Don Quijote es un personaje que confunde la realidad con la ficción.




Materia: Literatura II                                               

En el libro de Don Quijote de la Mancha, todo lo que existe no existe, lo que es realidad para alguien, es ficción, lo que son letras, se confunden con armas, la ciencia con la fe, etc. El autor Miguel de Cervantes creó a un personaje que gracias a su locura, nos permite ver la otra cara de la realidad la cual es la ficción, lo que destaca especialmente a Don Quijote como un loco descalibrado. Este personaje en ambas partes del libro nos muestra la chistosísima forma que tiene Don Quijote de cambiar todas las cosas hacia una ficción y cosas imaginarias de su mente las cuales no existen ya que son a base de su perspectiva visual y mental deformada, pero ¿Qué causa que Don Quijote no comprenda y que pensemos que alucina y tiende a distorsionar todo? Comienza desde el inicio del libro donde nos describe que este había leído demasiados libros de caballería, los cuales causaron que se le zafaran varios tornillos de su cabeza y que toda su perspectiva y/o cualquier producto de su imaginación cambiara por completo. No obstante se debe de entender que al final de esta novela que el Quijote finalmente logra entrar en la realidad, pero esto causa la desgracia de que cayera un una melancolía severa llevándolo a la muerte debido a tal cambio brusco que se le hizo a su percepción visual y obligándolo a entrar en el mundo real como antes y dejar por detrás esa ficción que nos deja como legado en este libro Miguel de Cervantes.
<<Es, pues, de saber que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso, que eran los más del año, se daba a leer libros de caballerías……………..y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió muchas hanegas de tierra de sembradura para comprar libros de caballerías en que leer, y así, llevó a su casa todos cuantos pudo haber dellos………….Con estas razones perdía el pobre caballero el juicio>>
<<Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de encantamentos como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentas y disparates imposibles>>
Final:
<<-Perdóname, amigo, de la ocasión que te he dado de parecer loco como yo, haciéndote caer en el error en que yo he caído, de que hubo y hay caballeros andantes en el mundo.>>
Como se puede observar en las referencias anteriores, tanto producto de armas, encantamientos, brujerías, caballeros andantes entre otras causo una deformación visual causando que desde el primer capítulo en adelante todas las hazañas cometidas fueran producto de su imaginación convirtiendo la realidad en ficción, así como superar a ésta con hechos que provienen de su imaginación. En la primera parte de la novela se ve a este personaje dejar toda su labor común para cambiarla por todo aquello que hacía un caballero desde lo más insignificante como salir de su casa por la puerta trasera y entrar por la delantera por la cuestión del honramiento, hasta la de llevar a cabo salidas a diferentes partes de España donde se llevan muchos de sus pensamientos y disparates imaginativos y encantadores. Don Quijote veía todo de una manera encantada, dos situaciones que demuestra este fenómeno de distorsión visual es la quema de todos sus libros y hacerlo pensar que fue un encantador en una nube y que éste inmediatamente lo relaciona con un personaje de uno de sus libros.
<<-No era diablo -replicó la Sobrina-, sino un encantador que vino sobre una nube una noche…....-Frestón diría -dijo don Quijote…….-Así es -dijo don Quijote-; que ése es un sabio encantador, grande enemigo mío, que me tiene ojeriza, porque sabe por sus artes y letras que tengo de venir, andando los tiempos, a pelear en singular batalla con un caballero a quien él favorece>>
Cuando en realidad lo que sucedió fue que el Cura y el Barbero quemaron todos sus libros y le pidieron a su sobrina que dijera tal barbaridad. Pero esto demuestra que Don Quijote no puede enfocarse claramente a la realidad de que tuvo que haber sido alguien quien quemó todos sus libros, pero de tal manera gracias a su locura, éste acepta que fue alguien encantador  e incluso lo relaciona con algún personaje de sus libros. La sobrina estaba dispuesta de que se quemaran los libros con el fin de poder regresar a la normalidad a Don Quijote, lo cual no se pudo lograr.
<<El cual aún todavía dormía. Pidió las llaves, a la Sobrina, del aposento donde estaban los libros autores del daño, y ella se las dio de muy buena gana; entraron dentro todos, y la Ama con ellos, y hallaron más de cien cuerpos de libros grandes, muy bien encuadernados, y otros pequeños…….-No -dijo la Sobrina-, no hay para qué perdonar a ninguno, porque todos han sido los dañadores: mejor será arrojallos por las ventanas al patio, y hacer un rimero dellos y pegarles fuego; y si no, llevarlos al corral, y allí se hará la hoguera, y no ofenderá el humo. >>
Don Quijote ya tenía bastante deformada la percepción visual hasta tal punto tan tonto que confundía simples molinos de viento con gigantes enormes los cuales no existían. Sancho Panza (su escudero) entra en esta parte donde él trata de hacer entrar en razón al Quijote de comprender que aquellas cosas que se le figuraban gigantes, eran molinos. Ahora, Don Quijote no podía zafarse de esa idea que tenía pegada en la cabeza. Sin poder entrar en la realidad y dejar al lado su imaginación contradijo a su escudero lo que le había dicho. No olvidemos también el severo pensamiento del Quijote de pensar que unas mujeres que iban con un vizcaíno estaban secuestradas y forzadas según la alucinación y la fantasía del Quijote. Esto lo conlleva a pelear con el vizcaíno por causa de un producto de su imaginación. Este al recibir el mismo intento de Sancho a poderlo regresar a la realidad, le responde a su escudero el desconocimiento de las aventuras que tiene todo caballero.
<<-La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta, o pocos más, desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas…..-¿Qué gigantes? -dijo Sancho Panza. -Aquéllos que allí ves -respondió su amo- de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas. -Mire vuestra merced -respondió Sancho- que aquéllos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino. -Bien parece -respondió don Quijote- que no estás cursado en esto de las aventuras: ellos son gigantes; y si tienes miedo, quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla.>>
<<-O yo me engaño, o ésta ha de ser la más famosa aventura que se haya visto; porque aquellos bultos negros que allí parecen deben de ser, y son, sin duda, algunos encantadores que llevan hurtada alguna princesa en aquel coche, y es menester deshacer este tuerto a todo mi poderío……. Peor será esto que los molinos de viento -dijo Sancho-. Mire, señor, que aquéllos son frailes de San Benito, y el coche debe de ser de alguna gente pasajera. Mire que digo que mire bien lo que hace, no sea el diablo que le engañe…….. Ya te he dicho, Sancho -respondió don Quijote-, que sabes poco de achaque de aventuras; lo que yo digo es verdad, y ahora lo verás.  >>
La cuestión de los modales y el trato a un caballero andante también influye en esta primera parte donde en el capítulo XVII, el Quijote junto a su escudero (que ya no encuentra remedio para hacer entrar en razón al caballero no le quedo mas de otra que serle fiel hasta el final y llevar al cabo junto a su lado todas las aventuras que éste imaginaba) llegan a un castillo encantador y bello con un moro. Don Quijote al llegar, llega un cuadrillero a recibirlos al castillo preguntándole al Quijote cómo estaba, este se toma en serio la forma en la que le preguntó su estado y le responde de manera satírica que esa no es forma de hablarle a un caballero. El cuadrillero molesto de tal idiotez que dijo el Quijote, le golpea con el candil. Al recuperarse de tal golpe, Don Quijote sin que sus productos de la imaginación se viesen afectados por tal golpe se levanta y le dice a Sancho que no se preocupara del encantamiento y de los fantasmas.


Bibliografía:

El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha y El Ingenioso caballero Don Quijote de la Mancha. Editorial Porrúa. Cervantes M. Fecha de publicación Original: 1615. Fecha de recuperación 2006.

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