Beneficioso árbol andino en riesgo de desaparecer.

La kiswara (Buddleja coriácea Remy), también conocida como k’iswara, kishuara, kiswar, punaquishuar, qulli, colli, colle, ppañimKolli o ahara, es un árbol perennifolio de entre 4 y 6 metros de altura y follaje permanente, nativo de las altiplanicies andinas de Bolivia, Perú y Ecuador. Tiene su hábitat natural entre los 2.900 y los 4.400 metros sobre el nivel del mar y, pese a adaptarse bien a altitudes extremas y suelos rocosos y áridos, y tolerar temperaturas menores a 0°C, heladas y vientos constantes, se encuentra preferentemente en laderas o recodos protegidos del viento helado directo, donde hay buena condensación de humedad, en suelos arcillosos o arenosos bien drenados, medianamente profundos y con algo de humedad.

Con aproximadamente 25 especies identificadas, a través del tiempo la kiswara se ha propagado de manera natural creciendo de manera vegetativa  en el Altiplano. Aunque aún se puede encontrar en algunas viviendas y construcciones del altiplano, este árbol altiplánico forma parte de la creciente lista de árboles y arbustos nativos cuya paulatina desaparición ocasiona impactos negativos en el ecosistema y el suelo por la acción de la erosión hídrica y eólica.

La kiswara produce gran cantidad de hojarasca que al descomponerse genera materia orgánica que se incorpora al suelo, otorgando resistencia a la estructura del suelo frente a la erosión. El árbol es utilizado para la estabilización de taludes y laderas con pendientes muy fuertes; se emplea en sistemas agroforestales como cercas vivas, estabilización de terrazas agrícolas, cortinas rompe vientos, protección de cultivos contra las heladas, sombra para ganado en zonas de altura y como ornamentación en parques y plazas. La madera es usada como leña y por su solidez es empleada como material para construcciones rústicas y para la elaboración de herramientas agrícolas como arados, yuntas y chaquitacllas. Los brotes jóvenes sirven de forraje y los vástagos se usan en apicultura.

Sumado a ello, la kiswara tiene múltiples usos en medicina tradicional: se utiliza para aliviar problemas hepáticos, de próstata, diabetes y cistitis. Sus hojas, hervidas junto con hojas de “queñua”, se emplean para el tratamiento de dolores derivados del reumatismo, artritis y gota, para combatir el dolor de estómago y cuadros de diarrea y fiebre, curar resfríos y cicatrizar heridas y úlceras. Se utiliza la infusión de flores de Kiswara para curar la hidropesía, y la infusión de flores de kiswara con una hoja de kimsa k´uchu para combatir infecciones de matriz después del parto. La infusión de coteza de kiswara con corteza de qeñua se usa para aliviar la tos y el dolor de garganta y la infusión de flores de kiswara con un poco de Q´oa y flores de clavel o clavelina se usa como remedio de la bronconeumonía.

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