NOVIA, NOVIO

ver BODA

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Al describir la relación que había entre Dios e Israel, los profetas con frecuencia la describieron usando esta analogía del novio y la novia (Is. 62:5; 54:5; Os. 2:19–20; Ez. 16). La infidelidad de Israel es prostitución (Ex. 34:15; Sal. 73:27; Os. 4:12; Jer. 3:1). Las consecuencias fueron el divorcio y la viudez (Os. 2:2; Is. 54:4). La exhortación a Israel que vuelva en arrepentimiento es una exhortación a que abandone a sus falsos amantes y que se atavíe con ropa de novia que no es nada menos que volver a casarse (Is. 49:18; 69:10). La gracia de Dios al recibir otra vez a su pueblo debe ser representada opacamente en el esposo que va al mercado de esclavos para comprar de nuevo y volver a casarse con su antigua esposa que se había vendido a sí misma a la esclavitud en su iniquidad (Os. 3).

Otros pasajes del AT que describen el amor y las nupcias terrenales de la novia y el novio, sin hacer ninguna referencia directa al amor de Dios hacia su pueblo, han sido tradicionalmente interpretados como si tuviesen este significado alegórico (Sal. 45; El Cantar de los Cantares).

En el NT, Juan el Bautista hace referencia a Jesús como el novio, a sí mismo como «el amigo del novio» que hace los arreglos para la boda y se regocija cuando, después de haber estado frente a la cámara nupcial, escucha la voz del novio anunciando su llegada (Jn. 3:29). Jesús se identifica a sí mismo con el novio divino al explicar por qué sus discípulos no necesitaban ayunar cuando él estaba con ellos, esto es, porque ellos eran los que estaban de bodas (Mt. 9:13, 14). Usa la misma analogía en las parábolas (Mt. 25:1–13; 22:1–14). Pablo describe su ministerio como la labor de preparar a la iglesia para la boda final en la segunda venida (2 Co. 11:2). El bautismo es la ablución nupcial. El matrimonio es una verdadera analogía de la relación que hay entre Cristo y su iglesia, la cual puede verse muy vívidamente en la Cena del Señor (Ef. 5:22–32). En el libro de Apocalipsis, la novia no es tanto la iglesia como la Jerusalén celestial (Ap. 19:7ss.; 21:2, 9) finalmente perfeccionada en el cumplimiento de la profecía (Is. 61:10; 62:4–5). Pero posiblemente en Ap. 22:17 se hace referencia al ministerio de la iglesia aquí en la tierra.

La analogía novio-novia se usa en cuanto a Cristo y a la iglesia, y no para referirse a Cristo y al individuo. El uso de la analogía es fuertemente ético, enfatizando la necesidad que tiene la iglesia de limpiarse de todo compromiso y herejía. El misterio de la unión matrimonial entre Cristo y la iglesia puede ayudar a santificar la relación natural de la que es signo.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Plummer, HDB, I, p. 327; J. Jeremias, TWNT, IV, pp. 1092–1099; J.C. Davies, The Spirit, the Church and the Sacraments, pp. 65–71, 98–104, 119–122.

Ronald S. Wallace

HDB Hastings’ Dictionary of the Bible

TWNT Theologisches Woerterbuch zum Neuen Testament (Kittel)

Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (425). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.

Fuente: Diccionario de Teología