El torno es una herramienta muy versátil que se utiliza en la industria metalúrgica para el mecanizado de metales.
Estas máquinas están diseñadas para mecanizar, roscar, cortar, trapeciar, agujerear, cilindrar desbastar y ranurar, así como lijar y pulir piezas de forma geométrica.
Los materiales con los que se pueden mecanizar piezas en los tornos son muy diversos. Van desde los de más dureza como el acero o el hierro de fundición, hasta los más blandos como el bronce o el latón. Se pueden tornear hasta los más plásticos como el nailon o el grilón.
Existen varios tipos de tornos y dependiendo de la complejidad de la pieza o su dureza se pueden clasificar en:
–Torno horizontal: realiza tareas poco importantes y ya solo se usa en los talleres de aprendices o los talleres de mantenimiento para realizar trabajos puntuales.
–Torno copiador: realiza el torneado de piezas de acuerdo a las características de la misma siguiendo el perfil de una plantilla que reproduce una réplica igual a la guía.
–Torno revólver: está diseñado para mecanizar piezas sobre las que sea posible el trabajo simultáneo de varias herramientas con el fin de disminuir el tiempo total de mecanizado.
–Torno automático: en este tipo de torno el proceso de trabajo está completamente automatizado. La alimentación para cada pieza se hace también de forma automática, a partir de una barra larga que se inserta por un tubo que tiene el cabezal y se sujeta mediante pinzas de apriete hidráulico.
–Torno vertical: está diseñado para mecanizar piezas de gran tamaño y que por sus dimensiones o peso harían difícil su fijación en un torno horizontal.
–Torno CNC: son tornos dirigidos por control numérico por computadora. Está indicado para grandes series de piezas sencillas.
Desde el inicio de la Revolución Industrial el torno se ha convertido en una máquina básica en el proceso industrial de mecanizado y continúa siendo indispensable en todos los talleres y fábricas del sector del metal.
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