Un glaciar es una gigantesca masa de hielo que presenta formaciones increíbles y mágicas tonalidades, resplandecientes en medio del paisaje. Lo que hace a estas barreras de hielo tan particulares es que se han formado a través de miles de años, por lo que hoy hablaremos de este fascinante proceso.

 

Formación de un glaciar

 

El proceso de formación de los glaciares podría resumirse en tres etapas: acumulación de nieve, compactación y cristalización.

 

Acumulación

 

La nieve que cae en los valles y laderas, en zonas de alta montaña, es lo que da nacimiento a los glaciares. Esta nieve, en caso de no derretirse durante los meses cálidos, se va acumulando. En las regiones polares, el proceso de fusión puede ocurrir muy poco o incluso no presentarse, debido a las bajas temperaturas, formando capas más espesas.

 

Compactación

 

El proceso de acumulación se repite año con año, de un invierno a otro, y las capas inferiores se van compactando cada vez más, debido a la presión de las capas superiores.

 

Cristalización

 

Debido a la presión y el aire, la nieve se cristaliza en forma de hielo glaciar. Primero se forman cristales pequeños, pero a medida que las capas superiores se acumulan, los cristales se comprimen y forman trozos de hielo glaciar cada vez más grandes.

Cuando las capas superiores alcanzan los 50 metros o más de espesor, la presión es tan grande que las capas inferiores logran un estado de plasticidad. Entonces el glaciar cobra vida y avanza lentamente entre las montañas.

 

Datos curiosos

 

• Los glaciares cubren un 10% de la superficie terrestre.
• Sirven como reguladores del agua y de la temperatura del planeta.
• El juego de acumulación y cristalización del hielo es un proceso lento y por eso los glaciares tienen miles de años. Por ejemplo, se calcula que el glaciar San Rafael ubicado en la Patagonia Chilena, tiene 18,000 años de existencia.
• El hielo glaciar representa entre 60 y 70% de las reservas de agua dulce del planeta.
• Los glaciares se ven azules bajo la luz del sol porque absorben las longitudes de onda del color rojo.

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