Me gusta escribir

A diferencia de la literatura fantástica o maravillosa, la fantasía o fantasy no gira alrededor de un elemento que quiebra o que pone en peligro esa realidad tan parecida a la nuestra, sino que en fantasía cualquier idea tiene cabida, siempre y cuando respete las reglas del nuevo mundo o realidad que hemos creado. En ese mundo los enanos, las hadas, los marcianos y otros seres imposibles en nuestra realidad pueden serlo si queremos, por ejemplo, que los extraños sean los humanos. Todo es posible siempre y cuando haya unas reglas claras que se respeten siempre y que hagan que ese mundo funcione de manera consecuente. Algunos trucos imprescindibles:

Establece las reglas de tu mundo desde el principio

Como ya hemos dicho puede crearse un mundo en el que todo sea posible, mientras esto sea consecuente y esconda su lógica. Por lo tanto, debemos tener muy claras las reglas del nuevo mundo. Explica todos los detalles de ese mundo que difieran del nuestro y el lector no caerá en confusión. Si en tu mundo los personajes no pueden volar no hagas que en el último capítulo uno de ellos lo haga. No rompas la lógica de ese mundo ni el pacto de ficción que el lector acepta.

Realiza descripciones concisas

Lo importante, en principio, es la historia que quieres contar. Por eso, aunque quisieras que el lector conozca ese mundo inventado a la perfección, no le avasalles con descripciones interminables y muy exactas. Utilízalas cuando sea necesario y muestra las pinceladas básicas del mundo para dejar el resto a la imaginación de lector.

Cuida los pequeños detalles

Si se da el caso de que tus personajes se comunican a través de un lenguaje diferente a los que conocemos, no empieces a explicar cómo aprenderlo o cómo funciona; ve introduciendo algunas palabras poco a poco. El lector está ante una historia no ante una clase de lingüística.

Piensa bien el nombre de los personajes

Busca y otorga a tus personajes unos nombres que se adecuen al mundo y a la situación y que además sean fáciles de recordar porque sean raros, divertidos o extravagantes. No pienses en nombres impronunciables, por ejemplo, para todos tus personajes porque nunca los recordarán.

Crea personajes con un objetivo

Los protagonistas deben perseguir un objeto, un objetivo, un misterio o una meta. El personaje principal debe moverse por algo. Además, este ha de ser “perseguido” durante la historia por un antagonista, una obsesión o un defecto.

Mantén el ritmo

Los personajes y la historia deben estar siempre en continuo movimiento. La tensión debe mantenerse en todo momento y está bien detenerse a describir o a reflexionar pero no siempre, ya que lo importante son los acontecimientos.

Ten en cuenta la fantasía que se publica

La mayor parte de fantasy se publica en inglés (¡aprende inglés!) y no toda se traduce al castellano. Para estar al día de lo que publica o se dice sobre la fantasía en el mundo suscríbete a revistas especializadas como  Lightspeed o Clarkesworld  o únete a grupos específicos en redes sociales.

¿Aún no has escrito tu novela de fantasía?