Educación Intercultural Bilingüe: nuevos avances y desafíos

Actualmente, más de 4,000 instituciones educativas vienen implementando la propuesta pedagógica EIB y reciben acompañamiento pedagógico.

Maria Luisa Fornara
10 Octubre 2015
Maria Luisa Fornara - Representante de UNICEF

Maria Luisa Fornara 
Representante de UNICEF

En el Perú, los antecedentes de lo que llamamos Educación Intercultural Bilingüe (EIB) se remontan casi un siglo atrás. Sin embargo, su impulso cobra bríos cuando se percibe como riqueza la gran diversidad étnica, cultural y lingüística del país. Buscando responder a esta diversidad, la EIB ha avanzado hasta colocarse en un nuevo escenario: ha sido asumida como una política pública priorizada, y se han establecido metas, presupuesto y medidas concretas para implementarla.

El Estado peruano creó un sistema de información que le está permitiendo gestionar un registro de lenguas originarias, de docentes bilingües y de instituciones educativas cuyos alumnos requieren la EIB. Asimismo, cuenta con un Plan Nacional de Educación Intercultural Bilingüe, una propuesta pedagógica EIB, un modelo de servicio educativo EIB, además de materiales educativos en 18 lenguas y materiales en castellano elaborados con la metodología correspondiente a una segunda lengua. En la definición y aplicación de estas herramientas, el Ministerio de Educación (MINEDU) promueve la participación de los padres de familia, la comunidad, especialistas, instituciones y organizaciones de la sociedad civil.

UNICEF es una de las entidades que contribuye con el MINEDU en el desarrollo de la EIB, pues el acceso a este tipo de educación es un derecho de los niños, niñas y adolescentes peruanos. Por ese motivo, celebramos con especial entusiasmo los resultados de evaluaciones nacionales y regionales que revelan mejoras en el nivel de comprensión de textos entre los alumnos de cuarto grado de primaria de las escuelas donde se imparte EIB. Y, también por eso, seguiremos apoyando la expansión y el fortalecimiento de la EIB ahora que enfrenta nuevos desafíos.

Por un lado, delimitar la demanda no es una tarea sencilla, pues hay que incluir los tres niveles (inicial, primaria y secundaria), las áreas rurales y urbanas, y a quienes tienen una lengua originaria como lengua materna o como lengua ancestral, aunque el primer idioma aprendido haya sido el castellano. Por otro lado, la oferta pedagógica no se circunscribe a lo lingüístico y debe recoger los valores y saberes de las distintas culturas. La interculturalidad, de acuerdo a la definición actual del Estado peruano, es un principio rector de todo el sistema educativo.

El mismo carácter transversal tienen muchas de las medidas que permitirán dar continuidad y sostenibilidad a la Política Nacional de EIB. Se requiere promover el uso social de las lenguas originarias, además de instrumentos normativos, presupuesto, equipos técnicos especializados y una gestión descentralizada.

Un aspecto fundamental es la formación de un número suficiente de maestros EIB. En 8 universidades y 22 institutos de educación superior están formándose ahora alrededor de 4,500 futuros docentes bilingües, y otros 700 están recibiendo capacitación en el marco del Programa Nacional Beca 18. Mediante programas de especialización y de acompañamiento pedagógico –lo que denominamos “Formación docente en servicio”– se está atendiendo a casi 9,000 docentes EIB de diversas regiones.

Actualmente, más de 4,000 instituciones educativas vienen implementando la propuesta pedagógica EIB y reciben acompañamiento pedagógico. El UNICEF seguirá apostando por la EIB, apoyando al MINEDU, para que la cobertura se amplíe hasta alcanzar las 16,000 escuelas EIB registradas. Así, todos los niños, niñas y adolescentes peruanos podrán ejercer su derecho a recibir una buena educación. Porque no puede ser buena una educación que deja de lado la cultura.