La simbología de la muerte (interpretaciones y reflexiones)

 

Las muertes. Serie fotográfica tomadas por  J. C. Salas, 2016

Autor: MCHDG. Jesús Carlos Salas Carrillo

Introducción

La muerte es la única certeza del ser humano, desde el inicio de la vida también la acompañó la muerte. Es la última experiencia de la vida y es un camino que se recorre en solitario porque las muertes son únicas, igual que las personas. La simbología de la muerte es diferente en cada cultura, al igual que sus ritos funerarios. En cada expresión cultural podemos encontrar una relación o reflexión sobre la muerte, desde las fiestas tradicionales, hasta las interpretaciones personales.

Marcamos un período para celebrarla (del 31 de Octubre, hasta el 2 de noviembre) que en diferentes culturas se le puede conocer como, la noche de todos los santos en Estados Unidos y el festejo del día de muertos en México, y a pesar de celebrar en estos días, la muerte camina de lado de cada persona esperando a que la vida termine.

Las reflexiones sobre la muerte han construido diferentes posturas y diferentes símbolos para representarla, desde la calavera, hasta ciertos tipos de árboles, a través del tiempo se ha construido un imaginario de símbolos que se relacionan con el tema y además han generado reflexiones sobre el tema, representaciones gráficas, y el tiempo para pensar sobre la muerte de uno mismo.

La muerte y su definición

La muerte se define, según el diccionario, como: “el fin de la vida” (2015), proviene del latín mortem, que significa muerte. En Grecia, la muerte estaba representada por tres deidades hermanas (Cloto, Laquesis, y Atropos), estas deidades poseían el hilo de la vida de los hombres. La primera hilaba (el nacimiento), la segunda devanaba (el desarrollo), y la tercera, daba el corte final (la muerte), los tres estados de la vida representados por la figura de una mujer, que da vida pero también la termina. Desde el género de la palabra se le asocia con la identidad femenina.

La imagen de la muerte se representa como un esqueleto cubierto con una capucha, como una mujer vestida de blanco, como un ente abstracto y como un anciano, o anciana, como un símbolo del final o de un paso de una vida a otra. Representada como temible y como una amiga, una acompañante. Un ser que comunica a dos mundos, el de los vivos, y el de los espíritus, formando la dicotomía entre la vida y la muerte.

También se le representa por medio de Tánatos, el dios griego de la muerte, gemelo de Hypnos (el sueño) y prestando funciones parecidas, solo que Tánatos representaba al sueño eterno. O el dios de la muerte mexica Mictlantecuhtli , rey del Mictlan, el último nivel del camino de los muertos, a donde iban las personas comunes, era conocido como el “señor del lugar de los muertos” (Del Moral, 2010). En cada cultura se pueden encontrar representaciones de las deidades sobre la muerte y se representan de diferentes formas y con diferentes símbolos pero todas representan un fin y comienzo, un ciclo.

La muerte, es un lugar, una persona, un estado, que despierta la necesidad de la interpretación, simbolización, y de representación del hombre para poder personificar, simbolizar…construir, un ser que se puede racionalizar, entender, aceptar, afrontar. Es una necesidad de cuantificar y cualificar lo desconocido. A continuación se abordaran algunos de los símbolos universales relacionados con la muerte y su interpretación del significado que encierran.

La simbología de la muerte y su interpretación

La revista isopixel, en 2011, publica una infografía en donde reúnen algunos de los símbolos más representativos de la muerte, los arboles que se relacionan con la misma, animales, personajes, religión, entre otras.

Uno de los elementos más representativos de la muerte es el de la calavera, es personificación de lo fugaz de la vida y la presencia de la muerte (Serrano, A.; Pascual, A., 2003). En alquimia representa a la obra menor (tierra a la tierra) y se representa la renuncia al mundo (Cooper, j., 2002), es la impronta de lo que queda del cuerpo y permanece en el mundo terrenal.

El ataúd es una caja que contiene al cuerpo y se puede hacer una relación con el vientre materno como una representación simbólica de donde provenimos, el vientre de la madre, en donde inicia la vida y la alegoría del regreso a la caja o al vientre de la tierra o, en caso de ser incinerado, al fuego como elementos de significación de la vida, si se ve como un ciclo.

La guadaña o la hoz son símbolos de la muerte y nace de la relación que guarda con su función, segar la cosecha, dos simbolismos relacionados con la vida (la agricultura) y la acción de cortar el crecimiento (la muerte) a esto se le puede agregar un tercero, el tiempo, que representa lo ineludible de la muerte (Serrano, A.; Pascual, A., 2003).

Los árboles de la muerte y su significado

El árbol ciprés se relaciona como el puente entre el cielo y la tierra, por su capacidad para crecer hacia lo alto, y sus raíces se entierran hasta lo más profundo del suelo, llegando hasta los adentros de la tierra, este árbol crea un nexo entre el cielo y la tierra (puede verse como la conexión entre el Hades y el cielo). Es un árbol que resiste casi cualquier clima y se regenera fácilmente, haciendo que se le relacione con el ciclo eterno de la vida y la muerte. Es un árbol que se encuentra en la mayoría de los cementerios y se relaciona con los dioses (Pérez-Rioja, 1988). El ahuehuete es una árbol al que se le confieren cualidades de longevidad por lo largo que es su vida y se representa con la muerte ya que es el árbol en el que Hernán Cortez lloró en la noche triste (México desconocido, S.F.).

Los animales de la muerte y su significado

A la mariposa nocturna o polilla se le ha relacionado como portador de malos augurios y de mensajes de muerte o como representantes de la misma, en algunas culturas se cree que son almas en pena, en otras que son transformaciones de brujas, pero al igual que la mariposa, su significado se le atribuye al cambio, a la transformación, solo que la connotación que este animal posee es inversa, es la transformación pero hacia la muerte. El cuervo tiene un significado dual en donde se le puede atribuir el significado de portador de luz y de sabiduría, así como ser considerado como un emisario de la obscuridad y del mal agüero, o ser una representación de la mentira y la charlatanería, o una representación del mal y de la muerte (Cooper, j., 2002). Existen más animales que se relacionan con la muerte como el buitre por alimentarse de carroña, las víboras venenosas, y arañas que pueden dar la muerte al hombre.

El color de la Muerte

La muerte también tiene color y sus significados cambian dependiendo del contexto en el que se encuentren, para cada cultura el color de la muerte o el color del luto varia, en Asia se le considera al color blanco, o al color anaranjado o rojo amarillento como colores para representar la muerte. En la religión católica se usa el morado como señal de luto. El color negro en occidente es la representación de la muerte, e inclusive al color azul se la ha conferido un significado relacionado con los muertos, al representar la tranquilidad del espíritu.

La representación de la muerte a través del color, guarda un significado de relación con el tema. Cada color que se utiliza para representar o evocar a la muerte, o el luto guarda una relación con la interpretación que posee la muerte en un imaginario. A continuación se describirá el significado de cada color y su relación con la muerte:

El color negro, es el más conocido o identificable con la muerte por el simbolismo que encierra, la noche, lo oculto, inclusive lo malo. “El negro se encuentra del lado pasivo junto a asombra y la oscuridad” (Goethe, J.), es la oscuridad, es el duelo, es lo lúgubre, el misterio de la nada. Es la tranquilidad y la paz de la noche, es el color del poder.

El color blanco, es el color de la paz. Al final, la muerte también es la paz del espíritu, es símbolo de resurrección y de asunción, “el blanco se usa para vivificar el aspecto de los sin vida” (Ortiz, G., 1992).

El color rojo, representa la sangre, que a su vez es vida y cuando se derrama puede traer la muerte, es el color que se asegura será el que tenga el día del juicio final, en combinación con el negro representan el mal.

El color morado representa a la espiritualidad, en China, es un color para expresar el luto, es asociado con la muerte, y es equivalente al silencio. simbolismo de la resignación.

El color anaranjado simboliza el origen de la vida y su fuerza, es la estimación de lo divino y lo que se relaciona con la engreía.

El significado de los colores tiene una fuerza que influye en la percepción del significado de la muerte y son estas representaciones las que convierten un mensaje en un símbolo que queda libre a la interpretación, todos los colores podrían guardar una relación con la muerte pero lo que la vuelve un icono o un símbolo es el acuerdo entre una cultura.

La interpretación de la muerte

Pensar en la muerte puede evocar muchas representaciones o imágenes mentales, desde el recuerdo de un ser querido (ya que la mayoría de las personas han perdido o experimentado la muerte), o sobre la muerte misma, y la muerte propia. Las imágenes varían dependiendo del contexto social y cultural pero se construyen al rededor de una idea la muerte es la única certeza del ser humano. Lo que podría iniciar la reflexión sobre lo incierto de la vida y la muerte, sobre el desconocimiento sobre lo que existe del otro lado y sobre lo que le ocurre al ser al momento de morir, nadie puede contar esa experiencia porque nadie ha regresado para contarla.

Desde el punto de vista semiótico, el proceso de significación debe de atravesar tres niveles: Semántico, sintáctico, y pragmático.

  • Lo semántico se refiere a el signo en relación a lo que significa.
  • Lo sintáctico a el signo visto en relación a otros signos.
  • Lo pragmático considera el origen del signo, la interpretación, y el uso que tiene.

Todo lo que es creado por el hombre está sujeto a la transformación y a la muerte, prueba de esto es el cambio de pensamiento, de tradiciones, y de significación entorno a la muerte. Algunos símbolos están sujetos a este cambio, pero los que se utilizan para la representación de la muerte permanecen en su mayoría intactos. Lizarazo Arias (2004) se refiere a las imágenes con esta carga simbólica como “Imagen Sagrada” y utiliza ese concepto para referirse a imágenes religiosas pero la imagen de la muerte tiene el mismo valor, y propone la siguiente clasificación para explicar los tres niveles de la construcción del significado.

La imagen poética

Es por los ojos que somos capaces de percibir la realidad de las imágenes, estas pueden ser consideradas como la imitación de la realidad, es la parte literal de las imágenes, una representación aproximada de lo que somos capaces de ver. La imagen poética es el nacimiento del recipiente del significado, aprendemos a leer esta imagen por códigos visuales que ya están establecidos, son los llamados acuerdos, estos dependen de la sociedad en la que se estipulan y formulan. Así es como aprendemos a leer las imágenes, heredamos esta capacidad de generación en generación. Es una cualidad que es mutable, ya que puede ser modificada con el paso del tiempo. Son los aspectos formales de las imágenes, los que se crean en esta etapa de la imagen y es en donde el usuario tiene un primer acercamiento ya que puede ver cómo esta creada (Lizarazo Arias, 2004).

La imagen onírica

Es en esta segunda fase de la imagen que entra la subjetividad, son los deseos y las emociones, y los sueños de la persona que crea una imagen. Cuando hablamos de imágenes oníricas, se hace referencia del mundo de los sueños, en donde se encuentran los deseos que no expresamos de forma consciente. Platón sostenía que “el alma tenía una constitución tríadica: el nous o la razón, el thymós o el ánimo, y el hipothymos o el deseo,(…) lo que Freud llama el inconsciente” (Lizarazo Arias, 2004), el mundo del inconsciente es el de la interpretación y abre el campo a estudiar la imagen como transmisor de un mensaje y de una intención.

La interpretación de los sueños es el entendimiento de los mensajes simbólicos que se generan en el interior del inconsciente y expresan los deseos más básicos de la naturaleza humana. Esto es el mundo de lo onírico. Es en donde una intención nace en el creador de una imagen, al tener contacto con el mundo onírico (Este contacto es inconsciente, son los deseos ocultos) y es cuando los significados se transfieren a una imagen.

Este transporte de deseos e intenciones a una imagen se da por el desplazamiento, en donde un anhelo se disfraza, se transfiere a un objeto diferente. La condensación es cuando este deseo es compactado, es en donde se genera la imagen, ya que está es su soporte. Y el último es la simbolización, que para Freud es el dispositivo para expresar el deseo oculto a través de símbolos, es el acceso de la psiquis a los recursos universales del inconsciente (Lizarazo Arias, 2004).

La imagen sagrada

Cuando la cultura entra en contacto con una imagen es cuando adquiere la habilidad de transformarse en algo más que una representación de la realidad o una expresión del deseo humano. Es en este momento cuando la imagen rompe con las propiedades formales y adquiere cualidades y atributos más allá del mundo natural, desarrolla cualidades sobrenaturales. Esto es gracias a la interacción que la cultura tiene con estas imágenes.

La cultura juega un factor muy importante en la elevación de la imagen a un estatus sobrenatural por la participación en algo mucho más grande que el mundo onírico de Freud, es lo que Jung -un estudiante de Freud- plantea como el inconsciente colectivo y se representa por medio de la imagen arcaica, que es el acceso del hombre a través del inconsciente a un conocimiento que se transmite de generación en generación.

Son estas imágenes arcaicas las que se transforman dentro del inconsciente colectivo en imágenes originarias que producen a los arquetipos, los cuales se definen -según Jung- como: “una imagen que revela la dimensión inconsciente esencial de la Psique, una figuración anterior a toda experiencia” (Lizarazo Arias, 2004). La imagen se convierte en algo sagrado sólo porque el usuario así lo decide.

En el mundo de las transformaciones que sufre la imagen éste es el último nivel en donde la imagen deja de ser algo con una intención individual o una expresión de un creador, se transforma en algo que pertenece a todos los que son capaces de leer el código visual por el que esta imagen nació (Lizarazo Arias, 2004).

En el tema de la muerte, lo semántico se refiere a sus significados los diferentes elementos que se relacionan con la muerte (La calavera, la guadaña, las parcas, el esqueleto, el tiempo, entre otros). Lo sintáctico es como, en conjunto construyen la imagen femenina de la muerte y de como todos estos elementos refuerzan un solo significado. Y lo pragmático, lo que llega a significar par el que ve, la muerte, el final de la vida.

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