Es el primer paso de todo proceso Evangelizador. Es el cimiento de todo el edificio cristiano. En lo doctrinal, moral, cultural, apostólico y pastoral.

Es la proclamación ungida y testimonial de Jesús muerto y resucitado, constituido Señor, Salvador y Mesías, según la promesa del Padre, para suscitar la Fe y la conversión mediante la acción del Espíritu Santo.

El objetivo del Kerigma es suscitar y reavivar la Fe y la conversión. Llevar a una adhesión personal y explícita a Jesucristo, aceptándolo como único Señor mediante la acción del Espíritu Santo.

La evangelización es el conjunto de todas aquellas actividades a través de las cuales los hombres son conducidos a participar del misterio de Cristo proclamado en el Evangelio.

La evangelización debe ser completa en cuanto a su contenido y debe tomar al hombre en su contexto histórico y en su sentido integral.

LA EVANGELIZACIÓN ES:

• LA GRACIA Y VOCACIÓN PROPIA DE LA IGLESIA
• LA MISIÓN ESENCIAL
• SU IDENTIDAD PROFUNDA
• LA RAZÓN DE SU EXISTENCIA

1. CONVERSIÓN
   Creer y experimentar personalmente esta verdad: Dios me ama
   • Alcanzar una conciencia de pecado personal y social y la necesidad de salvación.
   • Despertar la conversión de todo pecado, renunciar a satanás y a todas sus obras y quitar todos los resentimientos, odios y rencores.
2. ADHESIÓN A JESÚS COMO SALVADOR
   Encuentro personal con Cristo vivo y apertura a la experiencia de su salvación y de la vida nueva.
3. RECONOCIMIENTO DEL SEÑORIO DE JESÚS. Reconocimiento y consagración a Jesús de toda la vida y de la historia
4. EFUSIÓN DEL ESPIRITU SANTO Reavivar y hacer operante el don del Espíritu Santo – Centralizarse en la Eucaristía como fuente y culmen de toda la vida nueva.
5. PARA VIVIR LA FE EN LA COMUNIDAD Se desemboca en la pequeña comunidad y en la Eucaristía. Se persevera en comunidad eclesial, en oración, en la doctrina de los apóstoles y en la fracción del Pan, dando testimonio y cumpliendo la misión evangelizadora, formándose como discípulos y cumpliendo como apóstoles.
   EL KERIGMA TIENE ESTAS METAS: NI MAS, NI MENOS NI OTRAS. SON EXPLÍCITAS E INSUSTITUIBLES.

La Sagrada Escritura y el Magisterio de la Iglesia nos señalan los elementos esenciales del proceso evangelizador sin los cuales no puede darse auténtica evangelización integral. Son los siguientes:

1. EL KERIGMA O EVANGELIZACIÓN FUNDAMENTAL
2. LA COMUNIDAD
3. LA CATEQUESIS
4. LA VIDA SACRAMENTAL
5. LA DIMENSIÓN SOCIAL DE LA FE
6. LA DIMENSIÓN MINISTERIAL DE TODA LA COMUNIDAD CRISTIANA
7. Y, COMO ELEMENTO IMPRESCINDIBLE EN EL PROCESO EVANGELIZADOR SE INDICAN: LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO Y EL TESTIMONIO.