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ArribaAbajoV. Sintaxis

En todo sistema lingüístico un emisor parte de una intención, de una decisión sobre lo que un destinatario debe saber o hacer, luego planea su contenido semántico y, después, da una forma sintáctica, morfológica y fonética.

Los signos gestuales, como decíamos en 4.3., siguen regulaciones de tipo semántico donde el componente expresivo representa un papel esencial. Aunque los enunciados o discursos emitidos en lenguaje de signos ponen de relieve la falta de distinción entre gramática y léxico, cada signo integrante de un enunciado determinado tiene sus enlaces sintáctico-semántico perfectamente trabados para un desarrollo óptimo de la comunicación en las distintas situaciones de uso.

En efecto, según puede deducirse a partir de los ejemplos que se vienen ofreciendo, las combinaciones de los signos no son caprichosas. Si, como señala E. Torrego refiriéndose al comportamiento gestual, «es factible hablar de unidades mínimas gestuales con posibilidades combinatorias según unas ciertas leyes» (1971: 146), en el lenguaje que utilizan los sordos también hay que considerar su sintaxis.

Los estudios sobre distintos lenguajes gestuales ponen de manifiesto, como se verá, la dificultad de describir su organización sintáctica. J. Rondal, F. Henrot y M. Charlier, basándose en estudios sobre los lenguajes de signos, irlandés, norteamericano y francés, señalan, con sorpresa, la similitud de su organización gramatical básica y, comparando, de manera muy general, las gramáticas de los lenguajes hablados y de los lenguajes gestuales, dicen a propósito de éstos:

Les contraintes séquentielles y sont restreintes ne dépassant guère le principe de contigüité. Les flexions de signes gestuels à fins grammaticales sont rares. Par contre, les aspects suprasegmentaux (expressivité faciale et corporelle) et les stratégies de pointage (et plus généralement de «théâtralisation») sont de première utilité pour organiser grammaticalement l'expression.


(1986: 143)                


La coherencia del significado pone de manifiesto caracteres de la organización de los signos, que vamos a considerar.


ArribaAbajo5.1. Ordenación cronológica

Los signos se ordenan tal como se van presentando los acontecimientos, esto es, siguiendo un orden cronológico.

Ejemplo I

Frases del español como: iremos al cine después de comer, en el lenguaje de signos se manifiestan de acuerdo con el orden cronológico de las acciones: NOSOTROS-COMER-YA-DESPUÉS-CINE.

Obsérvese el aspecto perfectivo de la acción, marcado por el signo YA, descrito en 4.7.2., y el referente temporal prospectivo expresado a continuación.

Ejemplo II

En nuestra adaptación de tres cuentos infantiles25 para niños sordos, se observan los siguientes ejemplos, donde los signos siguen el orden cronológico:

Ordenación cronológica

A: JUGAR-YA-FIN-GATO-HAY-HAMBRE.

A': Cuando el juego ha terminado, el gato tiene hambre.

Ejemplo III

Ordenación cronológica

A: COMER-YA-FIN-GATO-LAVARSE.

A': Cuando la comida está terminada, el gato se lava.

Ejemplo IV

El relato El mudito alegre de J. Aguirre Bellver comienza con la siguiente secuencia temporal, donde, como puede observarse, las acciones siguen el orden cronológico real. Por tanto, en el lenguaje de signos se expresan sin alteración; no obstante, destacamos, mediante cursiva, los signos que reflejan la sucesión del tiempo: PRIMERO... DESPUÉS... Y-DESPUÉS.

A': Tardaron mucho en darse cuenta de que Damiancito era mudo. Cuando sus padres se enteraron, lo comunicaron a los demás once hermanos, y luego a los demás ciento catorce vecinos, con lo que todos en el pueblo se pusieron muy tristes.

A: TODOS-TARDAR-MUCHO-DARSE CUENTA-QUE-PERSONA -NIÑO-SORDO-(pausa)-PRIMERO-PADRE-MADRE-DESCUBRIR-DESPUÉS-CONTAR-DEMÁS-ONCE-HERMANOS- NIÑO-SORDO-Y-DESPUÉS-TAMBIÉN-CONTAR-DEMÁS-114-VECINOS-(pausa)-TODOS -PERSONAS-PUEBLO-YA-OÍDO-TODOS-MUY-TRISTES.

Ejemplo V

Frases del español como: me gustó la exposición que vi la semana pasada, de acuerdo con lo que venimos diciendo respecto a la sucesión cronológica de la expresión de los hechos en el lenguaje de signos, serían difícilmente entendidas por un sordo; para que su significado fuese comprendido por una persona sorda habría que expresarla del siguiente modo: la semana pasada vi una exposición y me gustó, es decir, siguiendo el orden normal en el lenguaje de signos:

SEMANA-PASADA-YO-VER-EXPOSICIÓN (cuadros)-Y-GUSTAR.

En este sentido, el abad Lambert, en el siglo pasado, comparaba la organización de la «frase mímica» con la sucesión de escenas que presenta un pintor en sus cuadros:

La phrase mimique n'est qu'une suite de tableaux vivants, les procédés du sourd-muet qui parle sa langue et ceux du peintre sont les mêmes; ainsi le peintre présente d'abord la scène où le drame se passe [...] puis il dispose les personnages chacun à la place qu'il doit occuper, donne à chacun l'allure qui lui est propre et enfin les met en action [...] dans la succession naturelle des faits [...]. Telle est aussi la succession des faits dans la construction de la phrase mimique.


(1865: 62)                


De forma semejante, en 1983, Lou Fant compara el orden de los signos del lenguaje de signos norteamericano -ASL- con la filmación de una escena:

It is often useful to think in cinematic terms. When you wish to relate a story, think of it as a movie filmed in continuous time with no flashbacks or flash-forwards. Each scene leads chronologically into the next scene. (The camera would show the black cat walking across your path, for example, then show your reaction to it. If the camera shows your reaction first, then shows the black cat crossing your path, the camera is flashing backwards in time). Arrange the events, persons and details in this manner and you will be following good ASL syntax.


(1983: 43)                


Es como pensar en términos cinematográficos.

Cuando se desea relatar una historia se procede igual que en la filmación de una película en un tiempo continuo sin retrocesos ni saltos hacia adelante. Cronológicamente cada escena tiende hacia la próxima (Por ejemplo, la cámara mostrará a un gato negro que se interpone en nuestro camino, después mostrará nuestra reacción. Si la cámara mostrara, primero, nuestra reacción, tendría que dar un salto hacia atrás en el tiempo). Colocando los acontecimientos, las personas y las circunstancias de este modo, se seguirá correctamente la sintaxis del ASL (lenguaje de signos norteamericano).


(Lou Fant, 1983: 43. Traducción de la cita anterior).                





ArribaAbajo5.2. Relaciones de implicación


ArribaAbajo5.2.1. Relación de causalidad

La causalidad consiste también en un transcurso de acciones. Entre dos hechos, el primero se relaciona causalmente con el segundo, de modo que el primero es causa del segundo y éste es una consecuencia de aquél. Causa y consecuencia se ordenan linealmente en el tiempo.

En el lenguaje de signos la relación de causalidad se manifiesta de las siguientes maneras:

5.2.1.a.

Expresando primero la causa y luego la consecuencia, es decir, siguiendo la línea del tiempo. Es la forma de expresión más utilizada, más genuina del lenguaje de signos.

Hay dos signos para marcar la causa. Uno de ellos es glosado por los sordos con los significados PORQUE, POR; CULPA, según el contexto en el que aparezca. Presenta la siguiente articulación:

Relación de causalidad

Otra expresión para señalar causalidad, que, a veces, alterna con la anterior, es la que el sordo traduce como CAUSA-MOTIVO. Se utiliza, preferentemente, ante secuencias explicativas de cierta extensión y aporta un matiz de énfasis, por ello aparece en posición inicial de secuencias de signos cuyo contenido se desea poner de relieve. Se realiza del siguiente modo:

Relación de causalidad

En algunos contextos, como en la expresión de la pregunta ¿POR QUÉ?, frecuentemente realizan los dos signos para dar más énfasis.

Por tanto, es más propio del lenguaje de signos expresar: porque llueve hace frío que manifestar primero la consecuencia y, a continuación la causa: hace frío porque llueve.

Por otra parte, el significado de la relación de causalidad puede ir implícito en el orden lineal de los signos que expresan los hechos de causa y efecto, sin llevar ninguna marca expresa:

A: LLOVER-YO-IR-NO-CINE.

A': Porque llueve no voy al cine.

Se explica así la incapacidad de comprensión que muestran los sordos cuando leen determinadas estructuras del español donde el efecto aparece antes de la causa. Difícilmente entenderían frases como: no puedo trabajar cuando suena el teléfono, y, en cambio, sí comprenderían su significado si leyeran: cuando suena el teléfono no puedo trabajar.

Los libros de texto que se utilizan en la enseñanza de niños sordos son los mismos que se emplean en la enseñanza de niños oyentes. En relación con la incapacidad del sordo para comprender determinadas construcciones del texto leído pueden mencionarse numerosos ejemplos; nosotros lo hemos comprobado con el siguiente fragmento de un libro de geografía: la vegetación depende de dos factores: suelo y clima.

Los niños sordos no entendían el significado, aunque algunos pudieran llegar a repetir el texto de memoria. La comprensión fue inmediata cuando se les explicó en el lenguaje de signos de las dos maneras siguientes:

A1: CAUSA-LLUVIA-Y-SOL-TIERRA-BIEN-PLANTAS-BIEN-(pausa)-CAUSA-LLOVER-NO-TIERRA-SECA-PLANTAS-MAL.

A2: TIEMPO (atmosférico)-Y-TIERRA-MUY-IMPORTANTES-PARA PLANTAS-BIEN-O-MAL.

5.2.1.b.

La expresión de causalidad propia del lenguaje de signos es, como acabamos de exponer, la que sigue la línea del tiempo; sin embargo, por influencia del español, a veces se emplea también la expresión inversa: partiendo del hecho que se observa o se experimenta, se imagina la causa, que se sitúa después; así, YO-HAY-FRÍO-PORQUE-LLUEVE. Lógicamente esta construcción es empleada sólo a veces por sordos postlocutivos.

Por otra parte, la influencia del español se manifiesta en la frecuente utilización del signo que glosan como equivalente a PORQUE y en la gramaticalización de su significado; por ejemplo, en el relato filmado del joven que manifiesta la evolución de su educación -como se verá en la transcripción del mismo que ofrecemos en 5.5.- hay un empleo excesivo de dicha expresión, que, en, muchos casos, no tiene significado causal, sino que sirve de apoyo conversacional.




ArribaAbajo5.2.2. Relación de consecuencia

Relacionada lógicamente con la relación de causa, la relación de consecuencia no se marca con signos específicos en el lenguaje de signos. De acuerdo con lo expuesto en 5.2.1., proposiciones consecutivas del español como: llueve; por tanto, no iré al cine, en el lenguaje de signos pueden expresarse de dos maneras: bien, marcando la causa, como se ha visto: CAUSA-LLUVIA-YO-IR-NO-CINE, o bien, mediante el orden lineal de los signos que expresan los hechos de causa y efecto: LLOVER-YO-IR-NO-CINE.

De manera semejante, las proposiciones consecutivas del español con expresión de intensidad de la acción o cualidad principal, como: estoy tan cansado que voy a dejarlo todo, en el lenguaje de signos se manifiestan sin referencias manuales específicas de la consecuencia, aunque sí se acompañan de expresividad facial: YO-MUY-CANSADO-DEJO-TODO.

Sin embargo, a veces, aparece al principio de enunciados cuyo contenido es consecuencia de algo mencionado anteriormente, un signo que por su realización puede considerarse variante del signo descrito como equivalente a CAUSA; difiere de éste en el kinema, que consiste en un movimiento repetido hacia adelante. Tiene el significado léxico de toda una expresión de causa con referencia anafórica, los sordos lo traducen como equivalente a la expresión POR ESO:

Relación de consecuencia

Se emplearía en la versión del siguiente fragmento de Alicia en el país de las maravillas, que comienza así:

A': Así pues, se puso a considerar si el placer de tejer una cadena de margaritas le valía la pena...

A: POR ESO-ALICIA-PREOCUPARSE...

La expresión gestual equivalente a POR ESO tiene el valor de recoger la causa expresada en un enunciado precedente y de iniciar la consecuencia.




ArribaAbajo5.2.3. Relaciones de contraste

Hay tres expresiones gestuales para manifestar las relaciones inesperadas o contrastivas entre hechos. Tales expresiones equivalen, respectivamente, a PERO, SIN EMBARGO, EN CAMBIO:

Relaciones de contraste

Las tres expresiones se emplean para marcar tanto la negación de la consecuencia esperada, expresada en español mediante las proposiciones adversativas, como la negación de la causa que debía ser normal, reflejada en español por las proposiciones concesivas.

El signo más gramaticalizado y más empleado es el que es glosado por el sordo con el valor de la conjunción PERO. Con él se manifestarían los contrastes siguientes del español, que, por otra parte, admiten la posibilidad de transformación mediante el cambio de orden y la entonación:

A': Tengo frío pero no llevo abrigo.

A: YO-HAY-FRÍO-PERO-YO-ABRIGO-SIN.

B': Aunque llevo abrigo, tengo frío.

B: YO-ABRIGO-PERO-YO-HAY-FRÍO.

Como puede observarse en el dibujo, la expresión gestual equivalente a SIN EMBARGO, lleva consigo manifestación de contrariedad, reflejada en la cara.

El signo equivalente a EN CAMBIO, significa también CAMBIO, CAMBIAR, TRANSFORMAR.

Observemos algunos ejemplos de empleo de las expresiones descritas, en relación con estructuras del español como las siguientes:

A': Este cuadro es más barato de lo que pensaba.

A1: YO-PENSAR-QUE-ESTE-CUADRO-CARO-SIN EMBARGO-BARATO.

A2: YO-PENSAR-ESTE-CUADRO-CARO-PERO-NO-ESTE-CUADRO-BARATO.

Como se ve, la relación de contraste en el lenguaje gestual comprende también la relación de comparación intensiva del español.

A': Todo sube menos los sueldos.

A: TODO-DINERO-SUBIR-EN CAMBIO-NO-SUELDOS.

Para expresar la relación de comparación en términos de igualdad emplean el signo equivalente a IGUAL:

Relaciones de contraste

A': Tu coche corre tanto como el mío.

A: COCHE-TUYO-CORRER-IGUAL-PROPIO.

En la manifestación de la operación lógica de contraste entre negación y afirmación, expresada en español mediante las adversativas absolutas con la conjunción: sino, el sordo utiliza la expresión descrita en 4.7.5., que significa: SEGURO-FIJO-OBLIGADO, introduciendo con ella un valor de obligación en este tipo de contrastes:

Relaciones de contraste

A': Juan no quiere dormir [1.ª negada] sino estudiar [2.ª negada].

A: JUAN-QUERER-DORMIR-NO-OBLIGADO-ESTUDIAR.




ArribaAbajo5.2.4. Relación condicional

Las implicaciones derivadas de la experiencia, aparentemente causales, que tienen un valor de probabilidad y que, en español, se expresan en términos: «si A, entonces B», en el lenguaje gestual se expresan mediante el signo equivalente al significado de EJEMPLO, que pone de relieve, por tanto, el hecho de ser enunciados basados en hábitos de observación creados por la experiencia:

Relación condicional

Se observa su empleo en una conversación entre tres jóvenes sordos, la participante femenina emite el siguiente enunciado:

A: EJEMPLO-MARCA-POCO-CONOCIDA-POCO MENOS-PUEDE SER-ALGUNOS.

A': Si son de una marca poco conocida, son más baratos, puede ser (se refiere a los automóviles).

En el sexto turno de la misma conversación, encontramos otro ejemplo de expresión de la condición real:

A: EJEMPLO-MARCA-BUENA-CAROS.

A': Si son de buena marca, son caros.

La versión en lenguaje de signos de la sexta parte del capítulo IX de El Árbol de la ciencia incluye varias muestras de condiciones reales o probables, como la siguiente:

A': De manera que, si mi teoría es cierta, servirá para conocer a la gente.

A: EJEMPLO-YO-EXPLICO-ESTO-MISMO-VERDAD-SE LLAMA-IMPORTANTE-PORQUE-ES NECESARIO-PARA-CONOCER-PERSONAS.

Se observa que no se manifiesta explícitamente la consecuencia, y sí se expresa la condición probable con el signo equivalente a EJEMPLO. Por otra parte, si para manifestar: teoría al principio de la conversación se utiliza el signo correspondiente a IDEA, aquí se vincula más directamente con el contexto y se designa mediante un referente deíctico: ESTO y un identificador: MISMO.

La expresión gestual, que venimos examinando, se utiliza para manifestar relaciones de implicación semejantes a las que se manifiestan en español con estructuras del tipo:

A': La madre sufre cuando ve a su hijo enfermo.

A: MADRE-SUFRIR-EJEMPLO-MADRE-VER-PROPIO-HIJO-ENFERMO.

La condición irreal o hipotética se refleja con la expresividad de la cara, que acompaña al signo EJEMPLO y, además, signan POSIBLE para manifestar la consecuencia imaginada:

Relación condicional

A': Si tuviera dinero, [condición: causa efecto] compraría una casa [consecuencia imaginada].

A: EJEMPLO+expresión facial-YO-DINERO-HAY-POSIBLE-COMPRAR-UNA-CASA.

En la expresión de lo supuesto, de lo imaginado, entra la subjetividad del sordo, que, como decíamos en 2.4., puede hacer variar sus enunciados con cierta libertad, como en la siguiente muestra tomada de nuestro material filmado, donde uno de los participantes, comentando su visita a una exposición, expresa la condición hipotética, que transcribimos como SI hipotético, con una expresión facial determinada y una articulación que, en otros contextos, equivale a QUE, en este caso con movimiento repetido como si expresara valor interrogativo:

Relación condicional

A: [SI hipotético + expresión facial] TÚ-IR-SEGURO- ATRAER-SEGURO-FIJO.

A': Si fueras, seguro que te encantaría.




ArribaAbajo5.2.5. Relación de finalidad

En la relación lógica de finalidad se expresa también una causa que, en este caso, es real, y una consecuencia deseada o hipotética.

La expresión de la finalidad no es muy frecuente en las emisiones espontáneas del lenguaje de signos.

Hay dos expresiones gestuales, muy gramaticalizadas para marcar, de manera explícita, la finalidad, que son equivalentes a los conectivos PARA o PARA QUE:

Se utilizan indistintamente en Valladolid; sin embargo, en Madrid hay una clara preferencia por la segunda.

Relación de finalidad

La relación bimanual simétrica, situada a la izquierda, por la tendencia a la simplificación se articula frecuentemente con una sola mano, coincidiendo formalmente con el signo descrito anteriormente, es decir, se convierte en homónimo óptico de QUE.

La expresión, que hemos situado a la derecha, es homónima, a su vez, de la ya descrita equivalente a PORQUE.

Uno de los dos signos se observa en la adaptación del siguiente enunciado tomado de la introducción de la obra Los comuneros de A. Diosdado:

A: ESPAÑA-SUFRIR-PERO-CIUDADES-ESPAÑA-UNIRSE-AUMENTAR-PARA-LUCHAR-CONTRA-JOVEN-REY-EGOÍSTA.

A': España sufre, pero sus ciudades se van uniendo para luchar contra el joven rey, egoísta.






ArribaAbajo5.3. Signos conectivos26

Clasificamos en tres subgrupos los signos gestuales que pueden desempeñar funciones de conexión:

En el lenguaje de signos, las funciones de conexión son desempeñadas por signos léxicos, como se ha visto en 5.2., y prácticamente todos pueden presentar expresividad, por ello no pretendemos establecer rigidez en su clasificación. El frecuente empleo de conectivos de significado gramatical, sobre todo de los dactilológicos, obedece a la influencia del español, pero su uso es escaso entre sordos prelocutivos, que no han sido escolarizados y que, por tanto, no tienen acceso a la lengua escrita. En una posición intermedia hemos situado el signo equivalente a PORQUE, ya descrito, teniendo en cuenta que en muchos contextos esta realización alterna con la equivalente a CAUSA, donde tiene valor léxico.

Consideraremos aquí los dos conectivos de origen dactilológico, que no han sido examinados en 5.2., y el conectivo QUE, mencionado sólo incidentalmente:

SIGNO CONECTIVO Y

Se articula del mismo modo que la correspondiente letra del alfabeto dactilológico:

Signo conectivo

Como la conjunción y del español, el signo gestual equivalente a ella expresa operaciones lógicas de conjunción, de unión; se emplea para unir signos de designación sémica semejante en el contexto: dos cualidades, dos acciones, dos referentes, etc.

En una conversación entre tres jóvenes sordos sobre el deseo de uno de ellos de adquirir un automóvil, la participante femenina respondiendo a la pregunta sobre el color que a ella le gustaría, emite la siguiente secuencia, donde, como se observa, el conectivo une dos cualidades:

A: A MÍ-NEGRO-Y-AZUL-OSCURO-DOS-IGUAL.

A': A mí negro y azul oscuro; cualquiera de los dos.

La misma joven, en otro contexto, comentando el lugar de sus posibles vacaciones, expresa el siguiente enunciado, en el que el signo conectivo une dos referentes de lugar:

A: ALICANTE-Y-(signo identificador de un pueblo de Alicante)-CHALET-ALLÁ-NO SÉ.

SIGNO CONECTIVO O

Su articulación es la misma que la letra o del alfabeto dactilológico:

Signo conectivo

Para diferenciarlo de la expresión correspondiente al número cero, en un contexto donde el conectivo aparece situado entre números, como 400 ó 500, se realiza con movimiento circular de la mano.

En el lenguaje de signos, el conectivo o expresa la disyunción lógica, es decir, la excluyente. Así, en la adaptación de la obra Los comuneros de A. Diosdado, cuando Padilla decide ir a ver al rey, Laso, el servidor, intenta disuadirle diciéndole que no podrán entenderse porque el rey no sabe hablar español. Padilla responde mediante el siguiente enunciado, en el que, como se aprecia, el conectivo va relacionando las distintas alternativas. Nótese, por otra parte, que el significado de la frase: no lo pienso más se manifiesta con un solo signo.

A: YO-ENSEÑAR-HABLAR-ESPAÑOL-O-YO-APRENDER-HABLAR-ALEMÁN-O-EJEMPLO (= SI)-DIFÍCIL-NO LO PIENSO MÁS-YO-MÍMICA-IGUAL-SORDOS (se sonríe).


ArribaAbajo5.3.1. Usos del signo que

La expresión gestual que el sordo glosa como equivalente a QUE presenta la siguiente articulación:

El signo que

Destacamos los valores siguientes:

I. Valor interrogativo-expresivo: se coloca en posición destacada dentro de la secuencia, normalmente al final de la misma, y se acompaña de expresividad facial característica de la manifestación de interrogación.

A veces, en contextos en los que el emisor desea poner énfasis en su pregunta se articula con las dos manos.

El valor interrogativo-expresivo del signo QUE no es conectivo. Es, por otra parte, el uso más genuino del lenguaje de signos.

II. Valor conectivo: apenas se utiliza con el valor de conexión en las relaciones intersecuenciales, equivalente a la conjunción que del español. Frases como quiero que vengas, en el lenguaje de signos se expresan sin marca conectiva de valor gramatical: YO-QUERER-TÚ-VENIR.

La subordinación sustantiva del español se expresa por medio de elementos paratextuales como la orientación de la mirada y una ligera inclinación de la cabeza.

Sin embargo, por influencia del español, se encuentra también un empleo del signo QUE como equivalente de la conjunción que en las proposiciones subordinadas sustantivas; sobre todo, se observa este uso conectivo en las emisiones de personas bilingües, con más frecuencia cuando realizan versiones en el lenguaje de signos a partir del español.

III. Valor conectivo anafórico: el empleo de QUE en relaciones intersecuenciales equivalentes a la subordinación adjetiva del español es frecuente por personas bilingües y por sordos postlocutivos.

Sin embargo, no es un carácter propio del lenguaje de signos expresar la relación de dependencia que hay en español entre las subordinaciones o proposiciones adjetivas con respecto a la principal; en el lenguaje de signos la expresión normal de tal relación se concibe en el mismo nivel jerárquico. Es infrecuente, aunque puede darse, que un sordo manifieste la frase del español (A') como (A1), la expresión normal en el lenguaje de signos es (A2):

A': He leído un libro que es interesante.

A1: YO-LEER-YA-LIBRO-QUE-INTERESANTE.

A2: YO-LEER-YA-LIBRO-LIBRO-INTERESANTE.

Hemos encontrado un empleo del signo QUE con valor de comodín conversacional, como una muletilla de la que se puede prescindir ya que, por lo demás, en nada se altera el orden normal de los signos:

A: FUTURO (con movimiento repetido)-Y-PADRE-MORIR-ABANDONAR-PROPIO-HIJO-QUE-HIJO-ADOPTAR-TÍAS-TÍAS-CUIDAR-NIÑO...

A': Pasó el tiempo y el padre murió abandonando a su hijo al que adoptaron sus tías, las cuales lo cuidaron...

El mismo efecto de signo parásito hubiera tenido el signo QUE si se hubiera manifestado entre las expresiones TÍAS-TÍAS.

Se manifiesta el signo gestual QUE, con valor anafórico, en las versiones de las proposiciones adjetivas del español con antecedente de significado temporal; como en el fragmento, citado y reproducido en 4.7.4., de la novela La calle de las camelias:

A: PRIMERA-TARDE-QUE-YO-OTRA VEZ-SUBIR.

A': La primera tarde que volví a subir...

De la novela mencionada tomamos también, el ejemplo siguiente:

A: UN DÍA-QUE-YO-SENTADA...

A': Un día que estaba sentada...




ArribaAbajo5.3.2. Uso de referentes explícitos: persona/s-cosa/s-mismo

En el lenguaje de signos se emplean referentes explícitos en la expresión correspondiente a las proposiciones adjetivas sustantivadas, sin antecedente expreso, del español.

El signo PERSONA-S se emplea muy frecuentemente como referente explícito en contextos donde el español utiliza: el que, la que, los que, las que y quien-es, referidos implícitamente a personas:

A: PERSONA-ESTAR-ALLÍ-PROPIO-HERMANO.

A': El que está allí es mi hermano.

Referente explícito

Hay, por otra parte, una expresión gestual equivalente a QUIEN, que lleva implícita expresividad, y se emplea seguida del signo PERSONA en contextos donde, en español, quien tiene valor interrogativo:

A': Yo no sé quién es.

A: YO-NO-SABER-QUIÉN-PERSONA.

Referente explícito

De la adaptación de la obra Los comuneros de A. Diosdado, citamos los siguientes ejemplos: al final del primer acto, el personaje del rey, que ha venido ocultando su identidad, representado por un «muchacho», expresa el siguiente enunciado, dirigiéndose a un «hombre»:

A: TÚ-SABER NO-QUIÉN-PERSONA-YO.

A': Tú no sabes quién soy.

En este contexto se refleja la significativa utilización del espacio que hace el sordo en la realización del signo PERSONA sobre el propio cuerpo del emisor, ya que se refiere a la persona que signa, representante del rey.

El «hombre» le manifiesta que es Carlos de Gante, futuro rey de España, y el muchacho contrariado expresa:

A: ¡ALTO-ALTO!-¿TÚ-QUIÉN-PERSONA?-DÍMELO-TÚ-QUIÉN-PERSONA.

A': ¡Alto, Alto! ¿Quién eres? Dime quién eres.

Los referentes COSAS y MISMO se emplean en contextos donde el español utiliza lo que.

COSAS se articula del siguiente modo:

Referente explícito

A': No encuentro lo que busco.

A1: YO-BUSCAR-COSAS-PERO-ENCONTRAR-NO.

A2: YO-BUSCAR-COSAS-CONTRARIEDAD-ENCONTRAR-NO.

En la versión del siguiente fragmento, tomado del prólogo de La voluntad de Azorín se expresaría la articulación equivalente a MISMO:

Referente explícito

A': La multitud de Yecla ha realizado en pleno siglo XIX lo que otras multitudes realizaron en remotas centurias.

A: PERSONAS-COMPLETO-PUEBLO-YECLA-HACER-EXTRAORDINARIA-CONSTRUCCIÓN-MISMO-OTRAS-PERSONAS-PUEBLO-YECLA-PASADO-HACER-YA-¿PASADO-100-AÑOS? -NO-POSIBLE-TRESCIENTOS-AÑOS-O-400-O-MÁS-ATRÁS.

Se observa cómo, además del signo MISMO con función identificadora se expresa antes, de forma explícita, el referente de la identificación, implícito en el texto de Azorín: EXTRAORDINARIA-CONSTRUCCIÓN, para significar la obra magna, es decir, la construcción del templo, sobre la que se centra toda la descripción. Notamos, por otra parte, que para expresar un siglo los sordos signan cien años y para la expresión de tiempo pasado en remotas centurias se va retrocediendo en el tiempo, medido en fracciones de cien años.






ArribaAbajo5.4. Expresiones ecuativas y adscriptivas

La ausencia de expresiones equivalentes a los verbos copulativos y semipredicativos de las lenguas orales que, como el español, los poseen se pone de relieve en estudios sobre distintos lenguajes de signos.

Margaret Deuchar, refiriéndose al lenguaje de signos británico, escribe:

Although BSL «verbs» can be identified to the extent that they appear to translate English verbs, it looks as though BSL «adjectives» may operate in similar constructions to verbs, occurring with nouns to attribute qualities to them. An example from actual sign conversation is PINT CHEAP, meaning «The pint is cheap», but without having an overt «verb» sign.


(1984: 83)                


El lenguaje de signos, por tanto, compartiría esta peculiaridad con algunas lenguas habladas como el árabe, el ruso o japonés.

En un sistema en el que, como se viene observando, prevalecen las expresiones de significado léxico y cuya organización en el discurso obedece, sobre todo, al interés que manifiesta el que signa en los distintos significados, no sorprende la ausencia de signos vacíos de significado, equivalentes a los verbos copulativos y semipredicativos del español. Como se ve, en los ejemplos siguientes, no se marcan elementos de su contenido no relevante:

A': Su trabajo es interesante.

A: TRABAJO-PROPIO-(signo identificador de persona)-INTERESANTE.

B': Celia se puso triste.

B: PASADO-CELIA-TRISTE.

a) Sin embargo, en el lenguaje gestual que estudiamos hemos observado algunos usos de signos cuya función puede ser comparada a la del verbo copulativo, como el que presenta la siguiente forma:

Expresiones ecuativas y adscriptivas

El sordo glosa esta realización como equivalente a SE LLAMA. En algunos contextos aparece con el significado correspondiente a llamarse, pero se emplea más frecuentemente en la adscripción de cualidades, como se ve en los siguientes ejemplos, tomados de El árbol de la ciencia:

A': Andrés divagaba, lo que era un gran placer, en la tienda de Lulú.

A: TIENDA-PROPIA-LULÚ-ANDRÉS-HABLAR-(signo expresivo)-HABLAR-(signo expresivo)-SE LLAMA-PLACER.

B': Es un hombre petulante.

B: ESTE-HOMBRE-SE LLAMA-PETULANTE.

En la siguiente emisión de un joven sordo se observa también el empleo del signo SE LLAMA con valor copulativo:

A: SORDO-LÁSTIMA-SE LLAMA-MINUSVÁLIDO.

A': Un sordo causa pena, es un minusválido.

En la versión de la obra Los comuneros de A. Diosdado, el personaje del «muchacho» se expresa del siguiente modo:

A: MUERTE-UNA-PERSONA-TRAIDORA-SE LLAMA-JUSTA.

A': La muerte de un traidor es justa.

En casos de posible ambigüedad de significado por coincidencia formal entre dos expresiones, «homonimia óptica» -a la que aludimos en 4.3.-, encontramos secuencias como la siguiente, donde el signo TRABAJAR sería traducido al español por el verbo ser copulativo:

A: ÉL-TRABAJAR-MÉDICO.

A': Él es médico.

Expresiones ecuativas y adscriptivas

En este ejemplo, la expresión equivalente a TRABAJAR evita la posible ambigüedad que se produciría en la emisión: ÉL-MÉDICO, ya que MÉDICO Y ENFERMO se articulan del mismo modo -se simula tomar el pulso-, por tanto, la emisión podría interpretarse bien como él es médico o bien como él está enfermo.

b) Por otra parte, en emisiones espontáneas -situaciones de uso informal-, hemos hallado el signo que el sordo glosa como HAY con valor copulativo, sobre todo, en secuencias interrogativas, como la que se observa en una de nuestras filmaciones:

Expresiones ecuativas y adscriptivas

A: ¿TÚ-HAY-CONTENTO?

A': ¿Tú estás contento?

c) La expresión equivalente a ESTAR tiene significado estativo: estar, parar; sin embargo, quizás por influencia de la lengua oral, aparece con frecuencia empleada con valor copulativo:

Expresiones ecuativas y adscriptivas

d) La expresión que el sordo glosa como PARECER se emplea tanto para significar «parecerse» como «parecer» con valor copulativo:

Expresiones ecuativas y adscriptivas

En nuestra adaptación del texto correspondiente al relato infantil Totó y Sara se disfrazan, aparece varias veces la expresión PARECER con valor copulativo:

A: AHORA-TÚ-Y YO-PARECEREMOS-ABUELO.

A': Ahora, tú y yo nos parecemos al abuelo.

A'': Ahora, tú y yo somos el abuelo.

En un interesante artículo que recoge un trabajo de investigación realizado entre 1979 y 1982, patrocinado por el Scottish Education Department, G. Hughes, M. Colville y M. Brennan estudian el funcionamiento de dos signos, traducidos por los verbos TO BE y TO HAVE -en español: SER, ESTAR y TENER-. Su empleo pone de manifiesto el paralelismo entre frases existenciales, locativas y posesivas, señalado por Lyons (1968: 389-390). El estudio de los autores escoceses presenta, por otra parte, un gran rigor metodológico, reforzado, sin duda, por estar basado en el análisis de la interacción natural de los sordos.

Certainly all of these examples seem to show an existential function: the sign is being used to indicate that something actually exists or existed at a given time. A closer look will show that the notion of existence is linked with information about time and/or space: the signer tells us not only that something exits but also when or where.


(Hughes, G. y al., en Loncke, Boyes-Braem, Y. Lebrun, 1984: 9)                


Traducción. Ciertamente estos ejemplos parecen mostrar una función existencial: el signo se usa para indicar que algo realmente existe o existía en un momento dado. Una consideración más detenida nos mostrará que la noción de existencia se relaciona con información sobre tiempo y/o espacio: el que signa nos cuenta no sólo que algo existe sino también dónde y cuándo.


En el lenguaje de signos español quizás podría explicarse como un ligero desplazamiento el uso, descrito anteriormente, de la expresión HAY como cópula; aunque, como decíamos, el significado general del signo mencionado posibilita su aparición en diversos contextos.



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