5.8.1.2: El Valor

El valor se nombra a veces como brillo, claridad o luminosidad, aunque esas palabras señalan conceptos diferentes. Por ejemplo, el tono marrón se dice que es menos luminoso que el tono amarillo y significa que el marrón refleja menos cantidad de luz, que tiene menor reflectancia que el amarillo. Ese valor de la reflectancia de los colores es lo que se llama luminosidad. La luminosidad de un objeto viene determinada por la cantidad de luz que refleja. Los objetos que reflejen el 80% o más de la luz que les llegue aparecerán como blancos y los que reflejen menos del 3% aparecerán como negros. Esta característica es invariable respecto de la cantidad de luz que les llegue.

 

El concepto de valor está asociado a la impresión mediante tramas. Por medio de una sola tinta (imaginemos una tinta negra), se pueden conseguir diferentes superficies grises sin más que rellenar la superficie mediante un punteado de negro. Diremos que un tono está aplicado al 100% de su valor cuando no exista superficie del papel que no haya sido manchada por la tinta y diremos que está aplicado al 1% cuando sólo 1 parte de cada 100 esté manchada con puntos entintados. Si la tinta que utilizamos es la negra, variando el valor del punteado se obtendrá una gama de grises. Si en vez de tinta negra se utiliza tinta de cualquier color se obtendrá una variación del valor que se extenderá desde el color puro hasta el blanco. Por tanto, el valor esta asociado a la mezcla de un tono con el blanco.