Citología: qué es y para qué sirve

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Citología: qué es y para qué sirve

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Cualquier patología en el aparato reproductor femenino es mucho más fácil de tratar o aliviar si se detecta a tiempo. De ahí que tanto si ya has tenido relaciones íntimas como si eres mayor de 25 años, se aconseja fervientemente que una vez al año se solicite una cita con el ginecólogo para realizar una citología.

A través de esta prueba y el análisis de la mucosa extraída, se comprueba si todo va como debería o si hay algún problema, así como detectar la etapa en la que se encuentra, inicial o avanzada. Esto es especialmente apremiante en dos situaciones: intención de tener niños y diagnosticar células cancerígenas a tiempo. Pero, ¿en qué consiste la citología? ¿Cuándo se debe hacer? ¿Es dolorosa? Resolvemos todas tus dudas acerca de la citología.

Si lo que estás buscando es prevenir la aparición de cáncer de útero, es muy importante que mentalices que realizar una citología no es la panacea. Ahora bien, es un importante recolector de señales y datos. Ten en cuenta que, respecto a un cáncer de útero, en las primeras etapas no aparecen síntomas fiables que te indiquen que se están desarrollando células cancerígenas. Sin embargo, un alto porcentaje de mujeres evita pasar por la consulta, por miedo a recibir una mala noticia, sufrir molestias o incluso vergüenza al ser exploradas por un desconocido.

El cáncer de útero es el segundo más frecuente en las mujeres, solo superado por el de mama. Se han dado casos donde existen simultáneamente ambos tumores. Por eso realizar la citología una vez al año, es un simple acto que puede suponer la diferencia entre vivir o morir, o de poder formar una familia o no.

Qué es y para qué sirve una citología

La citología vaginal o test de Papanicolaou es un estudio de las células del cuello del útero. Las muestras se obtienen mediante el raspado leve de la pared del cuello del útero. La finalidad de esta prueba es comprobar si hay algún cambio o anomalía en las células del cuello uterino que puedan ser indicativas de la presencia de cáncer.

A través de este estudio ginecológico, también se puede confirmar si existe algún tipo de infección, como por ejemplo la gonorrea o la candidiasis. Del mismo modo, se pueden obtener diagnósticos hormonales como la endometriosis. En cualquier caso, ante cualquier resultado anómalo, el ginecólogo deberá informar de los próximos pasos a seguir para confirmar definitivamente el diagnóstico inicial y comenzar con el tratamiento más adecuado según cada paciente.

Cómo se hace una citología

La citología no implica ningún riesgo serio para la paciente. Es un procedimiento sencillo donde la mujer se sienta en el sillón con los apoyos para los pies, y se coloca en el borde de mismo con las piernas completamente abiertas, en la misma postura que cuando se da a luz. Entonces el médico procede a abrir el canal con un tipo de fórceps o espéculo, donde puede explorar el cuello uterino de la paciente. Posteriormente, se introduce una espátula o cepillo y se recogen las muestras de los fluidos de la pared o del exudado vaginal. A mayores, el ginecólogo extrae material para analizar de la zona del exocérvix o parte externa del cuello del útero.

Todo esto en apenas unos minutos. Es importante estar relajada para que no se produzcan mayores molestias ni mientras se hace la apertura ni mientras se extrae el material para analizar.

Estas muestras se llevan al laboratorio. Los resultados suelen tardar varios días. Salvo que encuentren algún tipo de signo patológico, se envían los resultados directamente a casa.

Enfermedades que pueden detectarse a través de la citología o prueba del Papanicolau

La exploración vaginal que se realiza con la citología puede arrojar resultados tanto sobre el cáncer de cérvix o de útero como rastrear la presencia del virus del papiloma humano (relacionado también con estos cánceres) además de evaluar el nivel de riesgo de progresión y desarrollo de cáncer cervical o la presencia de vaginosis bacteriana (responsable entre otras de la aparición de la candidiasis).

Cuándo hacer una citología

Una de las dudas más comunes entre las mujeres y jóvenes es cuándo es el momento adecuado para hacer la primera citología y quiénes deben someterse a esta inocua prueba.

Los ginecólogos recomiendan que la primera citología se haga con 21 años o bien en el momento en el que se comienzan a tener relaciones sexuales con coito o contacto entre órganos sexuales. ¿Motivos? A partir de los 21 años, el aparato reproductor femenino está maduro y comienza su etapa más fértil y activa sexualmente (si bien los ginecólogos apuntan a que el adelanto de las relaciones sexuales a edades más tempranas está generando una maduración forzada). Algunos cánceres genitales femeninos tienen una relación causa-efecto directa con las enfermedades de transmisión sexual, como por ejemplo la afectación del virus del papiloma humano.

• Cuando se tiene una vida sexual muy activa o se han tenido varias parejas sexuales; en aquellas mujeres que han sido diagnosticadas como positivo en células cancerígenas o disfuncionalidades en el aparato reproductor, donde sirve como instrumento para seguir cada caso.

• Después de la primera citología, es recomendable hasta los 30 años solicitar una citología al menos cada dos años. A partir de los 65 a 70 años la Seguridad Social deja de convocarte a la revisión anual siempre y cuando los resultados en los años anteriores sean negativos.

¿Significa eso que no puedo hacerme un seguimiento posterior? Al contrario, puesto que gran parte de los casos de cáncer de útero, se ha desarrollado en edades avanzadas. En caso de querer continuar con la prevención, se recomienda acudir a ginecólogos privados.

Preparación

¿Tengo que realizar algún tipo de preparación antes de la citología? En el caso de este análisis ginecológico será suficiente con tener en consideración una serie de recomendaciones, sin más preparativos ni medidas extra a adoptar antes de hacerte una citología vaginal.

Por un lado, es aconsejable que se haga la prueba después de 4 o 5 días tras haber finalizado la menstruación del mes. También se recomienda evitar las relaciones sexuales al menos 48 horas antes. En ambos casos se pueden producir alteraciones en los fluidos que arrojen resultados inconexos o inválidos.

Otro consejo de los ginecólogos es evitar utilizar tratamientos de óvulos, cremas o espermicidas en los días anteriores a la citología ni realizar lavado interno el día de la cita con el ginecólogo.

Esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.
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