¿Qué es el BAP?

El BAP tiene como denominación “Barreras para el aprendizaje y la participación” y hace referencia a todos aquellos factores del contexto social de una persona que dificultan o limitan el pleno acceso a la educación y a las oportunidades de aprendizaje de los discentes, es decir al alumnado.

Estas barreras aparecen relacionadas con su distinta interacción en los diferentes contextos, ya sea el social, político, institucional, cultural y en las circunstancias sociales y económicas que pueda tener una persona. Es importante centrarnos en todas las interacciones que se produzcan, ya que dependiendo de las distintas necesidades que disponga tendrá dificultades en ciertos contextos y quizás no en otros.

Desde el enfoque de la educación inclusiva, este concepto rebasa al de necesidades educativas especiales ya que se centra en la interacción con el contexto y no como un problema inherente al alumno, sino que se basa en el análisis de la interacción social de las personas y la obtención de datos que verifican las posibles barreras que existan.

Educación Inclusiva

La educación inclusiva, como hemos mencionado anteriormente, involucra una educación para todos, las barreras para la participación dependen de la interacción entre actitudes y acciones que afectan a la persona ya sea por discriminación en determinadas situaciones sociales o incluso en la falta de adaptaciones en los recursos materiales y arquitectónicos.

¿De qué hablamos cuando hablamos de educación inclusiva? Hablar de educación inclusiva es hablar de las barreras que impiden que haya discentes que no aprenden en sus aulas o incluso, no pueden acceder a sus aulas. Sin embargo, existen actitudes y predisposiciones diferentes cuando tratamos con un alumno/a que requiere  de ciertas adaptaciones en el medio y por lo tanto, hacemos distinciones entre el alumnado. No podemos hacer una escuela inclusiva si tenemos estas predisposiciones, si no rompemos esta doble mirada difícilmente estaremos realizando prácticas inclusivas. El objetivo de la educación inclusiva es dejar de hablar de alumnos con necesidades educativas y hablar de las barreras que encontramos en los procesos de enseñanza y aprendizaje (BAP). Los diferentes contextos, afectan principalmente el acceso al entorno educativo, su permanencia en él, y su vida adulta son diferentes sucesos manifestados por barreras para la participación y el aprendizaje. Por lo tanto, en la actualidad no podemos obviar que existen distintas barreras en todos los contextos posibles para el ser humano y hasta que estás barreras no sean eliminadas, no podemos hablar de educación inclusiva.

Por otra parte, la educación inclusiva no quiere  simplemente incorporar al alumnado con discapacidades en el aula con sus compañeros y compañeras sin ningún tipo de necesidad educativa aparente, no se trata de mantener a estos en un sistema educativo que permanece inalterado, no consiste en que el profesorado especialista de respuestas a las necesidades del alumnado con hándicaps en la escuela ordinaria.

La educación inclusiva es un proceso para aprender a vivir con las diferencias de las personas en comunidad y en igualdad de condiciones. Es un proceso de humanización y supone respeto, participación y convivencia.  Saber cuáles son las barreras que impiden el respeto, la participación, la convivencia y el aprendizaje de algunos alumnos y alumnas en el aula, es, precisamente, el compromiso ético del discurso de la nueva cultura de la educación inclusiva.

¿Cuáles son las “Barreras para el Aprendizaje y la Participación (BAP)”?

Las barreras que están impidiendo la participación, la convivencia y el aprendizaje en la escuela son de ámbitos muy diferentes, nos referimos a distintas dimensiones que se perciben como BAP y son denominadas como:

·        Dimensión Cultural (Conceptuales y actitudinales): En el cuál se encuentran todos los factores sociales que afectan en el desarrollo de las personas en situación de discapacidad.

       Dimensión Política (Normativas contradictorias). En el cuál se encuentra el acceso a un sistema educativo, en el cuál se respete la diversidad y sea accesible para todos.

·        Dimensión Práctica (Didácticas, enseñanza y aprendizaje): Son todos los métodos y modelos de aprendizaje que permiten un mejor desarrollo del estudiante, utilizando diferentes recursos pedagógicos para su proceso educativo.

La Perspectiva Educativa

Dentro del proceso educativo, el trabajo interdisciplinario, la familia y el entorno escolar, son los principales factores que permiten un desarrollo integral y debemos determinar si todos estos factores pueden dar una respuesta educativa de calidad a todo el alumnado. Innovar, en apoyos, ampliar los horizontes permite así un proceso pedagógico para todos y por todos, donde se reconoce, valora y construye una sociedad diversa.

Es importante tener en cuenta, dentro del contexto pedagógico los distintos recursos que son todos los medios necesarios que se utilizan para mejorar el aprendizaje, las actividades que sean lúdicas y creativas y también, los materiales. También debemos tener en cuenta el entorno educativo ya que pueden existir dificultades en la distribución física, es decir en la cafetería, en las canchas y en cualquier otro medio donde se desplace cualquier persona.