Ser Padres

¿Cómo lograr que un bebé de 4 a 18 meses se adapte a la guardería?

A la mayoría de padres y madres no nos queda otra que llevar a nuestros bebés a la escuela infantil antes de lo que nos gustaría. ¿Cómo podemos hacer este proceso lo más respetuoso posible para el peque?

¿Cómo lograr que un bebé de 4 a 18 meses se adapte a la guardería? A la mayoría de padres y madres no nos queda otra que llevar a nuestros bebés a la escuela infantil antes de lo que nos gustaría. ¿Cómo podemos hacer este proceso lo más respetuoso posible para el peque?

Los cambios son difíciles para la mayoría de las personas ya que implican que debemos salir de nuestra zona de confort para enfrentarnos a situaciones nuevas sobre las que no tenemos prácticamente ningún control. De hecho, todo cambio genera un poco de ansiedad y miedo, aunque estos sentimientos van desapareciendo a medida que nos adaptamos a las nuevas circunstancias.

Obviamente, los cambios también son complicados para los bebés, sobre todo porque tienen poca experiencia y un conocimiento muy limitado del mundo. Por eso, no es extraño que a muchos pequeños les resulte difícil adaptarse a la guardería, sobre todo porque probablemente se trata del primer gran cambio que experimentan en su vida. ¡Es normal! Son muy pequeños, ningún bebé con 4 meses debería separarse tanto tiempo de sus figuras de apego, y sin embargo cuando se acaba la baja por maternidad/paternidad es la única solución para muchas familias. No hay que sentirse culpable, pero sí trabajar mucho para que la adaptación sea lo más "respetuosa" posible.

Adaptación de los bebés a la guardería

Adaptación de los bebés a la guarderíarawpixel/Freepik

5 consejos para ayudar a tu bebé de 4 a 18 meses durante su adaptación a la escuela infantil

Cuando les dejamos en la escuela infantil es frecuente que lloren, tengan rabietas, se sientan tristes y no quieran quedarse solos. En los casos más severos pueden presentar síntomas fisiológicos, como inapetencia, problemas para dormir, vómitos o dolor de cabeza. La clave, como en todo lo relacionado con la crianza, es ser paciente, acompañar, dar mucho amor e implementar los cambios progresivamente.

Si tu bebé tiene más de 18 meses o entra en segundo ciclo de infantil, estos son los consejos para ayudarlo con la adaptación.

En el caso de bebés desde los 4 meses, no nos servirá tanto el lenguaje, y tendremos que valernos más de gestos, objetos y cariño.

1. Haz que la adaptación sea paulatina

La mejor manera de adaptar a tu bebé a la escuela infantil es haciéndolo de forma progresiva. Al inicio, bastará con que lo lleves apenas una o dos horas, incluso puedes quedarte un poco con él hasta que se sienta más confiado y seguro y se familiarice con las personas que van a cuidar de él. Luego, deberás ir aumentando paulatinamente el tiempo que pasa solo allí. Ten en cuenta que cada niño tiene su propio ritmo, por lo que a algunos puede tomarle más tiempo adaptarse que a otros.

2. Mantén una actitud positiva

Si mantienes una actitud positiva ante la entrada de tu hijo a la escuela infantil, el bebé lo percibirá. Si te sientes asustada o estresada ante la perspectiva de dejarlo en la guardería, le transmitirás esa ansiedad. Por eso, es importante que te mantengas tranquila y con una actitud entusiasta hacia el cambio.

3. Llévale un objeto de apego y juguetes que le hagan sentir como en casa

Una estrategia muy eficaz para que tu hijo se adapte a la guardería es llevarle un objeto de apego y juguetes suyos. La idea es que esos objetos le hagan compañía y le proporcione la seguridad que necesita, como si estuviera en casa. Ten en cuenta que los bebés tienen muy pocas estrategias para enfrentar los cambios, por lo que esos objetos simbolizan lo conocido, la seguridad y la confianza.

Niño en la guardería

Niño en la guarderíaGetty Images/iStockphoto

4. Acompáñalo siempre

Acompáñalo por la mañana y recógelo a la hora de salida en la medida de lo posible en vez de delegar esta tarea en un cuidador o en los abuelos.

5. No prolongues las despedidas... pero despídete

Considera que la despedida acentúa la ansiedad de separación (que se acentúa a partir de los 7 meses) pues tu hijo aún es muy pequeño como para percatarse de lo que sucede más allá de su vida más inmediata. Quedarse allí sin ti le genera una gran ansiedad, que puede intensificarse si la despedida se prolonga demasiado. Juega con él un poco y procura que se quede entretenido cuando te despidas para que no centre el 100% de la atención en que te vas. Lo ideal es que sea una despedida tranquila en la que le des un beso y le despidas con la mano mientras te vas. No te vayas sin que lo sepa, porque aunque puede ser "más sencillo" también puede generarle la incertidumbre de que en cualquier momento puedes desaparecer.

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