Costumbres y Tradiciones de los Turcos (6/2014)

La mujer turca en la época de los selyúcidas

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Costumbres y Tradiciones de los Turcos (6/2014)

La mujer turca disponía de un estatuto importante también después de la aceptación del Islam. Si lo consideramos por el aspecto de las tradiciones y de los derechos jurídicos, la mujer turca siempre tenía una amplia área de movilidad. La mujer turca de la que hablamos en los programas anteriores, dispone de diversas características. Al trasladarse a Anatolia, la mujer turca siguió sus actividades en su nueva patria. Igual que fue en Asia Central, también en Anatolia tenía la palabra en la familia como madre y se toman en cuenta sus opiniones.


En la época de los turcos selyúcidas tras la emigración de Asia Central, vemos que como una continuación de la tradición de los antiguos estados turcos, la mujer no solamente tiene un lugar en la vida en el palacio, sino también asume un importante papel en el estado. La importancia de la mujer en el palacio y estado siguió también en el imperio selyúcida. La mujer, llamada Hatun, pudo acudir a las reuniones tanto en el palacio como fuera de ello. La Hatun, que tenía un propio palacio, controlaba una pequeña organización bajo su mandato.

Dando un ejemplo de la época de Alparslan, vemos que la Hatun salía de guerra junto con el emperador, también montando caballo. Cuando en 1243 los mongoles cercaron Kayseri, las mujeres acudieron de facto en la defensa de la ciudad. La característica luchadora de la mujer turcomana en Anatolia llamó también la atención del viajero Ibn-i Batuta. Igual que fue la tradición estatal en Asia Central, también aquí estas mujeres iban a guerra personalmente junto con los soldados cuando sus maridos confrontaban situaciones difíciles.
Además recibían también de las ganancias de guerra. El mejor ejemplo de eso supone Altuncan Hatun, la mujer de Tuğrul Bey (Señor). En la época de Alparslan la Hatun acudió a la guerra junto con el Sultán y también podía acudir a todas las reuniones.

La organización de la Comunidad Ahí, una comunidad de solidaridad entre los grupos profesionales, que servía en Anatolia, también procede de Asia Central. Se trata de una organización muy influyente en la turquisación de Anatolia, en la generalización del idioma turco y el reforzamiento de los selyúcidas. La organización tenía una ramificación llamada, Baciyan-ı Rum. Bacı es otra palabra que significa “mujer” y eso quiere decir las “Mujeres de Anatolia”. Esto es una organización de la que estaban miembros las mujeres en las épocas de los selyúcidas y del Imperio Otomano. Las Mujeres de Anatolia sirvieron en las fronteras junto con los hombres para defender la patria.

Las Mujeres de Anatolia no sólo mostraron éxito en el campo militar, continuaron su arte convirtiéndolo en una tradición y al mismo tiempo contribuyeron a la vida económica. Tras llegar a Anatolia las mujeres turcomanas no se alejaron de la vida laboral y mostraron ciertas actividades. Estas mujeres más bien trabajaban en el arte de tejido.
Las Mujeres de Anatolia también era un sistema de educación y formación. En este sistema, se enseñaba producir productos, ofrecerlos al servicio de la comunidad y cómo se hacía eso con estilo y ética. Otra importante misión de las Mujeres de Anatolia fue acoger y servirles a los visitantes que llegaron a los albergues islámicos de la comunidad Ahi. Este acogimiento suponía un importante proceso de orientación ya que los visitantes eran los que se planteaban su instalación en Anatolia. Las Mujeres de Anatolia reforzaban la estructura socio-económica. Estas mujeres eran muy significativas para demostrar la importancia e influencia de la mujer en la vida social. La primera líder de la organización era Fatma Bacı.

También las mujeres de los selyúcidas sobresalían en la vida social. En la época de los selyúcidas las mujeres desempeñaban un papel activo en la construcción de caminos, fuentes y hospitales. En aquellos tiempos las esposas de los sultanes y los príncipes recibían altos ingresos que les pertenecían totalmente a ellas. Podían gastarlo como querían o donarlo a otras personas. Había asociaciones que se mandaron a construir personalmente por esas mujeres selyúcidas. Con estos presupuestos mandaron a realizar generalmente trabajos caritativos. También contribuyeron en la vida económica. Conforme a las informaciones ofrecidas en la obra Menakubu’l Arifin de Eflaki, en aquella época había mujeres que tenían dinero propio por sus ahorros e incluso sus maridos no se metieron en cómo gastarlo.

En el período de los selyúcidas la mujer mostraba un perfil activo, determinado, unificador y emprendedor. Hay muchos ejemplos concretos en este tema y unos de ellos son esos: La hija de Kılışaslan segundo, Gevher Nesibe Hatun, mandó a construir la Casa de Salud Gevher Nesibe. Este hospital sirvió con los ingresos de la asociación fundada por Nesibe Hatun y estaba activo durante 700 años. Mahperi Hatun mandó a construir el complejo social-islámico Huand Hatun Külliyesi en Kayseri. El complejo se forma de una mezquita, un baño turco y una escuela. Mama Hatun, la hija de Izzettin Saltuk segundo, también se contaba entre las mujeres que realizaban trabajos caritativos

Mama Hatun fue una dirigente y una héroe con las características de un comandante. El Caravasar y el Centro Religioso de Mama Hatun en el distrito Tercan de Erzincan fueron mandados a construir por ella. En aquella época, fueron mandados a construir por las mujeres numerosas estructuras como castillos, puentes, caravasares, hospitales, mezquitas, escuelas, fuentes, baños turcos y acueductos. Estos diversos ejemplos demuestran la sagacidad y libertad que tenía la mujer.

Son de suma importancia los pensamientos sobre la mujer turca del gran líder espiritual y filósofo del siglo XIII, Mevalana, para reflejar el estatuto de la mujer en aquella época y la estructura social del período. El círculo social que subrayó más Mevlana fue el de las mujeres: “Le dicen león al león y también le llaman león al león hembra, no tiene otro nombre”. Estas palabras de Mevlana resaltan la ridiculez del sexismo.
La importancia dada por Mevlana a la mujer se basa en el Corán. Los mismos derechos y responsabilidades dados al hombre se dan también a la mujer en el Corán. El Islam le consideró a la mujer como parte de la vida social y de la vida familiar. Mevlana también aceptó a la mujer a las charlas y las ceremonias de los derviches giróvagos. Al casar su hijo Sultan Velet con Fatma Hatun le dijo: “Haz feliz a Fatma Hatun, que pase cada día y cada noche como una fiesta”. Todas las informaciones y los documentos disponibles reflejan la importancia dada a la mujer en la tradición estatal turca.



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