Corona Incorruptible

Para entender con claridad qué es la corona incorruptible, necesitamos saber que algo INCORRUPTIBLE dura para siempre, es inmortal, no perece, no se daña, no se corrompe, no se estropea, no está sujeto a descomposición, o a ser viciado, alterado o desvirtuado.

Dicho esto la corona incorruptible es la vida eterna junto a Dios nuestro Señor, ¡no cualquiera ganará esta corona!, solo la obtendrán los vencedores.

Tanto tu como yo somos competidores, competimos en una carrera para alcanzar la corona incorruptible que es la vida eterna. Para ello debemos derrotar el pecado que entró en nosotros.

En la parte inferior te comparto la conferencia «Como llegar a la meta de Dios». Sería bueno que la escucharas de principio a fin, por que en esta reflexión te doy mayores detalles sobre como alcanzar esta recompensa eterna, que es materia de reflexión.

Hasta mientras sigamos hablando un poco sobre la corona incorruptible, personalmente pienso que es el premio que se le da a los vencedores que participan en la carrera, podemos decir que es una recompensa…

Aplicando a nuestro diario vivir es un premio que se le da a una persona en virtud de una buena acción. En este sentido todos nos esforzamos y tratamos de dar lo mejor de nosotros para ser recompensados.

Recuerdo cuando pequeño, mi hijo Carlos Andrés sacaba diploma de merecimiento, venía muy contento y me lo enseñaba…  inmediatamente con una gran sonrisa me insinuaba una recompensa, pues me pedía que le compre un juguete.

Yo por supuesto yo accedía gustoso a esa petición… ya que como padre también era recompensado, porque el éxito de nuestros hijos es también nuestro éxito.

Cabe señalar que al momento de grabar este audio mi hijo Carlos Andrés se acaba de graduar en el colegio, y créeme que este acontecimiento es una recompensa tanto para Carlos Andrés como para mi esposa y yo…

También las recompensas se dan en el orden material, cuando nos esforzamos trabajando para dar lo mejor a nuestras familias, cuando le encomendamos a Dios nuestros negocios y proyectos, somos recompensados, ya que Dios nos bendice también de esta manera.

Entonces es claro ver que existen 2 clases de recompensas, fíjate bien: existe la corona corruptible que viene siendo la recompensa temporal y la corona incorruptible que viene siendo la recompensa eterna..

La recompensa temporal es la que recibimos en este mundo y la recompensa eterna es la que recibimos en el cielo.

Pero para una mejor reflexión te invito a ver el siguiente vídeo:

Cómo llegar a la meta de Dios

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Aquí más reflexiones católicas…..

Cómo vencer las tentaciones para alcanzar una corona incorruptible

Dios colocó cierto placer en las cosas para el disfrute de los seres humanos, así tenemos el placer de comer para no morir de hambre, el placer de dormir para que el cuerpo descanse, y el placer en el sexo, para que podamos procrear.

¡El placer es solamente un estímulo, no es el fin.!

El problema está en que perseguimos el estímulo en las cosas y no el fin. Decía San Agustín “yo no le tengo tanto miedo al demonio, al mundo le tengo más miedo, pero nuestro peor enemigo es nuestra propia Carne”.

Así como el cuerpo necesita alimento sólido para la vida, así mismo la palabra de Dios es alimento para el espíritu.

Para vencer la carne y ganar la corona incorruptible, es necesario llevar una vida espiritual, porque solamente en el espíritu podremos superar las adversidades de la carrera.

Podemos comenzar por tener una comunicación permanente con Dios, me comunico con Dios a través de la oración, a través de la lectura de su palabra, a través de la santa Eucaristía, a través de la vida comunitaria pastoral.

Todas estas prácticas nutren nuestro espíritu y nos capacitan para superar las pruebas, dificultades, y sobre todo los deseos de la carne.

Ojo con esto… llevando una vida espiritual si o si podremos vencer los deseos carnales, y por añadidura podemos practicar los frutos del Espíritu (paz, tolerancia, amabilidad, fe, mansedumbre y dominio de sí mismo).

Con esta receta créeme que estaremos en el camino correcto, todo es cuestión de que nos mantengamos disciplinados superando las pruebas.

Te dejo con este texto: de Santiago 1,12: «Dichoso el hombre que supera la prueba, porque, una vez superada, recibirá la corona de la vida que el señor prometió a los que lo aman».

Me ha dado mucho gusto haberte podido compartir esta pequeña capsula de edificación espiritual. Ahora sabemos que tenemos esperanza, una corona está esperando por nosotros.

Te animo a que seas fiel al Señor, sé que es difícil muchas veces avanzar en esta carrera pero te digo una cosa:

Si edificas tu vida sobre la roca que es Cristo los vientos y las tempestades de la vida no podrán vencerte. Apóyate en Cristo Jesús y sé valiente.

Que María Santísima nos guíe a vivir una vida en completa sintonía junto a su hijo Jesús.

Que así sea.

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