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“Qué difícil es hablar el español, porque todo lo que dices tiene otra definición… comencé por aprender los nombres de los alimentos, pero frijol, es poroto y habichuela al mismo tiempo, y aunque estaba confundido con lo que comía en la mesa, de algo yo estaba seguro: ¡un strawberry es una fresa!, ¡y qué sorpresa cuando en México a mí me dijeron “fresa” por tener ropa de Armani y pedir un buen vino en la mesa!”… así es como suena un fragmento de la canción “Qué difícil es hablar el español” de Juan Andrés y Nicolás Espina que definen de forma muy divertida la realidad de nuestro idioma.

Se puede entender que alguien hablando en ruso con alguien que sólo habla alemán, no puedan comprenderse. Pero que alguien hable español con alguien que hable español y no se entiendan al cien… ¡es posible!

A veces puede parecer que no hablamos el mismo idioma porque en cada lugar, las palabras tienen diferentes significados:

Pana: en lugares como Venezuela y Ecuador significa amigo, pero en otros países es un tipo de tela para la época de frío, ¡mientras que en Puerto Rico es un fruto!

Guagua: cuando en Cuba es un autobús de transporte público, en Chile significa bebé. Imagina a un cubano diciéndole a un chileno “voy a llevar a la guagua al mecánico”, habría un poquito de confusión.

Lola: en varios países es un sobrenombre o apodo. En Argentina significa pecho o seno, mientras que en Chile se refiere a una mujer joven.

Ahorita: esta palabra es de las más confusas, sobre todo porque, aunque sea dicha en el mismo país, hay quien le da su propio significado. Para algunos “ahorita” significa hacerlo en ese mismo momento, mientras que para otros significa postergar algo para un futuro indefinido. Así que qué problema que alguien te diga “te veo ahorita” y tú no sepas de qué tiempo te está hablando.

Buzo: en Uruguay, Colombia y Argentina es una sudadera para el frío, mientras que en México significa estar alerta. Pero por si fuera poco los mexicanos la ponen más difícil con frases como “buzo caperuzo” o “abusado, ponte buzo”… whaaaaat???

Goma: en algunos países significa resaca, mientras que en muchos otros países es un artículo escolar que sirve para borrar.

Tinto: en Colombia es el café negro, así que puedes ir por la mañana a una cafetería y decir “¿me traes un tinto por favor?”, pero si lo pides así en Argentina seguro te traerán un vino y por las mañanas no es para nada bien visto.

Capullo: en Latinoamérica es el botón de una flor, pero en España es una persona poco inteligente y molesta.

Ser o estar chapa: en Argentina una persona chapa es alguien loco, mientras que en Costa Rica es alguien torpe. En el resto de países se refiere a una cerradura de puerta.

Chongo (prepárate para una de las más variadas) significa en…

  • Argentina: un hombre mujeriego.
  • Chile: es algo que falta.
  • Colombia: alguien despistado.
  • Ecuador y Perú: un prostíbulo.
  • Honduras: un accesorio de regalo.
  • México: un estilo de peinado.
  • Paraguay: un amante.
  • Uruguay: una persona de cara pálida.
  • Puerto Rico: un caballo manso.
  • ¿Te sabes otra?

Y así, existen un sinfín tanto de la misma palabra con distintos significados, al igual que una misma cosa tenga mil nombres dependiendo del lugar en donde estés tanto para alimentos: banana o plátano, palta o aguacate, calabaza o zapallo; para acciones: robar o chorear, hacer dedo o pedir aventón; para productos: heladera o refrigerador, lapicero o pluma o bolígrafo, piscina o pileta; etcétera, etcétera o etc.

¿Ha pasado por confusiones así? Seguro te acordaste de alguna que, o te sacó una sonrisa o te metió en apuros.

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