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A menudo se secan hojas para usar como decoraciones en proyectos de manualidades o para preservar hierbas y usarlas luego para cocinar. Hay muchas maneras de lograr ambos resultados, así que tómate el tiempo para revisarlas todas hasta encontrar las que funcionen mejor para tus propósitos. Afortunadamente, la mayoría de procesos involucran usar recursos que son fáciles de obtener o que pueden encontrarse en casa.

Método 1
Método 1 de 3:

Secar hojas para proyectos de manualidades

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  1. Coloca hojas en contenedores poco profundos o átalas en racimos. Exponlas a la luz solar directa por algunos días, revisando cada día o dos para ver si están secas. La luz solar secará las hojas pero los bordes podrían doblarse. Esto hace que sean difíciles de usar en algunos proyectos de manualidades, pero funciona bien para arreglos florales secos.
    • No coloques las hojas en luz solar directa si deseas preservar el color verde intenso de la hoja natural. La luz solar directa hará que los colores se desvanezcan y se vuelvan menos vibrantes.
    • El flujo de aire de un ventilador o de una ventana hará que las hojas se sequen más rápido.
  2. Coloca una hoja grande o varias hojas pequeñas entre dos toallas de papel, asegurándote de que ninguna hoja esté encima de otra. Abre un libro grande, como por ejemplo una enciclopedia y coloca las toallas entre sus páginas. Cierra el libro y colócalo echado en un lugar plano y lejos del alcance. Coloca encima otros libros u objetos pesados pero estables. Revisa una vez a la semana para ver si las hojas están secas y cambia las toallas de papel si se sienten húmedas.
    • Si las hojas están húmedas debido a la lluvia, sécalas primero con toallas de papel. Usa más toallas de papel si las hojas están especialmente húmedas o si te preocupa manchar las páginas del libro.[1]
    • Cuando seques muchas hojas en el mismo libro, deja al menos 3 mm (1/8 de pulgada) de páginas entre cada paquete para que haya suficiente peso para cada hoja.[2]
  3. Puedes comprar una prensa de flores lo suficientemente grande como para colocar tus hojas o hacerla tú mismo usando contrachapado y cartón. Esto es más costoso y usa más materiales que simplemente presionar tus hojas en un libro, pero la circulación de aire superior puede hacer que el proceso de secado se acelere algunos días.[3]
    • Reparte las hojas entre dos toallas de papel. Coloca las toallas de papel entre dos hojas de papel secante o entre varias toallas de papel adicionales. Coloca el montón entero en la prensa de flores abierta, luego ciérrala y aprieta. Revisa cada cierta cantidad de días para cambiar las toallas húmedas y ver si las hojas están secas.
  4. Coloca una hoja gruesa entre capas dobles de toallas de papel en un plato a prueba de microondas. Inserta el plato y también una taza pequeña con agua en el microondas y calienta durante 30 segundos.[4] . Si la hoja aún no está seca, caliéntala de nuevo 10 segundos cada vez, sacando la hoja entre cada sesión para revisarla.[5]
    • Advertencia: la hoja puede fácilmente incendiarse en el microondas, razón por la cual solo debes usar este método con hojas grandes y gruesas. La taza de agua ayuda a evitar esto, pues algo de la energía del agua se usará para calentar el agua.
  5. Este método funciona mejor en hojas frescas que aún no han cambiado de color ni han empezado a secarse, aunque si las superficies están húmedas, debes secarlas dándoles toquecitos con toallas de papel.[6] Coloca una hoja entre dos láminas de papel cera y coloca una toalla encima. Calienta una plancha para ropa y muévela sobre la toalla, presionando durante 2 a 5 minutos o hasta que ese lado se sienta seco. Voltea el paquete de papel cera, coloca la toalla encima otra vez y repite el proceso.
    • Advertencia: los niños deben hacer que un adulto use la plancha por ellos, pues esta puede llegar a temperaturas peligrosamente altas.
    • Asegúrate de que la plancha para ropa no tenga activada la opción para producir vapor.
    • Una vez que la hoja esté planchada, corta un círculo de papel cera alrededor de ella y pela cada capa de este. Esto dejará cera en la hoja para preservar su color.[7]
  6. Este método hará que las hojas se vuelvan marrones, pero las mantendrá suaves y flexibles de manera indefinida. Funciona especialmente bien en hojas perennes anchas como la magnolia.[8] Combina una parte de glicerina con dos partes de agua en un plato poco profundo, llenándolo solo lo suficiente como para cubrir una capa de hojas. Coloca las hojas en el líquido, asegurándote de que la superficie esté completamente cubierta. Podrás usar las hojas en proyectos de manualidades después de unos 4 días o puedes remojarlas durante varias semanas para preservarlas permanentemente.[9] [10]
    • Este método funciona reemplazando parte del agua dentro de cada hoja con glicerina, la cual a diferencia de la primera no se evaporará.
    • Si las hojas flotan hacia la superficie, coloca un plato de papel u otro objeto que no te importe mojar encima de ellas para que su peso las mantenga bajo el líquido.
    • Agrega más glicerina y agua si el líquido se reduce por debajo de las hojas.
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Método 2
Método 2 de 3:

Secar hierbas u hojas de té

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  1. Si tienes un paquete de hierbas frescas que se ven limpias y libres de polvo, no necesitas lavarlas. Sin embargo, si acabas de recogerlas de tu jardín, es probable que contengan algo de polvo y tierra. Enjuágalas en agua corriente suave y luego sacude el exceso de agua.
  2. Sin importar si acabas de enjuagar tus hierbas o si estaban húmedas cuando las recibiste, primero debes secar la humedad evidente. Espárcelas en una toalla de papel o en un paño de cocina hasta que no haya más gotas de agua en la superficie de las hierbas.
  3. Si quieres usar tus hierbas inmediatamente, usa este método para secar una pequeña cantidad a la vez. Este método también se puede utilizar para las hojas de té que acaban de usarse para hacer una infusión. Para cualquiera de los dos, reparte pequeñas hojas o pedazos de hierbas entre dos toallas de papel secas. Calienta en el microondas durante 30 segundos a la vez hasta que estén quebradizos, prestándole mucha atención a cualquier señal de fuego.[11]
    • Las hierbas húmedas y carnosas como la menta y la albahaca no se secan con facilidad en el microondas a menos que se hayan secado parcialmente.[12]
  4. Algunas hierbas no tienen mucha humedad en su estado natural y pueden secarse a lo largo de pocas semanas atando los tallos en racimos y colgándolos de cabeza. Haz esto a puertas cerradas y en un lugar oscuro de ser posible pues la luz solar puede dañar el color y el sabor de las hierbas.[13]
    • Las hierbas en esta categoría tienden a tener hojas tiesas o gruesas. Estas incluyen el romero, el perejil, la salvia y el tomillo.
    • Si quieres usar este método para secar hierbas suaves y húmedas, cuélgalas en pequeños racimos dentro de una bolsa de papel. Haz agujeros en la base de la bolsa y colócala en un lugar con buen flujo de aire de manera que las hierbas se sequen más rápido y que haya menos posibilidades de que crezca el moho.[14]
  5. Las hierbas con hojas suaves y jugosas necesitan secarse rápidamente o desarrollan moho. Arranca las hojas del tallo y colócalas entre toallas de papel de manera que no se toquen entre sí. Puedes juntar hasta cinco capas de hojas si lo requieres, alternando entre toallas de papel y hierbas. Colócalas en un horno usando un plato a prueba de calor y en la temperatura más baja posible'.[15] Es posible que tomen hasta 8 hora para secarse.
    • Gira el dial de tu horno de manera que solo la llama piloto o el encendido eléctrico del horno estén encendidos.
    • Las hierbas que se secan bien usando este método incluyen la albahaca, la salvia, el laurel y la menta.
  6. Desmenuza las hierbas entre tus dedos antes de guardarlas o antes de agregarlas a los alimentos. Guarda las hierbas secas en un contenedor hermético y colócalas en un lugar frío, oscuro y seco para mantener el sabor de las hierbas el mayor tiempo posible.[16]
    • Las hierbas secas tienen un sabor más fuerte que el de las hierbas frescas. Cuando utilices hierbas secas en una receta que pida hierbas frescas, usa un tercio de la cantidad indicada o la mitad de ella en el caso de la albahaca.[17]
    • Las hojas de té pueden secarse completamente luego de usarse para preparar una tetera de té. El método del microondas mencionado previamente es el que mejor funciona, pues por lo general tienes una pequeña cantidad y un tiempo de secado más largo podría generar moho. Usa hojas de té secas de la misma manera en que usarías hierbas, o úsalas para cubrir los olores desagradables de la casa.[18]
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Método 3
Método 3 de 3:

Hacer esqueletos de hojas

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  1. En este método, retiras la mayor parte de la hoja y dejas solo una red de venas. Una hoja resistente que no se doble ni se mueva mucho es una buena elección para este proyecto. Las hojas de otoño que hayan caído recientemente y las hojas de roble son buenas opciones, al igual que las hojas cerosas como las de la hiedra o las de la magnolia.[19] [20]
  2. Puedes usar una olla más pequeña si solo tienes pocas hojas. Si lo haces, recuerda reducir la cantidad de los demás ingredientes de manera proporcional o simplemente usa la mitad de la cantidad mencionada más abajo.
  3. La mezcla que prepararás puede dañar tu piel, así que ponte guantes de látex o goma antes de manipular los demás ingredientes. Luego de terminar recuerda lavar en agua corriente todos los utensilios que utilizaste. Hazlo usando guantes.
  4. Estos químicos por lo general se pueden encontrar en tiendas de abarrotes o en farmacias. Sin importar cuál utilices, dos cucharadas (o 30 gramos si nos guiamos por el peso) deberían ser suficientes.[21] Cualquiera de estos químicos lentamente convertirá a la hoja en una pulpa y no afectará al tallo y a las venas.[22]
  5. Puedes colocar un par de puñados o más, siempre y cuando puedas mover los contenidos de la olla sin derramarlos.
  6. Puedes poner la olla en fuego bajo y dejar que llegue a su punto de ebullición o calentar el agua hasta que hierva y luego reducir el fuego a lo más mínimo. La mezcla debería burbujear apenas o solo ocasionalmente.
    • Si puedes medir la temperatura, tu meta debe ser de unos 80 grados centígrados (175 grados Fahrenheit).
  7. Dependiendo de cuán gruesas sean las hojas, esto puede tomar hasta un día entero pero probablemente solo demore un par de horas. Mueve el contenido de la olla suavemente, revisando si las hojas están suaves y si se están deshaciendo.
    • Necesitarás agregar más agua conforme se evapore. Opcionalmente, podrías reemplazar el líquido con una mezcla de agua fresca y bicarbonato de sodio cada cuatro horas para acelerar el proceso.[23]
  8. Un plato de vidrio para hornear es una buena opción para este paso, pues hará que sea más fácil ver lo que estás haciendo.[24] Cuidadosamente retira cada hoja usando una espátula u otro utensilio y deja cada una en el plato para hornear teniendo cuidado de que las hojas no estén una encima de la otra.
  9. Las hojas deben ser delgadas, con una capa de pulpa pastosa pegadas a ellas. Saca esta pulpa de las hojas con suavidad y paciencia, dejando solo una red de venas o dependiendo del tipo de hojas, una capa delgada y traslúcida.
    • Puede que necesites enjuagar las hojas en un goteo de agua fría para sacar la pulpa una o dos veces más durante este proceso.
  10. Enjuaga la olla, los utensilios para mezclar y otros objetos que entraron en contacto con la mezcla hirviente. Usa guantes, jabón y agua cálida.
  11. Puedes dejar que se sequen al aire en toallas de papel o secarlas dándoles toquecitos suaves y prensarlas entre páginas de libros o en una prensa de flores. Luego de un día o dos, tendrás una manera única de alterar la apariencia de un proyecto de manualidades de hojas secas. Debido a que estas son transparentes, funcionan particularmente bien en superficies de vidrio.
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Consejos

  • Cuando prenses hoja planchándolas, usa algún tipo de material como una barrera entre la superficie de la plancha y la capa superior de papel cera. Una toalla de cocina es una buena opción, pues no inhibe la transferencia de calor pero permite que el papel cera haga un sello fuerte y prense la hoja de manera que quede completamente plana. La toalla también evitará que la cera residual se acumule en la superficie caliente de la plancha.
  • Puedes comprar glicerina, bicarbonato de sodio o carbonato de sodio en la mayoría de farmacias y en algunas tiendas de abarrotes.
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Advertencias

  • Siempre observa con mucho cuidado las hojas mientras se secan en un microondas. Si empiezan a humear o a volverse negras, detente. Si otras partes de la hoja aún no están secas, usa otro método como por ejemplo prensarlas para terminar el proceso.
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Cosas que necesitarás

  • Toallas de papel
  • Libros pesados o
  • Glicerina y agua u
  • Horno microondas o
  • Plancha para ropa y papel cera o
  • Luz solar

Para hojas de esqueleto

  • Olla
  • Agua
  • Bicarbonato de sodio o carbonato de sodio
  • Plato de vidrio para hornear
  • Espátula o utensilio para mezclar
  • Brocha para pintar pequeña

Acerca de este wikiHow

Ben Barkan
Coescrito por:
Diseñador de jardines y paisajismo
Este artículo fue coescrito por Ben Barkan. Ben Barkan es un diseñador de jardines y paisajismo, y es el propietario y fundador de HomeHarvest LLC, un negocio de construcción y huertos con sede en Boston, Massachusetts. Ben tiene más de 12 años de experiencia trabajando con jardinería orgánica y se especializa en diseñar y construir hermosos paisajes con construcción personalizada e integración creativa de plantas. Es diseñador certificado en permacultura, tiene licencia de supervisor de construcción en Massachusetts y es un contratista con licencia para mejoras en el hogar. Tiene un título de asociado en Agricultura Sostenible de la Universidad de Massachusetts Amherst. Este artículo ha sido visto 214 434 veces.
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