Dolor muscular

Aprobado por la Junta Editorial de Cancer.Net, 07/2021

El dolor muscular es un posible efecto secundario del cáncer y su tratamiento. Otro término para el dolor muscular es mialgia. El dolor muscular puede ocurrir solo o puede asociarse con otros síntomas, como debilidad muscular, calambres o depresión.

El dolor muscular puede afectar una zona específica del cuerpo o todo el cuerpo. El dolor muscular puede ser leve, intenso o puede estar en un punto medio. Puede ser constante o aparecer y desaparecer. Cuando no se trata, el dolor muscular puede afectar su calidad de vida, limitar sus actividades y hacer que otros síntomas o efectos secundarios parezcan peores. Incluso puede hacer que interrumpa el tratamiento anticipadamente.

Si tiene dolor muscular, informe a su equipo de atención médica. El alivio de los síntomas es una parte importante de la atención y el tratamiento del cáncer. Este tipo de atención se llama cuidados paliativos o tratamiento de apoyo. Ayuda a las personas con cualquier tipo o estadio del cáncer a sentirse mejor.

¿Qué causa el dolor muscular?

Cuando tiene cáncer, el dolor muscular puede producirse por los siguientes factores:

Cáncer. Determinados tipos de cáncer tienen más probabilidades de provocar dolor muscular, lo que incluye:

  • Tumores que se originan en un músculo, como algunos tipos de sarcoma de tejido blando

  • Tumores que comprimen un músculo

  • Cánceres que hacen que el cuerpo produzca demasiados glóbulos blancos, como algunos tipos de leucemia

Tratamientos contra el cáncer. Cuando finaliza el tratamiento, en general el dolor muscular desaparece. En algunos casos, el dolor muscular puede ser un efecto tardío, lo que significa que se presenta meses o años después de que finaliza el tratamiento contra el cáncer.

Los tratamientos que pueden causar dolor muscular incluyen:

  • Algunos tipos de quimioterapia, como docetaxel (Taxotere), ixabepilona (Ixempra), paclitaxel (Taxol) y vincristina (Vincasar PFS)

  • Inhibidores de la aromatasa, como anatrozol (Arimidex), exemestano (Aromasin) y letrozol (Femara)

  • Otros tratamientos hormonales, incluidos fulvestrant (Faslodex), raloxifeno (Evista), tamoxifeno (Soltamox) y toremifeno (Fareston)

  • Terapia dirigida, como trastuzumab (Herceptin) y T-DM1 o ado-trastuzumab emtansina (Kadcyla)

  • Inmunoterapia, como interferones, interleucinas e inhibidores del antígeno-4 asociado al linfocito T citotóxico (Cytotoxic T-Lymphocyte Antigen 4, CTLA-4) y de la molécula de muerte programada 1 (Programmed Death 1, PD-1)/del ligando de muerte programada 1 (Programmed Death Ligand 1, PD-L1)

  • Radioterapia

Otros medicamentos. Los medicamentos para los síntomas relacionados con el cáncer u otras afecciones pueden producir dolor muscular. Algunos ejemplos incluyen:

  • Factores de crecimiento de leucocitos, que ayudan a prevenir infecciones durante el tratamiento contra el cáncer, incluidos filgrastim (Granix, Neupogen, Zarxio), pegfilgrastim (Fulphila, Neulasta) y sargramostim (Leukine)

  • Fármacos para tratar la pérdida ósea llamados bifosfonatos, como el alendronato sódico (Binosto, Fosamax), el ibandronato sódico (Boniva), el pamidronato (Aredia), el risedronato (Actonel) y el ácido zoledrónico (Zometa)

  • Fármacos para el colesterol, también llamados estatinas

Efectos secundarios relacionados con el cáncer. Los síntomas o efectos secundarios como fatiga, debilidad muscular, depresión, calambres y deshidratación pueden causar dolor muscular o empeorarlo. Hable con su equipo de atención médica sobre cualquier efecto secundario que presente para que puedan brindarle alivio.

Otros factores. Otras cosas pueden causar dolor muscular, incluidos motivos no relacionados con su diagnóstico de cáncer. Las posibles causas del dolor muscular incluyen:

  • Uso excesivo de un músculo a través de actividades, deportes o trabajo.

  • Lesiones musculares provocadas por accidentes, como una caída.

  • Tener una infección (como gripe o COVID-19) por un virus o una bacteria.

  • Enfermedades como la polimialgia reumática, el lupus y la fibromialgia.

  • Flujo sanguíneo deficiente al músculo afectado.

  • Trastornos hormonales, como una glándula tiroides hipoactiva (hipotiroidismo).

  • Cambios en los niveles de electrolitos (química sanguínea), como magnesio o potasio.

¿Cómo encuentran los médicos la causa del dolor muscular?

Su médico le preguntará sobre sus síntomas y antecedentes médicos. También hará preguntas como las siguientes:

  • ¿Dónde le duele?

  • ¿El dolor muscular se interrumpe y comienza? De ser así, ¿cuándo?

  • ¿Por cuánto tiempo lo ha tenido?

  • ¿El dolor es sordo, agudo o tiene alguna otra descripción?

  • ¿Qué hace que sus músculos se sientan mejor? ¿Qué hace que empeoren?

  • ¿El dolor le causa problemas con sus actividades cotidianas?

  • ¿Qué otros síntomas, como debilidad muscular, tiene?

Si el tratamiento contra el cáncer le provoca dolor muscular intenso, su médico puede recomendarle probar un tratamiento diferente, recibir menos tratamientos o recibir una dosis menor.

Si no está seguro sobre la causa del dolor muscular o si el dolor muscular no desaparece o empeora, es posible que necesite pruebas adicionales para ayudar a encontrar la causa. Estas pueden incluir:

Análisis de sangre. Pueden mostrar una infección, deshidratación u otra afección que puede causar dolor muscular.

Exploración por CT o escaneo CT (CT o CAT). Generan una imagen tridimensional del interior del cuerpo.

Imágenes por resonancia magnética (magnetic resonance imaging, MRI). Una MRI utiliza campos magnéticos para producir imágenes detalladas del cuerpo.

Gammagrafía ósea. Es posible que se le realice esta prueba si el médico considera que el problema puede estar relacionado con los huesos.

Comuníquese con su médico de inmediato si tiene otros síntomas como:

  • Debilidad muscular

  • Fiebre

  • Dolor alrededor de la cintura o el tórax

  • Incontinencia urinaria

  • Confusión

  • Rigidez en el cuello

  • Entumecimiento y cosquilleo en alguna parte del cuerpo

Estos podrían ser signos de afecciones médicas graves que necesitan atención inmediata.

¿Cómo se trata y maneja el dolor muscular?

Cuando es posible, los médicos tratan la afección que provoca el dolor muscular. A continuación, se presentan algunas opciones de tratamiento posibles.

Medicamentos. Hay medicamentos que pueden ayudar a que el dolor muscular mejore. Su equipo de atención médica puede recomendarle o recetarle medicamentos, incluidos:

  • Analgésicos de venta libre, como ibuprofeno (Advil, Motrin), naproxeno (Aleve) o acetaminofén (Tylenol)

  • Relajantes musculares

  • Medicamentos esteroides

  • Antibióticos

  • Antidepresivos

Su equipo de atención médica también puede recomendarle métodos de autocuidado y apoyo para tratar el dolor muscular. Puede decidir emplear algunos de estos métodos además de la medicación o en lugar de la medicación para el dolor muscular leve o moderado. Puede aplicar algunos de estos métodos usted mismo. Otros requieren que trabaje con un especialista certificado o con licencia. Hable con el equipo de atención médica antes de intentar aplicar estos métodos.

Algunos métodos de autocuidado y apoyo que puede utilizar para tratar el dolor muscular son:

Masajes. Un masajista que tenga experiencia trabajando con personas con cáncer puede hacer un masaje terapéutico suave para ayudar a aliviar el dolor muscular. Usted o su cuidador también pueden hacer masajes sencillos en su hogar.

Fisioterapia. Un fisioterapeuta puede tratar los problemas musculares y enseñarle a aliviar el dolor con ejercicios o dispositivos simples.

Ejercicio. El ejercicio suave, junto con el estiramiento y el fortalecimiento (en inglés), puede ayudar a aflojar los músculos y aumentar el flujo sanguíneo.

Calor y frío. Las compresas calientes o frías, las almohadillas térmicas o las bolsas de hielo pueden ayudar a reducir las molestias del dolor muscular. Hable con su equipo de atención médica acerca de cuánto tiempo y con qué frecuencia aplicar el calor o el frío.

Técnicas de relajación. Los ejercicios de respiración suave o meditación pueden ayudarlo a relajarse y reducir la tensión muscular. Esto puede ayudar a que los músculos duelan menos.

Lleve un registro de los resultados de las técnicas que emplea para determinar cuáles manejan mejor el dolor muscular. Puede usar una tabla como la que se encuentra en el folleto ASCO Answers Manejo del dolor relacionado con el cancer (PDF) para hacer un seguimiento del dolor.

Preguntas para hacerle al equipo de atención médica

  • ¿Podría mi dolor muscular ser causado por el cáncer? ¿O es causado por algo más?

  • ¿Cuándo debo llamar si tengo dolor muscular o si mi dolor muscular empeora?

  • ¿Cómo debo llevar un registro de mi dolor muscular?

  • ¿Qué tratamientos me recomiendan para mi dolor muscular?

  • ¿Recomiendan otros tipos de tratamiento de apoyo para el dolor muscular?

  • ¿Hay cosas que puedo hacer en mi hogar para aliviar el dolor muscular?

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