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Cómo guiar el crecimiento de las parras

La parra y sus diferentes variedades poseen una cualidad muy especial, ya que además de dar ricos frutos y rico vino, pueden usarse para dar sombra si se guían de forma adecuada por pérgolas, estructuras de hierro forjado, celosías o vallas de manera que formen una malla o techo natural fresco y original.

La parra o vid trepadora

Hay muchos tipos de parras, por lo que el modo de guiarlas será uno u otro, más fácil o más complicado. La parra virgen, por ejemplo, es una planta trepadora familia de la vitáceas que tiene un crecimiento muy enérgico y que trepa gracias a zarcillos de terminación adhesiva que se pegan a las paredes o estructuras sin dañarlas. Se poda en otoño tras la caída de la hoja para mantener su estructura.

Gracias a esa condición adherente, su crecimiento es fácilmente manejable, sobre todo, por paredes o celosías, donde es más recomendable. La desventaja es que sus frutos son muy atractivos por los pájaros, algo muy incómodo si queremos que la parra sea nuestro techo en el exterior. También atrae a las avispas y desprende una especie de arenilla vegetal durante la floración muy molesta que caerá sobre nosotros.

Otro tipo de parras como la de uva Moscatel, una de las más comunes, se guían mediante la poda, a partir del nacimiento de las ramas secundarias que irán creciendo del tronco principal. Con tijeras de podar debes cortar solo los brotes que vayan quedando a una altura por debajo del lugar que vas guiando.

Dependiendo del grosor y el follaje que quieras para tu parra, la poda deberá ser más o menos completa. Recuerda que el peso de la parra adulta y una vez que ha crecido bastante es importante, por lo que debes tenerlo en cuenta cuando elijas la pérgola o estructura sobre la que guiarás la planta, que deberá ser resistente y nada endeble.

En general, durante los primeros años debes favorecer el desarrollo de un tronco resistente y dos ramas o brazos laterales que son los que irás guiando en paralelo al soporte que desees cubrir. En tres o cuatro años ya tendremos formada la estructura principal de la parra.

Es importante tener las herramientas de poda idóneas para realizar esta tarea. El ramaje de la parra no es muy grueso, por lo que las tijeras pueden ser de tamaño y hoja media, manuales. No necesitarás herramientas complejas como en el caso de árboles por ejemplo.

Para su agarre, la propia parra presenta un ramaje manejable que puedes agarrar a la estructura sin necesidad de accesorios como alambres o cuerdas. Dependiendo de la estructura a la que la agarremos, sí puede ser necesario usar esos accesorios si las patas son demasiado anchas o no hay modo de enredar de forma natural las ramas o el tronco de la planta.

Debes tener en cuenta el nacimiento de los racimos, que también tendrás que guiar y facilitar, abriendo hueco y dejándolos colgar desde la estructura. Cuando llegue la época podrás cosechar y tener tu propia vendimia.

En realidad, guiar la parra en estas estructuras de exterior es ventajoso tanto para la decoración como para la propia planta, que de esa manera, se expone al sol, factor determinante para su desarrollo.

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