HORIZONTES PRINCIPALES

 

Bajo el epígrafe horizontes principales se relacionan los principales horizontes del perfil del suelo: H, O, A, E y B y los subyacentes C y R.

 

H Horizonte orgánico formado (o formándose) por acumulaciones de material orgánico depositado sobre la superficie, que está saturado de agua durante periodos prolongados, a menos que esté drenado artificialmente, y contiene 30%, o más, de materia orgánica, si la fracción mineral contiene más del 60% de arcilla, o 20% o más, de materia orgánica, si la fracción mineral no contiene arcilla, o cantidades proporcionales intermedias de carbono orgánico para contenidos intermedios de arcilla.

Los horizontes H se forman en la superficie de los suelos húmedos, bien como capas de acumulación gruesas, en los suelos orgánicos, o como capas delgadas de turba sobre los suelos minerales. Incluso cuando se ara, el suelo de la superficie conserva un alto contenido de materia orgánica, como consecuencia de la mezcla de la turba con el material mineral. La formación del horizonte H está condicionada por un encharcamiento prolongado, (a menos que los suelos estén drenados artificialmente).

 

O Horizonte orgánico formado, o en formación, por acumulaciones de material orgánico, depositado sobre la superficie, que no está saturado de agua más que unos pocos días al año y contiene 35%, o más de materia orgánica. La materia orgánica se encuentra poco o nada transformada, siendo claramente visible la organización biológica de los restos.

Horizonte O son los horizontes orgánicos que se desarrollan en la parte superior de algunos suelos minerales p.e. el llamado entramado de humus bruto ("raw humus") que cubre ciertos suelos ácidos. Es la capa de hojarasca que recubre los suelos del bosque. El material orgánico de los horizontes O generalmente está poco descompuesto y se presenta bajo condiciones de buen drenaje natural. Esta denominación no incluye los horizontes formados por un entramado de raices en descomposición debajo de la superficie del suelo mineral, que es característico de los horizontes A.

 

A Horizonte mineral formado, o en formación, en la superficie que cumple una de las siguientes condiciones:

1. Presenta una acumulación de materia orgánica humificada, íntimamente asociada con la fracción mineral, o.

2. Tiene una morfología adquirida por formación del suelo, pero carece de las propiedades de los horizontes E y B.

El término "horizonte mineral" se usa aquí para indicar que el contenido en materia orgánica es más bajo que el que presentan los horizontes orgánicos definidos anteriormente como H y O.

La materia orgánica de los horizontes A está bien descompuesta y, o bien está distribuida como partículas finas o bien se presenta como revestimientos sobre las partículas minerales.

En consecuencia, los horizontes A, normalmente son más oscuros que los horizontes subyacentes contiguos. El material orgánico procede de los restos de los animales y plantas y se incorpora al suelo, más por la actividad biológica, que por translocación. En climas áridos y cálidos donde existe sólo una ligera acumulación, o donde prácticamente no hay acumulación de materia orgánica, los horizontes de superficie pueden ser menos oscuros que los horizontes subyacentes contiguos. Si el horizonte de superficie tiene una morfología distinta de la del material de partida supuesto y carece de rasgos característicos de los horizontes E y B, se designa como un horizonte A, debido a su situación en superficie.

 

E Horizonte mineral que presenta una elevada concentración de partículas gruesas (textura arenosa) como resultado de una pérdida de arcilla silicatada, hierro, o aluminio, o alguna combinación de ellos.

Los horizontes E son horizontes eluviales que, generalmente están debajo de un horizonte A, del que normalmente se diferencian por un contenido más bajo en materia orgánica y un color más claro. Un horizonte E, generalmente se diferencia de un horizonte B, subyacente, por su color de value más alto, (o también por un croma más bajo) o por la textura más gruesa, o por ambas características.

 

B Horizonte mineral en el cuál la estructura de la roca está destruida o sólo queda debílmente manifiesta, caracterizado por uno o más de los rasgos siguientes:

1. una concentración iluvial de arcilla silicatada, hierro, aluminio o materia orgánica, solos o combinados;

2. una concentración residual de sesquióxidos, con relación a los materiales de origen;

3. una alteración del material, a partir de su condición original, tal que se forman las arcillas silicatadas, se liberan óxidos, o ambas cosas, o se produce una estructura granular, en bloques o prismática.

Los horizontes B son de muy diferentes clases. Generalmente es necesario establecer la relación que existe entre los horizontes que están situados por encima o por debajo de él y considerar cómo ha sido formado, antes de que un horizonte B pueda ser identificado. En consecuencia, generalmente es necesario calificar los horizontes B con un sufijo para tener una información suficiente en la descripción del perfil. Un horizonte "B húmico" se designa por Bh, un "B férrico" por Bs, un "B textural" por Bt, un "B estructural" por Bw. Es necesario recalcar aquí que las denominaciones de los horizontes son sólo descripciones cualitativas. No están definidas en los términos cuantitativos necesarios para fines de diagnóstico. Los horizontes B pueden presentar acumulación de carbonatos, de yeso o de otras sales más solubles. Sin embargo, estas acumulaciones solamente, no son aptas, por si mismas, para diferenciar un horizonte B.

 

C Horizonte mineral (o capa) de material no consolidado a partir del cual se supone que se ha formado un solum y que no presenta propiedades de diagnóstico de ningún otro horizonte principal.

Tradicionalmente, C se usó para designar el material de partida. En realidad, raras veces es posible encontrar el horizonte C sin mostrar ningún signo de alteración y así frecuentemente se encuentra más o menos meteorizado pero siempre sin llegar a desarrollar morfología edáfica (ni estructura, ni color ni otros rasgos propios del suelo). La denominación C se usa, por lo tanto, para el material no consolidado que está por debajo del solum, y que no satisface las condiciones de las denominaciones A, E o B. Este material puede, sin embargo, haber sido alterado, por meteorización química, y puede incluso estar altamente meteorizado.

Las acumulaciones de carbonatos, yeso u otras sales más solubles se pueden incluir dentro de los horizontes C si el horizonte está poco afectado por los procesos edáficos. Cuando un horizonte C está constituido principalmente por rocas sedimentarias tales como arcillitas, margas, limos o areniscas, que son suficientemente densas y coherentes para permitir poca penetración de las raices de las plantas, pero que pueden, sin embargo, ser cavados con una azada, el horizonte C es calificado con el sufijo m, de consolidación.

 

R Capa de roca contínua endurecida. La roca de las capas R es suficientemente coherente, cuando está húmeda, para no permitir el cavar a mano con una azada. La roca puede presentar fisuras, pero éstas son demasiado escasas y demasiado pequeñas para permitir un desarrollo significativo de las raices. Material gravilloso y pedregoso que permite el desarrollo de las raíces, se considera también como horizonte C.

 

CIFRAS SUFIJO

Los horizontes designados por una combinación simple de letras símbolo pueden ser subdivididos verticalmente, numerando cada una de las subdivisiones, consecutivamente, comenzando en la parte superior del horizonte (p.e. Bt1 - Bt2 - Bt3 - Bt4). El número sufijo siempre va después de todas las letras símbolo.

La secuencia numérica se aplica a un símbolo solamente, de tal forma que la secuencia se empieza de nuevo en el caso de que el símbolo cambie (p.e. Bt1 - Bt2 - Btx1 - Btx2). Sin embargo, una secuencia no se interrumpe por una discontinuidad litológica (p.e. Bt1 - Bt2 - 2Bt3).

Se pueden aplicar, también, subdivisiones numeradas a horizontes de transición (p.e. AB1- AB2), en cuyo caso se comprende que el sufijo se aplica al horizonte completo y no sólo a la última letra mayúscula.

 

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