EL HABLA POPULAR septiembre 4, 2008

La forma de expresarse de los cruceños es bastante singular, no hay duda. Y como en septiembre florece con fuerza ‘lo nuestro’, a continuación reproducimos algunos términos muy propios de Santa Cruz, pero extremadamente raros para quienes llegan de afuera, expuestos en el libro ‘El habla popular de Santa Cruz’, de Hernando Sanabria Fernández.

Achuntar: Acertar, atinar. Conseguir algo por obra de la casualidad.

Aguililla: Persona, y más concretamente mujer joven, que con los ademanes y las actitudes no desprovistas de gracia, denota inclinaciones y apetencias amorosas.

Barcino: Manchas de suciedad sobre la piel de una persona, que dan la apariencia de la pelambre de los animales conocida con esta designación.

Camba: Del Guar. Chiriguano. Camba = amigo. Designación común para el indígena del Oriente Boliviano. Por extensión y con cierto énfasis de gregarismo regional, cualquier habitante de la misma comarca.

Cuchuquera: Suciedad, mugre.

Chupliqui: Dícese del vestido muy ajustado al cuerpo, especialmente los pantalones que, por serlo, ciñen las piernas.

Entrador: Aplícase al individuo audaz o decidido que gana voluntades y consigue bienquistarse entre la gente.

Horneao: Cualquier clase de pan.

Jochear: Provocar, incitar, excitar.

Largao: Dícese del que está en absoluta falta de dinero.

Montonera: Montón de cosas en desorden.

Pringar: Untarse las manos con algo biscoso. Por extensión, traspasar una persona a otra su mal.

Sapo: Aplícase al hombre de rostro pálido y macilento.

Toqui: Voz onomatopéyica que da la idea de un golpe suave, que se da en el cuerpo de una persona, particularmente en la cabeza.

Velatacú: Criatura o niño de pocos años, más propiamente de familia campesina. El dicho alude a que tales criaturas ‘velan’ lo que se está moliendo en el tacú.