Fiesta de la Chonta, ritual de gratitud con la Pachamama

Idioma Español
País Ecuador

La ceremonia evoca la finalización de la cosecha. En ocho partes que son explicadas mediante los anent (cánticos sagrados) se agradece por la variedad de frutos que sirven de alimento.

Cada año, la nacionalidad shuar expresa su agradecimiento a la Pachamama, con quien mantiene una relación de respeto, integridad, reciprocidad, intercambio y equilibrio. En abril, este pueblo milenario celebra la Fiesta del “uwi” o chonta, un ritual ancestral que evoca el final de la cosecha.

En el idioma shuar se llama “Uwi Ijiambratei”, que significa “recoger la chonta”. Es la celebración más importante porque se considera el inicio de un nuevo ciclo.

Fuera de los preparativos, de la recolección de los frutos y de la cacería, la fiesta dura 24 horas y en ella se invoca a diferentes animales y plantas, aves de variadas especies y cada uno de ellos encarna un espíritu. El chontaduro es una planta de la familia de las palmeras, que llega a medir hasta 20 metros.

La celebración está constituida por ocho partes o rituales, los cuales son explicados a través de los anent, los cánticos sagrados shuar con los que se narra el ciclo agrícola de la chonta. Los indígenas bailan en forma circular y solo se escuchan los anent y el entrechoque de los “shakapa (cinturones) y de los “mákich” (tobilleras), acompañando los instrumentos musicales.

Mario Chuinda, habitante de la parroquia Bomboiza en el cantón Gualaquiza, provincia de Morona Santiago, rememora el rito ceremonial que abarca la Fiesta de la chonta y que está en una investigación del Sistema de Información del Patrimonio Cultural Ecuatoriano, SIPCE.

Ritual

El canto se inicia con el homenaje a los animales que suelen treparse para saborear los frutos de la chonta, como monos, pericos, guacamayos. Al final se repite la palabra “Jai”, que simboliza la fuerza y el valor. Luego se enuncia la época de siembra con cinco anent con los que se pide al dios Uwi para que los shuar hagan una buena selección de semillas, siembren en lugares convenientes y así germine la planta.

En la tercera parte de la ceremonia se pronuncian 28 anent para recordar el desarrollo de la chonta. Se nombra a las clases de palmeras que existen en la selva: acho, yampakey, kuncuchom y kumay, para que puedan crecer robustas. “Mi linda chonta crece como esa palmera kumay, no crece lanchado”, dice uno de los cánticos, refiere Chuinda. El ritual continúa con nueve anent sobre la cosecha. Se pide a Uwi que dé agilidad para trepar a los árboles y fuerza para acarrear lo recolectado. Se recrea todo el proceso de cosecha “Mira mi querida esposa, ayer fui a ver la chonta; levanta, lleva tu chanquil (canasta), vamos a recoger las chontas”.

La quinta parte de la fiesta consta de siete anent y hace alusión a la preparación de la chicha. No deben faltar la vasija de barro, la leña, el fuego, la fuerza de hombres y mujeres para pelar y masticar, y el agua para mecer el masato. “El Uwi está vigilante, por eso los desperdicios no deben quedar en el piso, sino la chicha puede dañarse o a algún participante le puede pasar algo negativo”, dice Chuinda. Las mujeres salen con sus changuinas o canastos, los hombres van delante y arrancan los frutos mientras ellas recomiendan que no dejen caer fuertemente los racimos porque “puede dañar el alma de uno”.

El siguiente anent que consta de tres cánticos se interpreta por la llegada de Uwi, para que traiga el sabor. Se nombra a las frutas azucaradas para atraer la fermentación. “Mira, mi querida esposa, te duele el estómago porque ya está llegando el fermento, resista, vamos a seguir disfrutando”, cantan los participantes. Le sigue la comunión de Uwi, con cantos a la esperanza de una nueva fecundidad entre el hombre y la mujer; representa el origen de una nueva vida. Aquí todos prueban la chicha. El “tsankra” o jefe de la fiesta toma el primer sorbo e invita a los presentes a beber.

La última fase es la del sacrificio para Uwi, para tener su ayuda el próximo año. A través del anent, el espíritu del shuar se esconde para que no lo lleve Uwi. “El espíritu de mi padre dónde puedo esconder, voy a esconder en su trabajo; el espíritu de mi madre voy a esconder en la huerta; el espíritu de mis hermanos voy a esconder donde nace la ayawasca”, entonan los presentes para protegerse. Esta celebración se inicia a las 20:00 y concluye alrededor de las 06:00.

Tradición

Según la tradición de las comunidades Shuar, la chonta se cosecha en abril y mayo. En junio empieza la siembra. Se trata de una planta de las especies de las palmeras, cuyo fruto color rojizo es utilizado como fuente alimenticia de los integrantes de las comunidades indígenas, así como alimento para muchos animales silvestres. Por su alto valor nutritivo es considerada fuente de alimento principal en la población indígena en la Amazonía; se dice también que quien consume una gran cantidad de esta fruta adquiere una especie de repelente a los insectos y mosquitos.

Festejo

Evento comunitario

Las familias se reúnen para realizar un trabajo colectivo que incluye la cosecha, lavado, cocinado y pelado de la chonta, que luego se sirve de manera general. Así todos tienen la oportunidad de compartir el esfuerzo y la satisfacción.

8 partes componen el ritual que se extiende por 24 horas para conmemorar el fin de la cosecha.

Agradecimiento por frutos

“Uwi nijiamtamu” es como se dice a los festejos en lengua shuar y representan el agradecimiento por la abundancia de frutos que la naturaleza ofrece. 

Fuente: El Telégrafo

Temas: Pueblos indígenas, Saberes tradicionales

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