Los autos se comportan diferente según si tienen una u otra. Y además ofrecen características prácticas que satisfacen necesidades distintas.
11 de Agosto de 2017 | 16:35 | Emol
SANTIAGO.- Este es un asunto que da para toda clase de debates, pues ambas opciones tienen ventajas y problemas.
Primero, algunas definiciones: un vehículo de tracción trasera es, para efectos de este artículo, aquel que tiene un motor delantero instalado de manera longitudinal, pero las ruedas que tienen la tracción están atrás.
Muy obvio, dirá alguno, pero con esto dejamos fuera a los autos de motor central y motor trasero, que tienen dinámicas diferentes.
Naturalmente, un auto de tracción delantera es el que tiene motor y ruedas motrices adelante. Y tienen el motor montado transversalmente. Entre estos están la gran mayoría de los autos que se venden en nuestro mercado.
¿Por qué la mayoría tiene tracción delantera? Pues porque son más baratos de producir. Al utilizar motor delantero en posición transversal, el cigüeñal y la transmisión van en ejes paralelos por lo que se ahorran engranajes.
En cambio, al emplear motor delantero longitudinal y tracción trasera es necesario un árbol de transmisión entre la caja de cambios y el diferencial, lo que supondrá un aumento en la inversión, además de un túnel para llevar la transmisión a la parte trasera.
Lo siguiente es consecuencia de lo anterior. El túnel de transmisión, ese típico “lomo” que queda al medio del auto en el piso, quita espacio en el habitáculo y en el maletero. Con tracción delantera el piso suele ser casi plano y el maletero más profundo.
Ahora bien, cuando se instala de manera transversal, un motor no puede ser muy grande, porque la cavidad donde va es más limitada en su anchura que en su longitud. Así que por eso no es sencillo encontrar algún modelo con un V8 atravesado y he ahí la razón por la que autos que los emplean tienen tracción trasera.
La cuestión dinámica
Por supuesto, un auto con tracción delantera se comporta de manera muy diferente a uno de tracción trasera.
Auto de motor delantero transversal con tracción adelante
Tiene buen agarre en general, pero cuando se pisa el acelerador a fondo, el auto se reclina y como consecuencia los neumáticos delanteros tienden a perder contacto con el suelo y se pierde adherencia. Si el pavimento está mojado, el auto puede patinar.
A la hora de frenar, pasa lo contrario. El auto se inclina hacia adelante, así que ahora son los neumáticos posteriores los que pierden contacto con el suelo.
Estos autos tienden al subviraje. Esto significa que en una curva puede girar menos de lo que el conductor pretende. O lo que es lo mismo, tiende a seguir derecho en una curva. Por supuesto, este efecto se acentúa con la velocidad.
El mayor peso en la parte delantera del vehículo suele provocar que se coman más rápido los neumáticos frontales.
Auto con motor delantero longitudinal y tracción trasera
Son más efectivos con el acelerador a fondo debido a que tienen mayor peso en la zona posterior. O sea, al acelerar con decisión, la reclinación de la carrocería ayuda a tractar mejor.
Tienden al sobreviraje. En buenas cuentas, hacen trompos más fácilmente en las curvas. Pero al mismo tiempo esta configuración permite repartir mejor el peso en el auto, haciéndolo más equilibrado.
Suelen ser más inestables en línea recta, situación que los fabricantes corrigen modificando los ángulos de la suspensión.
Es complicado conseguir una suspensión trasera óptima.
Fuente: Auto10
Por supuesto, todo lo anterior son generalidades. Y hay que considerar que las ayudas tecnológicas como la dirección asistida, el control de estabilidad, el control de tracción, los frenos ABS y otras asistencias equilibran muchas de las diferencias dinámicas entre los autos de tracción delantera y trasera.
