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EL ANÓNIMO BAZO

Para que una persona sea reconocida en este país se hace necesario, por no decir indispensable, que oculte su nombre o lo cambie por algún alias. De esto no se escapan ni los órganos del cuerpo humano. A tal grado que el bazo es conocido en el bajo mundo de las vísceras, con el alias de pajarilla .

CARLOS FRANCISCO FERNANDEZ RINCON
Este apodo lo ha proyectado a un estrellato dentro del contexto popular, tanto que la pajarilla ocupa un lugar de privilegio en todos los restaurantes de comida vernácula colombiana, mientras que el bazo como órgano no pasa de ser un anónimo.
La verdad es que del bazo poco se habla. Nadie se queja de estar enfermo de él, ni siquiera sirve para que sus dolencias sean excusas para faltar al trabajo y, lo que es peor, tampoco existen médicos bazólogos que se encarguen de su estudio, y esto es grave en un medio en el que por la crisis del sector salud, los especialistas abundan.
Para comenzar, el bazo es un órgano linfoideo, es decir, que se relaciona con la sangre y las defensas del cuerpo. Su domicilio es el abdomen, justo debajo del pulmón izquierdo, cubierto en su totalidad por las costillas.
Es una presa única de color rojo oscuro, más blando que natilla de pobre. Mide doce centímetros de largo por ocho de ancho y, para decepción de muchos, no tiene forma de vaso. Los entendidos dicen que es un tetraedro irregular de base anterior y de vértice posterosuperior , lo que quiere decir que no se parece a nada.
Al contrario de algunos congresistas, el bazo si trabaja y sus funciones son muy definidas, dentro de las cuales vale la pena resaltar, la de ser un tanque de reserva que guarda glóbulos rojos y sangre en cantidades generosas, que pueden ser utilizados cuando por alguna razón estos elementos escasean en el cuerpo humano.
El bazo también es un coliseo donde los glóbulos blancos se entrenan y se ponen en forma para la pelea y así puedan cumplir un papel decoroso en la defensa del organismo. Además es un gran colador donde se atrapan las células viejas, bacterias, parásitos y otras mugres, completando con esto su gran tarea como es la de ser un despierto guachiman del cuerpo humano.
Para terminar, aunque algunos se resientan con la comparación, el bazo o pajarilla cumple las mismas funciones en los mamíferos inferiores. Tal vez por eso al conocerlo se entiendan las bondades de su vitalizante caldo, que tanta falta le hace a nuestro anémico país.
* Docente de la Universidad del Rosario, fiscal de la Asociación Colombiana para el Estudio del Dolor.
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CARLOS FRANCISCO FERNANDEZ RINCON
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