando la Vía Láctea
Hay innumerables naves espaciales y telescopios que estudian la Vía Láctea. El más famoso es el Telescopio Espacial Hubble, mientras que otros telescopios espaciales como Chandra, Spitzer y Kepler también están recogiendo datos para ayudar a los astrónomos a descubrir los misterios de nuestro remolino de estrellas. El siguiente telescopio histórico en desarrollo es el Telescopio Espacial James Webb de la NASA. Mientras tanto, proyectos tan ambiciosos como APOGEE están resolviendo la estructura y evolución de nuestra casa en espiral haciendo "arqueología galáctica". APOGEE es un estudio de la Vía Láctea mediante espectroscopia, que mide con gran detalle las composiciones químicas de cientos de miles de estrellas en toda la galaxia. Las propiedades de las estrellas que nos rodean son evidencia fósil de su formación, que, combinada con sus edades, ayuda a los astrónomos a comprender la línea de tiempo y la evolución de la galaxia que llamamos hogar.
La Vía Láctea está llena de grasa tóxica
Las moléculas orgánicas oleosas conocidas como compuestos de carbono alifáticos son producidas en ciertos tipos de estrellas y luego se filtran hacia el espacio interestelar. Un estudio reciente descubrió que estas sustancias similares a la grasa podrían representar entre una cuarta parte y la mitad del carbono interestelar de la Vía Láctea, cinco veces más de lo que se creía anteriormente. Aunque extraños, los hallazgos son motivo de alegría, pues debido a que el carbono es un componente esencial de los seres vivos, encontrarlo en abundancia en toda la galaxia podría sugerir que otros sistemas estelares pueden albergar vida.
Galaxias compañeras
Las Nubes de Magallanes, Grandes y Pequeñas son objetos complementarios de nuestra galaxia. Son sistemas separados situados a más de 100.000 años luz de distancia. Existen más objetos pequeños en las cercanías de nuestra galaxia, como por ejemplo el enano Sagitario, una galaxia que se encuentra en caída libre hacia la Vía Láctea tras ser capturada por nuestra gravedad, claramente más poderosa. También se encuentran objetos como Draco, Carina, Sextans, Escultor, Fornax... y otros objetos aún más débiles.
Estrellas competidoras
Las galaxias en el universo a veces intercambian estrellas. Los investigadores buscaron recientemente estrellas de hipervelocidad, que se lanzan a velocidades increíbles desde la Vía Láctea después de interactuar con el agujero negro gigante en su centro. Lo que encontraron fue incluso más extraño: en lugar de volar lejos de nuestra galaxia, la mayoría de las estrellas rápidas estaban dirigiéndose hacia nosotros. "Estas podrían ser estrellas de otra galaxia, pasando a través de la Vía Láctea", dijo Tommaso Marchetti, un astrónomo de la Universidad de Leiden en los Países Bajos, en su estudio publicado en la revista Monthly Notices de la Royal Astronomical Society. ¿Se habrán originado estas estrellas en la Gran Nube de Magallanes o más lejos aún?
Hay burbujas misteriosas que surgen de la Vía Láctea
Un equipo de científicos descubrió en 2010 estructuras gigantescas, nunca antes vistas, que se extendían por 25.000 años luz por encima y por debajo de la galaxia. Llamadas "burbujas Fermi" en honor al telescopio que las encontró, estos objetos emisores de rayos gamma han desafiado las explicaciones de los astrónomos desde entonces. Por ahora, la evidencia sugiere que las burbujas son la consecuencia de un evento energético de hace 6-9 millones de años, cuando el agujero negro supermasivo en el centro galáctico se tragó una gran cantidad de gas y polvo.
Estamos siendo bombardeados con extraños impulsos de energía desde el otro lado del universo
Durante la última década, los astrónomos siguen detectando extraños destellos de luz provenientes del lejano cosmos. Conocidas como ráfagas rápidas de radio, estas señales misteriosas no tienen una explicación acordada. A pesar de conocerlas desde hace más de 10 años, los investigadores han logrado capturar apenas unos 30 ejemplos de estas señales. Si bien aún no conocen el origen de los destellos, un estudio reciente ha podido determinar que la luz había viajado a través de varios miles de millones de años luz de gas y polvo, lo que sugiere que han recorrido un largo camino.
El comienzo del fin de la Vía Láctea
El choque de la Vía Láctea con otra galaxia será antes de lo esperado. De acuerdo con un nuevo estudio, la colisión entre nuestra galaxia y la Gran Nube de Magallanes (ubicada a 163.000 años luz de la Vía Láctea) ocurrirá antes que el choque con la Galaxia de Andrómeda. Este primer encuentro mortal ocurrirá en 2.000 millones de años, mientras que la colisión con la Galaxia de Andrómeda tendrá lugar en 8.000 millones de años.
¿Qué tipo de galaxia es?
Como ya sabrás, existe más de un tipo de galaxia. Las galaxias elípticas son galaxias que pueden tener una forma muy circular u ovalada alargada. Las galaxias espirales son galaxias giratorias en forma de disco con una protuberancia central y brazos que salen en espiral desde el centro. Las galaxias irregulares son tal y como su nombre lo indica. Las galaxias lenticulares son una especie de cruce entre elípticas y espirales; tienen forma de disco y se abultan como una espiral, pero no tienen brazos. Las galaxias espirales se dividen además en dos categorías: espiral regular y espiral barrada. Una galaxia espiral barrada es como una galaxia espiral normal, pero tiene una gran barra brillante de estrellas que atraviesa el centro. La Vía Láctea es una galaxia espiral barrada. En esencia, la Vía Láctea sirve como nuestro hogar cósmico, y su exploración y estudio profundizan nuestro conocimiento de la inmensidad del universo, su historia y todo lo que le ha dado forma durante miles de millones de años.
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