La caída de la monarquía rusa no sólo significó el fin de un régimen político, sino también el fin de una era. Es uno de los acontecimientos más importantes del siglo XX y daría origen a la que fue una de las mayores potencias en las décadas siguientes: la Unión Soviética. El zar Nicolás II fue el último de la dinastía Romanov, abdicando debido a la imposibilidad de mantener la autocracia en un país asolado por las revueltas, el descontento tanto de la burguesía como del pueblo,  la guerra y la inestabilidad política. Una decisión difícil que, por desgracia, no sirvió para salvar su vida ni la de su familia. En esta grabación podemos escuchar la voz de un gobernante que no fue capaz de hacer frente a los cambios de los tiempos y que pagó un alto precio por ello.

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