Reconstrucción vaginal

La reconstrucción vaginal es una cirugía que tiene el objetivo de mejorar las funciones físicas y el aspecto estético de la zona genital de las pacientes.

Este tipo de intervención quirúrgica forma parte de la vaginoplastia, que tiene como objetivo la recuperación y mejora de funciones y apariencia de la vagina, ya sea con cirugía reconstructiva o estética.

La cirugía de reconstrucción vaginal puede recomendarse e incluso es necesaria en algunos casos específicos en los cuales hay problemas físicos o de salud, el ejemplo más común es la agenesia vaginal (un defecto de nacimiento que afecta a pocas mujeres pero que, a menos que se corrija, puede imposibilitar el desarrollo de la vida sexual y la maternidad). En casos como este, la cirugía se utiliza para curar tejidos que estaban dañados y mejorar las funciones de ciertas partes del cuerpo.

¿Quiénes suelen someterse a la reconstrucción de vagina?

Este procedimiento se utiliza para resolver problemas íntimos, mejorar la autoestima y solucionar problemas sexuales, que pueden ser causados por diferentes situaciones en una mujer sin importar la edad.

Médicamente, está comprobado que el embarazo y -sobre todo- los partos vaginales pueden provocar relajación de las estructuras pélvicas como músculos, fascias y vagina. Otras problemas como enfermedades como el cáncer pueden ser desencadenantes de la pérdida parcial o total de las funciones de la vagina.

Otros tipos de cirugías de reconstrucción vaginal permiten:

  • Quitar el tejido que normalmente cubre el clítoris.
  • Inyectar colágeno en la pared frontal de la vagina, teóricamente para incrementar el placer (ya que se cree que allí se ubica el denominado “punto G” femenino que brinda placer durante el acto sexual).
  • Volver a unir el himen, que es el tejido en la entrada de la vagina que normalmente se rompe la primera vez que una mujer tiene relaciones sexuales. Esta opción, en general, se elige por con cuestiones culturales y religiosas, y es una de las más cuestionadas y polémicas.

En todos los casos, las cirugías de reconstrucción vaginal son peligrosas y riesgosas ya que pueden causar complicaciones y problemas como:

  • Infección (que incluye: pus, dolor, irritación y enrojecimiento de la zona).
  • Sangrado y demora para que la herida provocada por la operación se cierre.
  • Cicatrices.
  • Incontinencia.
  • Pérdida de las sensaciones o cambios permanentes en la forma de sentir.
  • Dolor continuo o durante la relación sexual.
FeVida Clínica de Fertilidad

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