La Tierra, percibida como un ser dador de vida, capaz de concebir y alimentar a sus hijos, fue vista por los  pueblos ancestrales como un ser femenino, al que llamaron Madre.

REDACCIÓN MÁS SANA

Ante la imperiosa necesidad de explicarnos la complejidad, maravilla y misterio de la vida, la especie humana ha atribuido características de lo conocido a lo desconocido. Por ejemplo, las mujeres son las únicas capaces de dar vida y juegan un papel primordial como proveedoras y protectoras de sus crías, para asegurar la descendencia de los genes del clan humano que vive en nuestro planeta. Por ello, la mujer simboliza la maternidad y la fertilidad.

A partir de ello, la Tierra, percibida comoun ser dador de vida, capaz de concebir y alimentar a sus hijos, fue vista por los pueblos ancestrales como un ser femenino a la que llamaron Madre Tierra, porque es capaz de brindar el regalo de la vida a la humanidad entera a través de la fertilidad del suelo. Aunque también, como toda buena madre, es capaz de aplicar castigos a nuestros excesos en forma de tormentas, terremotos, huracanes, tornados, tsunamis, inundaciones y todos los fenómenos meteorológicos que acarrean destrucción y muerte.

Gea, la diosa de la Tierra

Gea (en latín) o Gaia (en griego antiguo), nombres que literalmente significan Tierra, fue la diosa primigenia que personificaba al planeta en la mitología griega.

Era una deidad primordial del antiguo panteón griego, y es tal vez uno de los más claros ejemplos de la tendencia humana a divinizar al planeta que nos ha acogido desde nuestro origen, nuestro hogar en medio de la infinitud del Universo.